En el antiguo altillo de una casona del Rimac, tres hermanas, Alicia, María y Milagros, se aventuraban en una tarde de juegos inocentes. Mientras reían y disfrutaban de la vida, un hecho inesperado perturbó su tranquilidad. El televisor en la primera planta se encendió misteriosamente, aumentando el volumen sin que nadie lo tocara.
Las tres hermanas, curiosas y algo asustadas, creyeron al principio que era uno de sus hermanos o su madre. Sin embargo, al escuchar las voces de dos mujeres que discutían acaloradamente, un escalofrío recorrió sus cuerpos. Cuando intentaron llamar para escuchar mejor, las voces se apagaron en un silencio inquietante.
Un terror indescriptible invadió la habitación cuando las voces se hicieron presentes nuevamente, desafiando la lógica y la tranquilidad de los jóvenes. El miedo las llevó a tomar una decisión audaz: bajar y enfrentar lo desconocido que acechaba en la casa ancestral.
Al llegar a la habitación, encontraron la luz encendida, el televisor apagado y las voces resonando en el ambiente sin rastro de ninguna presencia física. Con el corazón latiendo con fuerza, las hermanas tomaron la valiente decisión de huir, corriendo hacia la salida mientras las voces misteriosas las perseguían en un eco aterrador.
Alicia, con el corazón latiendo con fuerza y la sensación de inquietud envolviéndola, se encontró en una encrucijada entre la curiosidad y el miedo. La puerta abierta, las voces que resonaban en la oscuridad, y la sensación de que algo sobrenatural acechaba en esa casa ancestral la empujarban a adentrarse en lo desconocido.
Con paso vacilante, Alicia decidió enfrentar sus temores y adentrarse en la habitación donde las voces discordantes resonaban con fuerza. A medida que se acercaba, las voces elevaban su tono, envolviéndola en un torbellino de sonidos inquietantes que helaban su sangre y erizaban su piel.
El miedo y la tensión alcanzaron su punto álgido cuando las voces, que antes discutían, se convirtieron en risas macabras que resonaban en la oscuridad de la habitación. Las luces se apagan repentinamente, asumiendo la casa en un silencio sobrecogedor y en la oscuridad más profunda.
Con valentía y determinación, Alicia tomó la mano de sus hermanas y juntas corrieron hacia la salida, alejándose de la casa envuelta en misterio y terror. El aire fresco de la noche las abrazó al llegar afuera, disipando la opresión y el miedo que las había envuelto.
¿Qué les depara el destino a las valientes hermanas tras esta experiencia sobrenatural? ¿Lograrán descubrir el origen de las voces misteriosas y desentrañar el secreto que oculta la antigua casona del Rimac? ¡El misterio y la intriga continúan en esta noche llena de sorpresas y revelaciones inesperadas!
La familia de Alicia llegó a casa sin saber la experiencia sobrenatural que había vivido. Las hermanas decidieron guardar silencio sobre lo ocurrido en el altillo, sintiendo una mezcla de temor y alivio por el regreso de sus seres queridos. A medida que la noche avanzaba, la normalidad volvió a la casa, con las luces encendidas y un silencio reconfortante que parecía envolver cada rincón.
Para Alicia, María y Milagros, aquella noche se convirtió en otra más de las tantas en las que sucesos inexplicables y sobrenaturales habían sacudido su hogar. Aunque el misterio seguía sin resolverse, las hermanas guardaron en su corazón la memoria de aquella experiencia, un testimonio de las fuerzas ocultas y los secretos que acechaban en la antigua casona del Rímac.
La promesa de silencio entre las hermanas selló el pacto de protegerse unas a otras y mantener unidas frente a los misterios que se escondían en las sombras de su hogar. Juntas, enfrentarían cada noche llena de sucesos inexplicables, fortaleciendo su vínculo y su determinación de desentrañar los enigmas que rodeaban su mundo.
Y así, la vida continuaba en la casona del Rimac, con sus luces brillantes y su silencio apacible, escondiendo entre sus paredes historias de misterio y sobrenaturalidad que solo las valientes hermanas conocían. Con cada nueva noche, el ciclo de lo inexplicable se repetía, recordándoles que su hogar era mucho más que una simple casona antigua, era un lugar donde lo sobrenatural y lo cotidiano se entrelazaban en un constante baile de misterio y magia.
¡Qué intrépida y misteriosa aventura vivieron las hermanas en aquella noche llena de sucesos sobrenaturales en la casona del Rimac! ¡Espero saber si esta historia te sucedió a ti también querido lector..Fin
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