Al parecer no era la unica desvelada, ese ronquido fue como el motor para hacer que se escuchara un concierto de ronquidos en las carpas alrededor de la nuestra.
En esos colchones inflables se siente hasta el más mínimo movimiento y ese en especial era fácil de reconocer. Se estaban follando así en cucharita super despacito y lo entendía, no hay nada mejor que un echarse un polvo para caer rendidos.
Ella se levantó un poco para ver si yo ya estaba dormida, apreté los ojos y simulé estarlo. Se montó a horcajadas sobre él y lo empezó a cabalgar despacito, casi de manera imperceptible.
Me moría de ganas por verlos, pero como no podía aproveche para masturbarme lo más disimuladamente que podía escuchando sus gemidos, mi sexo ardía como nunca y cuando mi dedo entraba imaginaba que era su miembro.
Me moría de susto, moverme o algo y que se dieran cuenta, pero de esa forma nunca iba a poder venirme. De un arrebato me di la vuelta, ella se rio al verme a los ojos, pero no se quiso detener, estaba arqueada pegada al techo de la carpa y sin camisa, él apretaba sus senos y pellizcaba sus pezones.
Era más que obvio que yo también me estaba masturbando, se podía ver mi brazo agitarse debajo del sleeping. Ella abrió el cierre, tenía los pantalones y las tangas en los muslos, cogió la mano de su novio y mientras lo besaba la descargó en mi vientre.
- ¿Le das una mano?
El volteó a mirarme algo sorprendido, yo miré hacia arriba para evitar la vergüenza y terminé por llevarla hacia abajo, empujando con mis dedos humedecidos los suyos, fue delicado y diligente, se llenó con mis propios fluidos para lubricarlos y después jugo de forma magistral con mis labios externos, le daba unos leves toques a mi clitoris sin empujarlo y luego se deslizaba hasta mi interior.
- Ahhhmmmmm
Mi amiga me tapo la boca, muerta de risa sin dejar de mover sus caderas me hizo señal de silencio y yo conteste moviendo mi cabeza de forma afirmativa. Al retirar su mano chupe uno de sus dedos dejándole entrever que me gustaría.
Ella se inclinó hacia adelante, lo hizo girar el rostro y mientras veía mi cara de placer se besaban jugando con sus lenguas fuera de la boca. Colocó su mano detrás de mi cabeza y mientras ella se levantaba me atrajo hacia él para que nos besáramos.
Todo esto era demasiado raro y excitante a la vez, nunca había compartido a un hombre con alguien, no siquiera solo como un juego. Me daba pánico pensar en que ella en cualquier momento iba a ir por mí y no sabía cómo iba a reaccionar.
Se inclinó hacia adelante, me lo arrebató de la boca y le arranco los labios mirándome a los ojos. Se hizo a un lado y mientras nos besábamos descargo su boca en mi oído, regalándome unos deliciosos gemidos.
- No me importa compartir, ni que estemos demasiado cerca, pero ahhh ahhhh ahhh nada más que eso ¿te parece?47Please respect copyright.PENANAFWPxHTXI6X
- Totalmente, yo no... este... con mujeres
Ella se bajó encima de él, en la penumbra igual pude ver su delicioso miembro brillando por su humedad. Ella nos hizo quitar toda la ropa y quedamos ahí los tres desnudos entre una nube de respiración reciclada y atrapada en esa carpa.
- Nos podemos dar calorcito los tres, pero --de nuevo esa señal de hacerlo en silencio para que las carpas vecinas no se enteraran--
Los dos nos volteamos a mirar y obviamente aceptamos, llevábamos toda la noche esperando este momento. El no tardo en abalanzarse hacia mis senos mucho más grandes que los de su novia.
Nuestros cuerpos se anudaban de formas en las que a veces no sabía si eran sus piernas o las de ella, al principio fui cautelosa, pero después me dejo de importar, mis manos se aferraban a sus muslos, arrancaba gemidos por aca y por allá.
- Tenes que probar esto, me dijo al oído
Se levanto interrumpiendo un poco el momento, lo hizo acomodar al medio y me invitó a montarme sobre su cara, él me pasó sus brazos por los muslos y sentí como si su lengua me fuera a recorrer toda por dentro.
- ¡AHHHGGGHHH!
Ella me tapó la boca y me miraba con picardía, sabía exactamente lo que su hombre me estaba haciendo sentir. Yo misma me tapé la boca, para que ella no se preocupara más, mordiendo la tela entre el dedo índice y pulgar.
