Capítulo 10: "Caos en el Domo: La Lucha por la Supervivencia"
Maya: ...No se preocupen, estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que todos estén seguros y sanos.
Cesar: (con tono de desconfianza) ¿Y por qué debemos creerte? ¿Cómo sabemos que no estás mintiendo?
Maya: (con calma y empatía) Entiendo su desconfianza, César. Pero les aseguro que mi único objetivo es ayudarlos. Estoy aquí para protegerles y asegurarme de que reciban la atención médica que necesitan.
Daniela: (con curiosidad) ¿Qué pasa con el virus? ¿Cómo se propagó?
Maya: (explicando)"Han sido aislados porque el área donde estaban refugiados durante el terremoto resultó estar contaminada con un virus desconocido. Al parecer, el terremoto liberó un tipo de virus que estaba latente en la tierra. Nuestros científicos están trabajando para entender mejor el virus y encontrar una cura, pero mientras tanto, debemos tomar medidas para evitar su propagación."
Hugo: (con frustración) ¡Esto es ridículo! ¡Deberíamos estar con nuestras familias, no aislados aquí!
Maya: (con comprensión) Lo sé, Hugo. Pero debemos tomar medidas para proteger a todos. No queremos que nadie más se contagie.
Después de la explicación de Maya los aislados disconformes siguieron comentando entre los demás aislados que estaban haciendo experimentos con la gente y Hugo levantó la voz.
Hugo: Escuchen todos, nos utilizan para hacer experimentos con nosotros ayudenme a salir yo estoy sano. ¡Habrán las puertas nos están matando!.
Mientras tanto los Científicos hacían adelantos en las investigaciones pero. El caos y la desesperación se apoderan de la sala de aislamiento tras la trágica muerte de dos personas. Los aislados, abrumados por la desesperación, desataron su angustia en gritos y destrozos. Mientras tanto, los líderes, observando la escena a través de las cámaras de seguridad, tomaron la decisión de enviar humanoides para contener la situación. El Coronel Juan lideró la acción, llegando con un grupo de cuatro humanoides para restablecer el orden.
Con determinación en sus ojos, el Coronel Juan indicó a los humanoides que contenían a los contaminados y que retiraran los cuerpos de los fallecidos. Con movimientos precisos, los humanoides llevaron a cabo la tarea con respeto y decoro, sacando los cuerpos en bolsas del Domo. La solemnidad del momento solo amplificaba el pánico y la desorientación entre los aislados.
Los gritos al abrir la puerta de la sala de aislamiento resonaron en todo el recinto, provocando una ola de desesperación y miedo entre los presentes. La visión de los dos cuerpos sin vida siendo llevadas fuera del Domo exacerbó el pánico, agitando a los aislados y aumentando la tensión en el ambiente.
En medio del caos y la incertidumbre, la sensación de desesperanza crecía, desafiando a los líderes a encontrar una solución ante la crisis desencadenada. La urgencia por restaurar la calma y garantizar la seguridad de todos se regresará más apremiante que nunca.
(Continuará...)
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