Jueves
18:30
El olor a humedad y metal me golpeó tan pronto como crucé la puerta del almacén. Es curioso cómo ciertos olores nunca se olvidan. Sangre. No importa cuánto tiempo lleve en esto, siempre siento ese nudo en el estómago cuando el aire está impregnado de sangre.
La cuerda seguía colgando del techo, balanceándose ligeramente, como si aún recordara el peso que había sostenido. Ya habían retirado el cuerpo, pero las marcas en el suelo y las manchas oscuras en la madera eran más que suficientes para contarme cómo había terminado todo.
Mire alrededor intentando buscar respuestas en aquella escena , intentando que aquel vacio y oxidado almacén me dijese algo sobre lo que había ocurrido. La voz del forense me sacó de mi ensimismamiento
- Que opinas ?
Levanté la mirada hacia la cuerda, luego al cubo tirado en el suelo. El eco del lugar hacía que cada movimiento, cada paso, resonara más de lo necesario.
—Aún no lo sé —respondí, dando un paso hacia la cuerda que colgaba del gancho en el techo. Levanté la mano y tiré de ella ligeramente. El nudo era firme, hecho con una precisión que no esperaba encontrar en un lugar como este. No era trabajo de alguien improvisado.
Me agache ligeramente para mirar el suelo mas detenidamente , había unas salpicaduras de sangre algo irregulares , eso no había sido casualidad , pero por que ? era una pregunta que no paraba de aparecer en mi cabeza , había sido de verdad un suicidio ? o se trataba de un asesinato , quizás una mafia , un grupo de personas , quizás por un ajuste de cuenta o tal vez solo fue una persona , sentí un sentimiento de impaciencia y agobio por la cantidad de preguntas que tenía , sin embargo algo me decía que no parecía un asesinato normal , había algo fuera de lo común todo parecía tan organizado y limpio todo tan perfecto , pero que clase de persona haría algo así ?
- El cuerpo estaba colgado ?
- Si respondió el forense - cuando lo encontramos apenas rozaban sus pies en el suelo-
Me incorpore un poco ,ladeando la cabeza , para poder mirar mejor el cubo que había unos centímetros abajo de la cuerda , estaba volcado , era oxidado poco resistente ,era como si en mi cabeza sonase el eco del viejo cubo oxidado rebotando contra el duro frio suelo de cemento
- Y el cubo ? le pregunte al forense
- Estaba a unos centímetros de debajo de la cuerda dijo el forense - Podría haberlo usado para impulsarse , eso nos ha hecho tener como primera opción
Escuche con atención las indicaciones del forense , Quizás fuera un suicidio pero había algo que no encajaba , la postura del cubo no estaba justamente debajo del cuerpo estaba unos centímetros más alejada no creo que tuviera la fuerza suficiente en ese momento como para patearla tan lejos además La cuerda, el nudo, el gancho perfectamente alineado. Todo era demasiado limpio, demasiado calculado
—¿Las manos? —pregunté, girándome hacia él.
El forense hojeó la carpeta antes de responder:
—Sin ataduras. Sin signos de defensa, aunque las uñas tenían algo de suciedad, como si hubiera intentado agarrar algo antes de caer.
Asentí, pensativo. Un suicidio, entonces, pero...
—¿Y el informe toxicológico? —insistí.
—Aún no lo tenemos, pero encontramos un leve olor químico en el cubo. Podría ser cloroformo.
Ahí estaba. La primera grieta en la narrativa del suicidio. Me acerqué al cubo, inclinándome para inspeccionarlo más de cerca. Un rastro opaco de líquido se había secado en uno de los bordes.
—Si estaba inconsciente antes de que lo colgaran, no pudo ser un suicidio —murmuré.
El forense me miró, esperando que dijera algo más. Me enderecé, cruzándome de brazos mientras mi mente analizaba cada pieza del rompecabezas.
—Necesito los resultados toxicológicos cuanto antes —dije finalmente, mi tono más firme esta vez—. Y asegúrate de revisar el cubo con detalle. Si hay restos de cloroformo o cualquier otra sustancia, sabremos con qué estamos tratando.
