Capitulo 1: "Amor a Carcajadas: Cygnus él Robot Enamorado"

En el año 2300, la humanidad vivía en un mundo futurista donde la tecnología había llegado a niveles increíbles. Robots y humanoides, con sus apariencias cada vez más realistas, se habían convertido en parte de la vida cotidiana.  

Los robots, más accesibles y prácticos, se encargaban de las tareas del hogar, cuidaban niños, paseaban perros, y hasta hacían compañía a los adultos mayores. Los humanoides, más elaborados y con una apariencia casi humana, eran una opción más costosa, pero también más sofisticada.

Luna, una joven estudiante de teatro del último ciclo de la Universidad, había soñado con tener un robot o un humanoide desde hacía tiempo. Había estado ahorrando durante meses, y finalmente, el día que fue a la tienda, le alcanzó para comprar un robot.

Luna recorrió las filas de robots, admirando sus diseños y sus funciones. Algunos tenían un aspecto imponente, otros eran pequeños y adorables. Pero un robot en particular llamó su atención. Era un modelo sencillo, con una apariencia casi infantil, pero sus movimientos tenían un aire gracioso, casi cómico. Sus ojos, dos puntos luminosos de color azul, brillaban con una curiosa intensidad.

Luna no lo dudó ni un segundo: se llevó al robot a casa. El vendedor le explicó cómo programarlo para que aprendiera su nombre, sus preferencias y las tareas que necesitaba que realizara.  

Pero Luna estaba tan emocionada que se olvidó de las instrucciones. Solo lo ascendieron, le dio un nombre – "Cygnus" – y se apresuró a prepararse para ir a la universidad.

Cuando regresó a su departamento esa noche, se dio cuenta de que se había olvidado por completo de su nuevo compañero. Cygnus la esperaba en una esquina de la habitación, sentado en una silla, con su mirada fija en ella.

"Ay, es verdad, me olvidé de ti, Cygnus", dijo Luna, con una sonrisa. "No te preocupes, mañana te programaré."

Al día siguiente, Luna tenía un examen importante. Se tarde se levantó, se metió a la ducha, se vistió a toda prisa, y salió corriendo hacia la universidad. Al regresar por la tarde, estaba de buen humor, porque había sacado buenas notas y había celebrado con sus amigos en una fiesta.

Luna se dio una ducha y puso la tetera a calentar, pero se quedó dormida en el sofá. El silbido de la tetera sonaba sin cesar, pero Cygnus, que había estado observando a Luna, sabía qué hacer. Apagó la tetera, tapó a Luna con una manta y se sentó a esperar.

Al día siguiente, Luna se despertó tarde de nuevo. Se miró al espejo, sacó su libreto de teatro y dijo: "Tengo que estudiar, ¡tengo otro examen!"

Luna empezó a practicar su libreto frente al espejo. Cygnus la observaba con atención. De pronto, Luna se acercó al espejo y se dio un beso, ensayando la escena de un beso con su personaje. Luego, dejó el libreto sobre la cama y se fue a ducharse.

Cygnus, que había estado observando a Luna con una fascinación creciente, se acercó al espejo. Sus ojos brillaban con curiosidad....Continuará.