“DE LA FANTASÍA A LA REALIDAD”
PREPARATIVOS…
Durante los últimos días habíamos fantaseado con estar con otra mujer; cada vez que nuestros cuerpos danzaban desnudos nos susurrábamos al oído todo lo que queríamos hacer con ella, sin embargo no pasaba de ser una simple fantasía, aunque ya estaba seguro que mi novia sería capaz de dar el siguiente paso.
Era mediados de julio; pronto sería su cumpleaños y quería sorprenderla, sabía que era la oportunidad perfecta para consumar todo lo que habíamos idealizado; yo pensaba en sorprenderla el día de su cumpleaños. Para estos preparativos contaba con menos de 20 días.
Pronto puse en marcha mi plan, debía conseguir una amante para ambos, pensé en hacerle la propuesta a alguna amiga mía, pero después de repasar varias veces mi lista de contactos comprobé que ninguna clasificaba ya fuera por el nivel de confianza o por lo bisexual de la aventura; ha algunas definitivamente ni les conté y a otras que sí, solo dijeron que no se atrevían, aunque no faltó la que se quedara pensativa, en todo caso por allí no iba a conseguir nada. Por el lado de mi amor menos no tengo confianza con ninguna de sus amigas, al menos si supiera a ciencia cierta si alguna fuera bisexual le hubiera hablado de nuestra fantasía y de mi sorpresa para ella pero no fue así.
De manera pues que regresé al plan B, Sabiendo que mí amor admiraba a las mujeres rubias, me tome el trabajo de buscar una scort, una nena rubia, de esas que llaman la atención de cualquiera a simple vista, quería que fuera de cara muy bonita, de cuerpo exuberante y que vistiera muy sensual.
Visité varias páginas, mire varios perfiles y clasificados, la verdad vi un sinnúmero de niñas que cumplían por mucho con estos parámetros pero ninguna dejaba ver su rostro, no recuerdo a cuantas agregué al whatsapp para ver si enseñaban su rostro pero obvio ninguna lo hacía, incluso me puse cita con algunas para comprobar si en realidad se veían como el las fotos de sus sitios web y nada que ver. Tal vez sus cuerpos si eran sexys pero no armonizaban con lo más importante, de allí que nunca publican fotos de sus rostros.
Así las cosas cambié el criterio de búsqueda de scort a masajista, obvio tod@s dirán pues que es lo mismo o son las mismas y sin duda si, la cantidad de resultados era absurda, entonces filtré mi búsqueda por ciudades y busqué solo en Medellín, obviamente le escribí a varias pero de igual manera que con las scort ninguna enseñaba su rostro. No obstante un anunció llamó mi atención, encontré un perfil de una pareja que ofrecía masajes a otras parejas y además se podía ver las fotos de la masajista que era lo más importante.
Cliqueé en su perfil y observé cada foto, en las de él, se podía ver un cuerpo atlético, joven, dotado… mucho más que yo, fotos típicas de nosotros los hombres donde se nota la erección por encima del bóxer o del pantalón, nunca posteó su cara, en cambio la nena había dispuesto varias fotos, todas con ropas pero bastante ligeras y muy sugestivas donde dejaba poco a la imaginación. La primera era una foto de su rostro un poco tapado por un burka de aquellos que usan las mujeres en oriente, sin embargo resaltaban sus ojos claros y sus labios delgados bien delineados. En otra se podía ver a través de una transparencia un par de senos pequeños pero firmes con pezones finos y erectos; en otra yacía de espaldas con un vestido de tela estampada en flores igual de trasparente a la blusa que solo bajaba hasta la mitad de las caderas dejando ver un voluptuoso derriére; bastante considerable para una mujer delgada pero totalmente natural. Aquella cola era una escultura.
Tomé el número de contacto que estaba allí, lo agregué a mi WhatsApp y escribí, para mi suerte respondió ella, dijo llamarse Julieta. Me ofreció sus servicios que consistía en que ellos le hacían masajes a parejas ella al hombre y el a la mujer, sin rodeos le expuse lo que quería y para mi sorpresa me respondió que no era scort y que solo ofrecía y hacía masajes con su compañero.
No dijo que fuera su pareja. Insistió con aquellos masajes que en otro momento tal vez me hubieran interesado, pero yo renuente le expuse que se trataba de una fantasía que teníamos con mi novia y que además sería la primera vez de ella con una mujer y que aparte de eso sería una sorpresa, a lo que ella replicó que no se dedicaba a eso pero que le parecía muy chévere mi plan. En todo caso le hice una oferta y le dije que no tenía que responder ahí mismo sino que me contara al otro día que había pensado.
Ansioso espere su respuesta, pues esta niña me parecía la indicada, era bonita, su presentación personal se veía impecable y su supuesta ética no sé por qué pero me parecía excitante. “Sé lo que están especulando yo también lo pensaba pero me excitaba mas creer que era pura y casta jajaja”
Al día siguiente me escribió y me dijo que me tenía una propuesta. Que ella iba con su compañero, que nos hacían los masajes y que después ella estaría con nosotros y que su compañero solo se quedaría a mirar sin participar; yo le dije que la propuesta era interesante pero que recordara que esta sería la primera vez de mi novia con una mujer y que sin duda no estaría cómoda con otra persona aparte de nosotros dos.