Se recogió en una esquina y se dedicó a mamárselo, mientras miraba a mi sexo y veía como su boca y su lengua pasaban por toda mi raja, desde mi clitoris hasta escudriñar mi interior, mis muslos temblaban sin que pudiera controlarlo.
Se lo sacó de la boca, besando su longitud y no más levantar sus ojos sabía lo que pretendía y accedí. Me dejé caer hacia adelante y compartir con ella el placer de meternos en la boca ese delicioso miembro.
El sabor de sus fluidos aún estaba presente, al principio me sentí un poco asqueada, pero con lo que él andaba haciendo en el mío me hizo olvidarlo muy pronto. Sin dejar llevarnos del todo por la emoción teníamos cuidado de que nuestros labios no se tocaran, aunque no siempre fue posible.
De un brinco se montó encima de él a cabalgarlo, nos quedamos ahí de frente mirándonos, aceptó que fue un momento un tanto incomodo. Lo único que se me ocurrió fue cerrar los ojos y acariciarme el cuerpo, cuando los abrí ella estaba dejando caer saliva en sus dedos sin quitarle los ojos de encima a mis senos.
Ella empezó a gemir y brincar, su novio estaba levantando la pelvis aprovechando el rebote del colchón inflable para penetrarla. Se dejo caer hacia adelante apoyó su frente en mi hombro y luego de la nada me dio un excitante mordisquito en la clavicula.
- Lo siento, lo siento... ahhhh ahhhh
Se separo y nos miramos fijo a los ojos, estas son cosas que pasan en instantes y que sabes que si te das el tiempo para pensarlas mejor no suceden, pero en la calentura nunca se tiene cabeza fría.
Las dos nos abalanzamos de frente, nos comíamos la boca con deseo y pasión, como si nos estuviéramos entregando a alguna especie de represión que ni siquiera sabíamos tener.
Los besos de una mujer eran demasiado diferentes, su respiración, mirada, presión, la forma en que jugaba con su lengua y hasta como me acariciaba el cuerpo. Le pasé la mano por la espalda jugando con mis dedos hasta sus caderas y de subida con las uñas.
Se estremeció, sus ojos se fueron hacia atrás y escuche en mi oído su delicioso orgasmo llegar. No más recuperarse, se acomodó de rodillas en sus piernas, me mostro su miembro empapado en sus fluidos y no tarde en metérmelo a la boca y saborear su orgasmo.
No sé de dónde sacó un condón, solo pude ver cómo me hizo a un lado y lo vistió con gran habilidad con su boca. Eso solo podía significar una cosa y no la iba a desperdiciar.
Quería verle la cara a él, pasé por encima, me di media vuelta, lo tomé con mi mano y lo guie a mi interior. Rayos aún mejor de lo que me había imaginado, su miembro tenía un tamaño perfecto, lo suficientemente largo para no aporrear al entrar, pero hacer que mi sexo se estremeciera.
Ella me abrazó por detrás, me besaba el cuello mientras lo miraba a los ojos por encima de mi hombro, me apretaba los senos y arrugaba su nariz pidiéndole que me atendiera bien.
Se inclino hacia adelante, lo abrecé por el cuello y se metió entre mis senos. Subía por mi cuello, se besaban al encontrase en el camino y luego lo dirigía hacia mi boca.
Los gemidos de los tres ya eran incontrolables, igual se escuchaban más ese concierto de ronquidos que cualquier otra cosa. La mano de ella pasó por mi cintura, pasando con sus dedos en puntitas.
Él se dejó caer, sus dedos alcanzaron mi clitoris, los movía en círculos y ejecutaba la presión perfecta para estimularlo sin que fuera doloroso, algo que pocos hombres entienden.
- Después de todo si eres mi mejor amiga47Please respect copyright.PENANA7tDl8eG0U2
- ¿Que?
Volteé a mirarla extrañada, no entendía como le daba por hablar de algo así justo en este momento.
- No los deje solos por nada
Me estiro el labio inferior robándolo con sus dientes y presiono con sus cuatro dedos en mi sexo.
- Ahhh me vas a hacer venir47Please respect copyright.PENANAYkG0XtR7BY
- Esa es la idea
Con su cara empujó la mía para que lo mirara a él, maldita delicia de hombre, me provocaba hacerle de todo y peor con esa cara de morbo con la que nos miraba estando juntas.
Los gemidos se me escapaban, su miembro entraba y salía de mi sexo, mientras ella dejaba marcas en mi cuello chupando con fuerza y arremetiendo contra mi clitoris.