Me giré hacia la puerta, pero mi mirada volvió una vez más a la cuerda que colgaba del techo.
—Esto no parece un suicidio—dije en voz baja, casi para mí mismo—
Finalmente salí del almacén. El aire frío de la noche me golpeó con fuerza, llevando consigo un olor a humedad y césped mojado. Había llovido hace un par de días, lo suficiente para dejarlo todo embarrado. El suelo estaba blando, y las marcas de neumáticos y botas quedaban grabadas como cicatrices en el terreno.
Miré a mi alrededor, tratando de conectar todo. El almacén estaba lo suficientemente apartado como para que nadie lo encontrara fácilmente. Un escondite perfecto. Pero también era un lugar que gritaba abandono, como si hubiera estado esperando a ser descubierto.
Las luces de los coches patrulla iluminaban la entrada, proyectando sombras sobre las paredes corroídas. Algo en la escena me molestaba, algo que no podía identificar todavía. Era como una palabra en la punta de la lengua, un detalle justo fuera de mi alcance. ¿Qué estás tratando de decirme? Tenia la sensación de que todo era una especie de mensaje , como si intentase transmitirme algo pero no sabía el que , hice un pequeño chasquido con la lengua no podía evitar hacerlo por alguna razón se convirtió en una pequeña manía desde que era pequeño .Debía ir a la morgue antes de que se hiciera de noche , quería ver el cadáver de la victima ver si había algún signo de violencia o algo que me diese una pista . Mire el reloj 19:45 , no es muy tarde pense ,camine por el camino repleto de cesped hasta llegar a mi patrulla en mi cabeza de mientras iba pensando un plan mental de todo lo que tenía que hacer , no tenía tiempo que perder aunque me distraje de mis pensamientos al llegar a la puerta de mi patrulla y ver a Klaus apoyado sobre el capo dejando una taza de cafe sobre el techo del coche se me había olvidado por completo que venía con el
Klaus levantó la vista al verme y, con su habitual tono despreocupado, me saludó levantando la taza de café.
—Aleskis, siempre tan puntual. ¿Café? Lo dejé en el techo, así que todavía está caliente.
Le lancé una mirada rápida antes de abrir la puerta del coche.
—No hay tiempo para café, Klaus. Voy a la morgue.
—¿La morgue? —preguntó, bajando la taza del techo y siguiéndome hasta la puerta del conductor—. Pensé que estábamos cerrando este caso como un suicidio.
Me detuve, con una mano en el volante y la otra en la llave, pero sin encender el motor.
—¿Suicidio? —repetí, girándome hacia él. No me molesté en ocultar mi incredulidad—. ¿De verdad crees que alguien se cuelga de un nudo perfecto después de inhalar cloroformo?
Klaus encogió los hombros, tomando un sorbo de café.
—A veces las cosas son tan simples como parecen. No todo es un rompecabezas
—No cuando estás tratando con alguien que quiere que lo veamos como un suicidio —repliqué. Mi tono era más cortante de lo que pretendía, pero Klaus no pareció inmutarse.
Se quedó callado por un momento, mirándome como si intentara descifrar algo. Finalmente, suspiró y dejó la taza de café sobre el capó.
—Vale, te acompaño. Así te hago un poco de compañía humana , últimamente solo eres tu y tus papeles de trabajo- Dijo Klaus con un tono bromista mostrando que tenían una cierta amistad
No protesté. Klaus tenía la extraña habilidad de aparecer de la nada ,no me quejaba no me gustaba admitirlo demasiado por no ponerme sentimental pero Klaus era el compañero de trabajo con el que mas me llevaba y de una cierta forma mas aprecio le tenía aunque aveces me sacaba de quicio con su carácter conformista. Encendí el motor, y el coche rugió suavemente antes de comenzar a moverse.
—Entonces, dime qué piensas. Si no es un suicidio, ¿cuál es tu teoría?
Tomé un segundo para organizar mis pensamientos.
