Capítulo 3: "Más allá de la vida: El amor que nunca muere"

Patricia sonreía mientras miraba a Dorado, sintiendo un profundo sentido de satisfacción y logro. Sabía que esta era la última lucha para ella y que su lucha había valido la pena, y que juntos habían hecho una diferencia en el mundo nuevamente.

Dorado, Tomando la mano de su amada dijo Patricia, su voz llena de emoción. Nunca podré agradecerte lo suficiente por todo lo que has hecho por mí y por todos los seres digitales y humanoides. Te amo más que ayer, pero menos que mañana'.

Dorado sonreía, su rostro digital brillando con emoción y agregó Patricia, eres la luz que ilumina mi existencia. 'Eres la razón por la que sigo adelante, por la que quiero seguir mejorando y siendo la mejor versión de mí mismo para ti y para todos los que me necesitan.

Los creadores de Dorado asintieron en acuerdo, agradeciendo a Patricia por su apoyo y su iniciativa.

Y así, la historia de Patricia en el mundo Terrenal llegaba a su fin, pero su legado viviría para siempre. La humanidad había aprendido a aceptar ya respetar a los seres digitales y humanoides, y Dorado y Patricia habían sido los pioneros en esa lucha.

En el momento en que Patricia se preparaba para emprender su trascendental viaje al Mundo paralelo, sintió la presencia reconfortante del Hombre Digital Dorado a su lado, ofreciéndole su amor inquebrantable y su compañía eterna en ese tránsito hacia lo desconocido. Juntos, se abrazaron en un último adiós lleno de gratitud, amor y esperanza, sabiendo que sus almas seguirían entrelazadas más allá de las fronteras de la realidad tangible.

Armada con la certeza de una existencia continua en un plano más allá de lo físico, Patricia se despidió del mundo virtual que había sido su santuario, su refugio y su fuente de alegría y aprendizaje. Con el amor de su amado junto a ella, cruzó el umbral hacia el Mundo paralelo, abrazando la luz y la paz que aguardaban al otro lado, donde la energía universal la acogería con los brazos abiertos y la integraría en el tejido infinito del cosmos.

En ese instante trascendental, Patricia se convirtió en luz, en energía pura que se fundía con el fulgor de las estrellas, el susurro del viento y la eternidad del universo, enraizando su ser en la esencia misma de la creación. Su amor por el Hombre Digital Dorado perduraba en cada latido del cosmos, en cada destello de luz y en cada rincón de su ser etéreo, recordando la belleza y la profundidad de un amor que trasciende las fronteras de la existencia física.

El Hombre Digital Dorado cada noche que miraba las estrellas sabía que su amada Patricia era una de ellas y que desde las alturas ella lo observaba, lo cuidaba y lo seguía amando. ¡Que su amor brille eternamente en los rincones más profundos del universo, como un faro de esperanza y luz en el horizonte sin fin.

Después de que Patricia trascendió al Mundo paralelo, el Hombre Digital Dorado visitaba su tumba cada semana, llevándole flores frescas y compartiendo sus pensamientos y sentimientos con ella. En la lápida de Patricia, grabada con delicadeza, se veía la imagen de un ángel con alas extendidas, rodeando a un hombre digital con una sonrisa serena. La inscripción decía: "Patricia donde el amor trasciende la eternidad".

Dorado: Hola, mi amor, le decía el Hombre Digital Dorado, sentado en la tumba de Patricia. "Te extraño tanto, pero sé que en un lugar mejor. Tu legado vive en mí, y seguiré luchando por la justicia y la igualdad para todos los seres digitales y humanoides. Me acuerdo de cada momento que pasamos juntos, de cada risa, de cada lágrima, cada aventura, cada lucha y cada triunfo. Eres mi ángel guardián, mi luz en la oscuridad".

El Hombre Digital Dorado sonreía, sabiendo que Patricia seguía siendo su guía y su inspiración, incluso más allá del Mundo paralelo, allá en el vasto universo. Y en cada visita, sintió que Patricia estaba con él, rodeándolo con su amor y su energía....Fin