Extrañamente me dijo que si le podía mostrar fotos de nosotros, no le vi problema, después de eso dijo que mi novia le parecía muy guapa, entonces preguntó que si era para ella compartir con mi novia sola o con los dos, a lo que respondí que seriamos los dos. Luego preguntó, qué que, quería que pasara con mi novia y que si ella estaba preparada? le dije que eso era incierto que solo lo habíamos fantaseado y que no sabía hasta donde sería capaz de llegar, que eso dependía de ella, de cómo la abordara y de cómo la hiciera sentir. Me dijo que eso no era problema que ella era bisexual y que sabía cómo tratar a una mujer.
Luego preguntó por el sitio, el tiempo que yo quería que se quedara, y que fuera claro en lo que quería que pasara. Le dije: “es su primera vez con una mujer, quiero que la trates con ternura, sedúcela, dale tiempo a procesarlo, provócala, morboséala y enséñale de qué se ha perdido, hazle todo cuanto ella se deje y enséñale como tocarte”.
Seguía mostrando interés y me preguntó si había algo en especial que a ella le gustara para complacerla, le conté de algunas cositas que sé que le suben la temperatura y le dije lo que ella fantaseaba hacer y que le hicieran el día que se presentara nuestro esperado encuentro con una dama.
Le hice una nueva oferta, una que no pudiera rechazar y le gusto tanto; que dijo que se quedaría con nosotros tres horas y media sin pasarse de las 12:30 de la noche. Luego solo acordamos el lugar y el día y así quedamos.
EL DÍA…
Su cumpleaños caía el próximo lunes. Vaya día pero yo haría que fuera inolvidable. Transcurría la tarde del viernes, por lo que de una vez hice mi itinerario.
- Avisar en su casa que no iba a estar para que no le hicieran planes.
- Informarle que llevará ropa al trabajo y que quería celebrar en un hotel.
- Pasar por La Guía Cereza a comprarle un obsequio.
- Comprar una botella de Baileys.
- Hacer una reserva en Il Forno.
- Y reservar una habitación en la Swift 3D.
El mismo viernes le escribí a su hermana que no contaran con ella. El lunes muy temprano hice las dos reservas dejando muy claro en el hotel que después de estar allí, nos llegaría otra dama. Graciosamente preguntaron que si mi pareja ya sabía porque no querían escándalos…
En la tarde pasé por La Guía Cereza de la avenida Bolivariana donde atendía una niña que nos parecía muy bonita; le pedí un lubricante, un estimulante, una malla de encaje y una cinturilla tipo corset; que a mi novia le había encantado la vez anterior que fuimos allí. De camino a la oficina compre el Baileys para cuando llegáramos al hotel. Como ella lo había dicho haría falta algo de licor para atreverse y unos halls. Reconozco que estuve muy ansioso, después de todo también sería mi primera vez con dos mujeres.
Ya era el día de su santo. Llegaron las 7:00pm y debía pasar por mi novia. Con la otra damita había pactado que llegara a las 9:00pm así el tiempo era el justo para pasar hasta el Il Forno del Centro Comercial Florida Plaza y luego conducir hasta la Swift 3D.
Cenamos, ordenó pasta a la carbonara, su plato favorito; yo ordené igual para no tardar más de lo necesario. Le dije que le tenía una sorpresa; intrigada no paró de preguntar de que se trataba hasta que le conté que le había reservado una Swift. Vi su rostro iluminado, sin duda creyó que esa era la sorpresa, no sé qué más pasaba por su mente en aquel momento pero estoy seguro que no era hacer un trío.
No tardamos en llegar al hotel, conduje varios pisos a través de las rampas hasta dar con la habitación. La tomé de la mano y subimos las escaleras sin dejar de besarnos en cada peldaño. Mis manos ansiosas recorrían su cuerpo de arriba abajo. Me excitaba de solo imaginar lo que pasaría más tarde.
La Swift…
Una estancia bastante elegante y sofisticada. Se sentía alagada; contemplamos el lugar, ella sin saber que sería el escenario de una aventura inédita en nuestras vidas. Pasé mis manos por detrás de su cintura y besándola la arrastré lentamente hasta donde estaba el mini componente. Estiré mi mano buscando el puerto y coloqué una USB que tenía preparada con algunas canciones bastante sugestivas para la ocasión. Luego deslicé mis manos por debajo de sus caderas y tire de ellas para subirla a la mesa mientras empezaba a sonar una salsa. (El tun tun de tu corazón), allí la tome del cabello y tiré de él hacía atrás para descubrir su cuello; lo recorrí con mi lengua lentamente mientras ella siseaba y hacía lo posible por arrancar mi camisa.
