Erik Anders es el típico Sueco con cuerpo atlético, blanco como la nieve, cabello rubio y ojos azules. Heredo una cantidad enrome de dinero de su familia y no necesita trabajar para vivir. En un viaje por Suramérica, se sintió tan bien en Colombia y en especial del clima primaveral de Medellín que no quiso volver a vivir en otro lugar.
El hombre es super organizado y pulcro, pero no aparenta ser un millonario. Se viste super descomplicado, nunca usa ropa de marca y anda en bicicleta por todos lados. No le agrada estar con las personas de alta alcurnia, prefiere convivir con las personas del común porque de ellos es que se puede conocer realmente la cultura de un lugar.
El barrio Prado Centro en Medellín fue construido en 1926 con la idea de albergar a los más ricos de la ciudad, lleno de casas de arquitectura elegante y toques europea. En algunos casos son casas tan grandes que una manzana es ocupadas por cuatro de ellas. Ahora es un barrio bastante solo y en las noches inclusive puede llegar a ser peligroso. La mayoría de estas casas en la actualidad se convirtieron en ancianatos o pertenecen a empresas que se han aprovechado estos grandes espacios adecuándolos para la atención al publico.
Cuando Erik conoció esta parte de la ciudad sintió amor a primera vista por una casa ubicada en una esquina construida sobre una base de piedras parecidad las de un castillo para nivelar el suelo y poder construir sobre la pendiente una casa enorme. El lugar no se encontraba en muy buen estado, pero logró comprarla en un buen precio, se tardó casi 3 años el proceso de restauración y la cantidad de dinero que invirtió superó el valor de la compra.
Por fuera solo reparó lo que estaba muy mal, partes de la fachada que se estaban cayendo, rejas oxidadas y madera podrida, pero no permitió cambiar su estilo vintage por uno mas moderno, para él era casi un sacrilegio cambiar su identidad. Puertas para adentro es otra cosa, conservó la arquitectura pero se dio gustos mas modernos y especificos.
El barrio durante él día es bastante transitado pues sus vecinos, son dos empresas de salud donde se realizan exámenes médicos especializados. En las noches a duras penas quedan los celadores, no se escucha ni un alma y él puede hacer todo el ruido que quiera sin molestar a sus vecinos.
Por allá todos pensaban que Erik era el cuidador de la casa, ni siquiera pensaban que fuera el dueño, pues un hombre con esas pintas y sin carro, era imposible que fuera el dueño de semejante casa.
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Thomas conoció a Erik cuando estaba en el club de motos, en un café de uno de sus amigos donde iban varios extranjeros porque hacían tertulias para intercambiar practicas de idiomas.
Se hicieron buenos amigos y lo invitaba a salir con sus amigos en las motos a conocer los pueblos de Antioquia. El Sueco se convirtió en un paisa adoptado, podía asegurar que conoce mas de la cultura popular que muchos de los que nacieron en Medellín.
Muchos años después, como Thomas nunca le mostró interés en el dinero y prácticamente lo invitaba a salir a todo los lugares sin pedirle un peso. Lo invitó a su casa y le contó con un poco mas de su historia.
Su amor por Medellín, no era precisamente el clima primaveral. Además de ello se enamoró de las mujeres latinas, para él no hay mujeres mas hermosas y sexis en el mundo. Erik desde que tiene memoria le han encantado las mujeres mayores y en Medellín encontró el paraíso, con mujeres de todos los tamaños, colores y sabores.
En ningún lado se había sentido tan libre de disfrutar el sexo, los primeros años no paraba de fiesta en fiesta, su acento y pinta europea hacia que las mujeres llegaran a él como un imán. Se involucro tanto en la cultura nocturna y del sexo, que decidió destinar parte de su fortuna montando 6 sex shop en Medellín y otros 4 en otras ciudades del país, ahora es una de las marcas mas reconocidas.
Su casa no se queda atrás, esa remodelación incluía 5 habitaciones temáticas destinadas para el disfrute de sus placeres, desde los mas eróticos hasta los mas mundanos. Por lo general cerradas al público. Sin embargo un fin de año, nos invitó a una fiesta "privada" con mascaras donde pudimos conocer cada rincón.
Por su puesto fue una locura total... sexo, drogas y Rock 'n' Roll. Cada cuarto que visitabas era demencial y ni los espacios abiertos se salvaban. Si querías hacer algo en privado era imposible te tocaba disfrutar de la vista o servir para que otros disfrutaran.294Please respect copyright.PENANAEh1h7XRz7u
Bueno pero eso es otra historia que algún día les contaré. No nos desviemos mucho.
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Thomas sabía que Erik era un alcahueta, sobre todo si se trata de temas sexuales. No lo molestaba mucho, pero cuando lo hacía era porque necesitaba pedir un favor muy muy muy especial.
- Whats up bro how you doing?294Please respect copyright.PENANAWvj80WdGdm
- ¡Hey Mr Thomas! good to hear you
Thomas se alejó hacía la habitación para hablar tranquilo y negociar una tarifa con el Sueco por el alquiler de su casa. No iba a ser algo barato, pero la ocasión lo ameritaba.
Lo único que él pide es que no lleven prostitutas o prepagos a su casa, respeta su profesión pero no le gusta promoverla; muchísimo menos que involucren a menores de edad, eso es algo que lo saca de quicio. Pide demasiada discreción, sobre todo a la hora de entrar y salir para que no se le convierta luego en un problema. No quiere terminar siendo el "gringo" degenerado de su barrio.
No "presta" mucho su casa, solo a personas muy especificas. Cobra un valor significativo y no porque necesite el dinero, sino para que las personas valoren el momento y no se pasen de conchudas.
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