En un barrio donde los chismes corren como pólvora, había una mujer muy chismosa a la que le encantaba opinar sobre la vida de todos y fijarse en todo lo que los demás hacían. Comenzó a ganarse la cólera de todo el barrio al actuar de una manera en la que siempre quiso hacerse la víctima, buscando que le tuvieran pena, le dieran la razón y escucharan sus chismes. La gente se estaba cansando de escuchar sus cotilleos sin fin.
Poco a poco, la gente comenzó a darse cuenta de que esta vecina chismosa hablaba mal de una persona con la que conversaba y luego hablaba mal de esa otra persona con alguien más. La gente, hastiada de su comportamiento, empezó a alejarse de ella, dejándola sola y resentida por la soledad que ella misma había creado.
Con la necesidad desesperada de recuperar la atención y el interés de todos, la vecina chismosa decidió idear un chisme tan grande y exagerado que llamara la atención de todo el barrio y pusiera su nombre en boca de todos.
Así, un día, se creó un rumor grande. Ella y su hermana planearon descubrir el baño del lugar donde vivían, un área común con otros vecinos. Entró una primera, luego la otra, y empezaron su plan hablando en voz alta. Dijo una de las hermanas: "No sé quién ensució el baño, alguien lo ha ensuciado. ¡Qué gente sucia y cochina! Antes, el baño no estaba así, todo aquí era limpio y ahora está todo sucio". Pero lo que ella no sabía es que otra vecina las había grabado en el momento en que entraban ella y su hermana, y así creaban el chisme. La vecina grabó todo y guardó la grabación, esperando el momento en que hicieran una reunión para mostrar el video que había grabado y así quitarle la careta a la vecina chismosa.
Entonces, en una reunión que la misma mujer chismosa solicitó, se reunió todos los vecinos y ella empezó a decir que alguien ensuciaba el baño, que antes no estaba así y que eran todos adultos, y ¿cómo podían ser tan sucios? Después de despotricar sus mentiras, la vecina que había grabado la escena del baño pidió a todos que vieran el video. Así, quedó como una mentirosa, una chismosa y mal intencionada, y la vecina chismosa se avergonzó tanto que dijo que se mudaría, aunque en realidad no lo haría... ¡Fin!