Capítulo 1: "El Demonio Enamorado: Entre el Amor y la Condena"

En las profundidades del inframundo, un demonio que tenía siglos ahí, lleno de pecados, pagando sus culpas, sediento de venganza y odio, quería una misión. Quería tener un poder, un lugar en el inframundo, un rango. Todas las noches le pedía al Señor de la Oscuridad que le diera la oportunidad de salir y captar un alma. La alma más pura, más inocente, para entregársela a él.

Una de esas noches, el Señor Oscuro le dio el permiso de salir y encontrar el alma, pero le puso una condición: "Si tú no encuentras un alma para mí, la más pura, inocente alma, tendrás el castigo de vivir eternamente entre las llamas del inframundo, donde la piel se te caerá a pedazos. Todas las noches, arderás entre las llamas y sufrirás el castigo de sentir como tu carne se quema y se cae a pedazos".

Así, el demonio, convencido de que él encontraría esa alma, con la esperanza de tener un Rango en el inframundo, se dirigió a la superficie terrestre en busca de esa alma inocente. De este modo, encontró a Alicia, una hermosa joven de cabellos rubios hasta la cintura, hermosos y grandes ojos verdes como esmeraldas, unos pequeños labios rojos, su mirada era triste, solitaria y una piel como terciopelo blanco. Ella, todas las tardes, iba a rezar a la iglesia.

Y una tarde, al salir de la iglesia, el demonio la observó y dijo: "Ella, con su belleza, me dará el Rango que yo necesito en el inframundo". Y al ver sus ojos, dijo: "Es la presa perfecta. Su mirada inocente y triste la hace la perfecta víctima para mí".

El demonio, con su apariencia humana, se acercó a Alicia con una sonrisa astuta. Se presentó como un joven apuesto y misterioso, y Alicia, sin saberlo, se sintió atraída por su presencia. El demonio comenzó a frecuentar la iglesia, esperando a Alicia después de sus oraciones, y poco a poco, se ganó su confianza.

Alicia, sin saber que estaba hablando con un demonio, se sintió cómoda con él, y comenzó a compartir sus secretos y miedos. El demonio, con su astucia, se hizo pasar por un amigo preocupado, y Alicia, sin darse cuenta, se enamoró de él.

Pero el demonio, a pesar de su misión, comenzó a sentir algo que nunca había sentido algo que lo inquietaba. Veía la bondad y la inocencia en los ojos de Alicia, y comenzó a cuestionar su misión. Preguntándose: ¿Podre realmente condenar a esta alma inocente al inframundo?

Una noche, mientras caminaban por el bosque, el demonio se detuvo y miró a Alicia con una mirada intensa y le dijo, "Alicia" ¿qué es lo que te hace sentir tan triste? ¿Qué te duele tanto en el corazón?"

Alicia, sin saber que estaba hablando con un demonio, se abrió a él, y le contó sobre su pasado, sobre la pérdida de sus padres, y sobre su soledad. El demonio, escuchando sus palabras, sintió algo que nunca había sentido antes: Compasión 

Y así pasaron los días, cada vez Alicia se enamoraba más del demonio él se hizo llamar Francisco, y ella le sonreía le hacía bromas le contaba historias le cantaba canciones y le dedicaba poemas una tarde ella le dedicó un poema y le dijo así:

Alicia: De niña te conocí entre mis sueños queridos por eso cuando te vi reconocí mi destino.

Cuando pensaba que no iba a hacer lo que esperaba de pronto vino, tanto que te busqué y tanto que te soñaba que al cabo me acostumbré a andar con tanto de nada.

Cuánto nos puede curar el amor cuando renace de tu mirada, te conozco desde siempre en los sueños de mi almohada.

Tomándolo de las manos después del poema, rozo sus labios con los de Francisco, él sorprendido sintió algo en su interior en ese momento correspondió el beso y la abrazó la estrechó En sus brazos con fuerza y ​​ella le dijo me quitas el aire Francisco suéltame un Poco, no puedo respirar bien y sonriendo.

Desde ese día él empezó a mirarla con amor, pero llegó el momento en que fue llamado al inframundo y tenía que llevar el alma que había encontrado. El Señor oscuro lo había estado observando y se había dado cuenta de que él se estaba enamorando, entonces lo trajo a su presencia y le dijo:

Señor oscuro: Francisco esta noche traerás el alma que encontraste y te daré un Rango elevado, ya que he visto que el alma que me darás es un alma muy inocente pura y muy bella, la quiero para mí la tendré a mi lado y tú tendrás un Rango y un ejército para ti.

Francisco: gracias mi señor está noche traeré el alma que prometí.

Con voz triste respondió Francisco y se fue, el sintió como si mil cuchillos le cortaran el alma, sintió como si la piel se desgarrara a pedazos de solo pensar que Alicia estaría en manos del señor oscuro por toda la eternidad.

Ahora el tener un Rango no significaba nada para él, ya no tenía importancia, ya no tenía sentido, solo quería salvar el alma de Alicia decidió contarle la verdad y fue donde ella....Continuará.