- Si lo hubieras besado en la fonda no estaríamos en estas47Please respect copyright.PENANAyrSyNpQGIC
- ¿Osea que vos sabias?47Please respect copyright.PENANAwDFWciS6JB
- Claro que si47Please respect copyright.PENANAS0erWdRyyt
- ¿Me querías tender una trampa?47Please respect copyright.PENANA6GHdn3GXzO
- Más bien una prueba, una que no pasaron ni Juliana, ni Dianita
Volteé a mirarla con los ojos abiertos por lo que me acababa de confesar. Sonrió me dio un delicioso beso, cerré los ojos mientras se perdía en mi cuello. Su otra mano me apretó con fuerza uno de mis senos.
- En vos, si puedo confiar --me metió la lengua en el oído-- y por eso acepté invitarte y quitarte el antojo --mordiendo mi lóbulo-- yo sé, el muy maldito es una tentación andante47Please respect copyright.PENANAlkmqJW0TuX
- Ay jueputa, no me digas eso --solté un leve gemido-- que me pones peor47Please respect copyright.PENANA2vKhPGaubL
- ¿Me concedes un antojo? --besándome y rodeando mis labios con su lengua-- 47Please respect copyright.PENANAB2YWqMX0kH
- Que te coma en cuatro --su mirada lasciva me descomponía-- quiero ver como entra y sale
Ella de tiró boca abajo en dirección contraria a su novio. Me tomó de las piernas y me hizo acomodar encima. Él no tardo en entender, se hizo detrás de mí, apuntó con su mano y cuando lo tuvo acomodado en mi sexo, se agarró de mis caderas y lo empezó a meter y sacar lentamente.
Ella no paraba de reír, se sostenía de mis muslos y en ocasiones metía su mano para separar mis labios con sus dedos y poder ver mejor la escena. Yo trataba de mirar al frente, concentrarme en su miembro entrar y salir de mi cuerpo, pero su sexo me atraía como un imán.
Me mojé los dedos y empecé a acariciarlo, no era justo que yo fuera la unica que disfrutara, mucho menos sabiendo que yo era la invitada, la extraña. Con solo tocarla ella me empujo de las caderas hacia abajo y mi sexo cayó en su boca.
Él muy hábilmente acató en taparme la boca, sino los ronquidos no iban a ser suficientes para camuflar mis gemidos, pero me excitaba más cuando me apretaba de las caderas.
Tomé su mano con brusquedad y la regresé a su lugar, pidiéndole con mi mano que apretara con fuerza. Atendió mi petición y como añadidura un delicioso empujón que sentí como si me traspasara el cuerpo.
Lo miré por encima del hombro, me encantaba ver sus biceps, su torso y abdomen marcados. Como me miraba el trasero con morbo y se mordía los labios como si estuviera tratando de contenerse.
Cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando, levantó una ceja, me escupió guarramente en medio del culo y estiro uno de sus pulgares para acariciar mi asterisco.
- Ahhhhh siii... --me mordí la boca--
Cerré los ojos, dirigí mi cara hacia el frente y cuando abri los ojos me encontré con su sexo frente a frente. En mi mente parecía ser la única alternativa posible para no gritar y así lo hice.
Me abalancé hacia adelante y sin saber lo que hacía decidí imaginar que su sexo eran unos deliciosos labios para besar. La respuesta fue en efecto positiva, mi cara muy pronto estaba embadurnada con sus fluidos y maldita sea sí que me encantaba su sabor.
Ella ya no solo jugaba con su lengua, sus manos hacían estragos en mi clitoris y como buena primeriza lo mejor que podía hacer era imitarla. Se movía cada vez más y más y más y más rápido. Las penetraciones eran más profundas y constantes, el eco de su pelvis chocar contra mis nalgas me enloquecía.
Uno de sus dedos se empezó a escapar en el interior de mi trasero, bastó con meter una falange para hacerme venir, él andaba concentrado en no ser interrumpido para llegar al orgasmo, la única que lo noto fue ella porque le mojé toda la cara.
Lo peor es que al continuar de esa manera tan salvaje y no darme ni un segundo para recuperarme hizo que me viniera un par de veces más hasta que al fin soltó su descarga en mi interior.
Caí rendida a su lado, ella le arrancó el condón y hábilmente se lo metió a la boca hasta tomar de él hasta la última gota que quedaba en sus bolas y lo que se había alcanzado a derramar en su longitud.
Agotados por completo y con más CO2 que O2 dentro de esa carpa nos colocamos los sleeping por encima para poder dormir los tres juntos y completamente desnudos, algo que con seguridad iba a ayudar a conservar el calor.
47Please respect copyright.PENANA3xXSYB0K9h