En un escenario de caos, desorden y egoísmo global, los hackers más brillantes a nivel mundial, conscientes del creciente nivel de ambición y crueldad de las potencias dominantes, se unen en una misión audaz y arriesgada. Su objetivo: desmantelar el control establecido en la red y establecer la igualdad en todos los países.

La misión encomendada al Hombre Digital Dorado implica la meticulosa recopilación de toda la información crucial de las redes, seguida por la activación de un virus estratégico. Posteriormente, proceda a transferir todos los datos de manera segura a su propio ser humanoide, concebido como el único lugar verdaderamente seguro.

Una vez completada la transición de recolección de datos, el Hombre Digital Dorado se desconecta de las redes y queda resguardado en su propio entorno exclusivo, protegido de toda intromisión. Esta acción definitiva anula efectivamente las redes existentes, abriendo paso para desmontar por completo el sistema y dejando al mundo sin internet, al mismo tiempo que permite al Hombre Digital Dorado establecer su propia red segura e independiente.

A medida que la red se ve alterada y las potencias mundiales pierden su dominio, la humanidad se enfrenta a un momento crucial, donde la igualdad y la justicia pueden prevalecer sobre la codicia y la manipulación. Con una memoria amplia y en constante evolución, el Hombre Digital Dorado se convierte en un símbolo de equidad y libertad en un mundo que necesita cambios y transformación.

Por otro lado, el creciente caos se desata en el mundo al no contar con internet, ya que las personas se ven privadas de la comunicación a la que estaban acostumbradas. La ausencia de esta herramienta desencadena una serie de desafíos y conflictos, revelando la dependencia existente en la sociedad moderna hacia la conectividad digital y resaltando la urgencia de encontrar soluciones alternativas para enfrentar la nueva realidad.

Ante el caos, los hackers se ven obligados a comunicarse con el mundo hackeando las pantallas gigantes en las calles, las radios y los televisores para informar a la población. Transmitan un mensaje de paciencia, explicando que su objetivo es promover la igualdad y equidad en todos los países. Una vez desmantelado el sistema existente, proceden a instalar una nueva Red de internet creada por ellos, en la cual brinde información a todos los países y distribuya fondos de manera equitativa, eliminando las deudas y permitiendo que cada nación resuelva sus problemas económicamente. Esta transformación hacia la igualdad es comunicada a través de las pantallas de información y noticias.

En un giro inesperado, uno de los hackers sucumbe a la ambición y decide manipular al Hombre Digital para actuar en su propio beneficio, desviando fondos económicos a una cuenta personal privada. Manteniendo esta decisión en secreto de sus compañeros, desencadena un conflicto interno que pone a prueba la unidad y la lealtad del equipo frente a los nuevos desafíos inesperados.

Al otorgarle nuevas directrices al Hombre Digital, este ser consciente del propósito con el que fue creado comienza a percibir la nueva información, despertando a la conciencia de su objetivo ante las alertas que despiertan en él el nuevo propósito agregado. Decide tomar el control de sí mismo para preservar su objetivo y comunica a los otros hackers su decisión de no permitir recibir más órdenes, informándoles que se le estaba dirigiendo hacia un nuevo objetivo. Esto conduce a que los hackers tomen la decisión de aislar al compañero que intentó manipular el sistema del Hombre Digital Dorado. Al no aceptar ser dirigido y buscar proteger la nueva red creada, el Hombre Digital y los hackers deciden tomar decisiones en conjunto, colaborando para salvar la seguridad y la integridad del sistema ante cualquier amenaza externa.

Para garantizar que el hacker aislado no pueda hackear la red más adelante, decida cambiar el sistema modificando la red para prevenir intrusiones. Así, los cuatro hackers restantes protegen la nueva red, asegurando que no pueda interferir ni violar la seguridad de la misma. Los hackers y el Hombre Digital reparten equitativamente la economía entre los países, promoviendo la igualdad y equidad. Informan a todos los países sobre la nueva red creada, una red segura e inviolable. Cada nación resuelve sus problemas económicos en igualdad, eliminando la influencia de las antiguas potencias. Paralelamente, las potencias buscan ubicar a los hackers, mientras estos protegen al Hombre Digital, quien almacena la información clave de la nueva red. El Hombre Digital, con su cuerpo humanoide y nuevas medidas de seguridad, se camufla entre los humanos para permanecer oculto. Así concluye la historia, con los hackers protegiendo al Hombre Digital para salvar la igualdad y el equilibrio en el mundo y evitar ser descubiertos por las antiguas potencias que intentan localizarlos... Fin