El tiempo apremiaba y mi invitada secreta pronto arribaría, entonces saqué mi otro haz, tome la botella de Baileys y empecé a ofrecerle a mi amor con el fin de que el alcohol cumpliera con su función y se desinhibiera un poco. Puse un poco de aquélla crema en mi boca la besé con pasión, apenas si podíamos tomar aire mientras se juntaban nuestros labios.
Tomé su vestido y lo subí por todo su cuerpo hasta sacarlo por arriba de su rostro, su torso quedó al desnudo, caliente y algo sudoroso, hice una pausa para tomar de mi maleta el obsequio. Ella observó inquieta. Le entregué dos pequeñas bolsas; de una sacó una malla enteriza negra de encajes, ella sabe lo caliente que me ponen esas prendas y de la otra sacó una cinturilla negra con encajes negros y una cota fucsia en el fondo adornada con cintas negras cruzadas de lado a lado como un corset. Recordó que era el que le había gustado tanto. Agradeció con un beso y corrió al baño para lucirlo.
Impaciente esperé hasta que la vi de nuevo allí en medio del salón. Una tenue luz neón verde dibujaba figuras en su cuerpo, su hermosa silueta femenina enmallada de pies a cabeza provocaba toda suerte de deseos en mí, los tacones negros altos estilizaban su andar y la cinturilla ceñida a su cuerpo exhibía unas curvas que me cortaban el aliento.
Caminó directo a mí, desabrochó mi jean y tiró de el para abajo. Ya solo la ropa íntima separaba nuestros sexos húmedos. Al instante recordé que aun tendría que bajar al garahs por mi invitada. Con la disculpa de que traerían algo para celebrar me puse el jean de nuevo.
No tardó en repicar el teléfono, corrí a responder antes que lo hiciera ella; solo dije ok gracias… y bajé por las escalas, no sin antes dejar a mi amor recostada en la cama.
LA SORPRESA…
Ya en el garaje obturé el interruptor de la puerta, ansioso de conocer en persona a la elegida para aquella fantasía. Como si se tratara de una escena de película, la cortina metálica subió como en cámara lenta, dejando ver unos altos tacones negros que soportaban unas largas y bronceadas piernas; casi en su pelvis y ceñida a su silueta un vestido igual de negro que los tacones, más arriba una delgada cintura y luego un escote de hombro a hombro que casi dejaba ver sus pequeños pero firmes senos. Estaba admirado, luego vi su rostro, fino muy femenino, sus labios góticos maquillados con un labial oscuro al igual que sus ojos finamente delineados con lápiz negro y su melena suelta. Se notó que se esmeró por estar muy sexy.
Me presenté y le dije que la sorpresa empezaba desde allí y qué me siguiera el juego. Del bolsillo de mi pantalón saqué una corbata que había tomado de mi closet en la mañana, ella sonrió y agachó la cara para que le cubriera los ojos, pero esa no era mi idea; acaso la sorpresa era para ella? Entonces le dije que juntara y estirara sus manos y las até al extremo más delgado de la corbata. Luego empezamos a subir lentamente.
Subí uno a uno los escalones hasta donde empecé a ver hacia el cuarto. Su sorpresa me seguía tres escalones más abajo, continúe subiendo hasta donde pude ver la cama y a mi novia sobre ella. Su hermosa lencería era todo un fetiche para mí, me miró y sin duda comprendió que algo estaba pasando; el pícaro rostro me delataba. Se incorporó un poco apoyando un codo en la almohada, para descansar su cabeza sobre su mano.
Continué subiendo lento. Ella intrigada no comprendía aquella escena, cuando su mirada alcanzó mis manos por detrás de mi espalda sosteniendo aquella corbata, quedó sentada y más confundida aún. No sé qué pasó por su mente al ver que no traía nada, ni un pastel, ni un regalo, nada, solo la corbata; yo hice una larga pausa para alimentar más su intriga, avancé un par de peldaños y su curiosidad la hizo quedar sentada en la cama estirando el cuello para tratar de ver más abajo. Noté, que además de ansiosa parecía nerviosa, un peldaño más dejo ver la cabellera de mí invitada. Sorpresa y confusión, nervios y excitación vi en el rostro de mi amor, quedo de pie inmutable, con una sonrisa nerviosa en los labios, no daba crédito a aquel obsequio.
Bajó un poco la mirada, apretó los labios. Esperó ansiosa que yo terminara de subir las escaleras mientras detallaba su regalo de pies a cabeza, luego llevó sus manos hasta su boca como es señal de sorpresa y culpa.
Tiré de la corbata e hice pasar a Julieta delante de mí hasta que quedara en frente de ella. Sin mediar palabra, Julieta se lanzó encima de mi novia colocando sus manos aún atadas sobre su pecho e intentando besarla. Ella estiró un poco su rostro hacia atrás, bastante sorprendida e intimidada, aquella niña la tenía nerviosa. Para bajar un poco la tensión halé la corbata de nuevo y retraje a Julieta hasta mí. Remangué un poco más la corbata. Icé sus brazos anudados e hice que girara, mientras le decía a mi novia - ."Mira, que tal está". Ella apenas susurrando y con la voz entrecortada dijo "muy bonita".
ns 15.158.61.16da2