—No lo sé todavía. Pero todo esto se siente... limpio. Demasiado limpio. Los suicidios suelen ser caóticos, impulsivos. Este lugar, esta escena, parece más una obra de teatro. Alguien quiso que la viéramos, pero aún no entiendo por qué.
Klaus asintió lentamente, como si estuviera considerando mis palabras.
—¿Y el cubo?
—Eso es lo que más me molesta. El cloroformo sugiere que la víctima estaba inconsciente antes de colgarse. Nadie se cuelga a sí mismo mientras está inconsciente. Eso descarta el suicidio.
Klaus dejó escapar un leve silbido.
—Entonces estamos buscando a alguien meticuloso. ¿Un artista del crimen?
—Quizás —respondí, girando en una esquina que nos llevaba directamente a la morgue—. Pero el problema con los artistas es que siempre quieren ser vistos. Y eso significa que cometerán un error tarde o temprano.
El coche se detuvo frente al edificio de la morgue. Me quedé sentado un momento, mirando el parabrisas mientras las gotas de lluvia se deslizaban por el cristal. Algo seguía sin encajar.
—Vamos —dije finalmente, saliendo del coche.
Salimos del patrulla aunque antes de caminar hacía la entrada de la morgue mire de nuevo el reloj 20:20 un escalofrió recorrió mi cuerpo al notar una leve brisa de aire frio , el invierno se acercaba eso me recordó que tenia que arreglar el calefactor del baño de casa tuvo una avería e año pasado y todavía no lo había arreglado , intente acordarme para llamar a algún técnico ,Klaus había salido y me miro de reojo para entrar a la morgue , yo asentí ligeramente con la cabeza y entre junto a el a la morgue , Por dentro era mas triste que por fuera , las paredes eran grises no había muchos cuadros colgados solo algunos retratos de virgenes y algunos cristos nada mas que ver aunque tampoco me esperaba una morgue muy bonita siempre solían ser así Entre a una sala
La sala estaba iluminada por una luz blanca, casi clínica, que parecía más fría que el aire mismo. La camilla metálica en el centro de la habitación dominaba el espacio. Sobre ella, el cuerpo cubierto por una sábana blanca esperaba, inmóvil.
Un forense con bata amarillenta estaba de pie junto a la camilla, hojeando unos papeles. Levantó la vista al vernos entrar, haciendo un gesto para que nos acercáramos.
—Inspector Aleskis, ¿verdad? —dijo con voz seca. Asentí, pero no dije nada. Mi atención ya estaba en el cuerpo—. Tenemos el informe preliminar listo.
Dejé que Klaus tomara los papeles mientras me acercaba lentamente a la camilla. La tela que cubría el cadáver tenía un borde perfectamente doblado, como si incluso en la muerte todo debiera estar en orden.
El forense se acercó al cuerpo, deslizando la sábana con cuidado hasta revelar el cuello. Las marcas del ahorcamiento eran profundas, oscurecidas por un tono morado que apenas dejaba entrever la piel.
—Aquí están las marcas del ahorcamiento —dijo el forense, señalando el surco alrededor del cuello—. El nudo estaba atado con una precisión impecable.
Mi mente se quedó fija en esa palabra: "impecable". No era algo que uno esperara encontrar en un suicidio.
—¿Hay algo más? —pregunté, acercándome más para observar.
El forense señaló el antebrazo izquierdo de la víctima, girándolo ligeramente para que pudiera verlo. Había una marca pequeña, apenas perceptible, como si hubiera estado sujeto con algo.
—¿Ataduras? —pregunté, casi en un susurro.
—Es posible. Aunque no es concluyente. Las marcas no son lo suficientemente profundas, pero... podrían haber sido causadas por presión prolongada.
Klaus, que había estado revisando el informe preliminar, habló por primera vez.
—Dice aquí que encontraron partículas residuales de algo parecido al cloroformo en el cubo, ¿correcto?
El forense asintió.
—Exacto. Todavía estamos esperando los resultados toxicológicos completos, pero hay indicios de que la víctima fue sedada antes de ser colgada.
Mis ojos volvieron al rostro de la víctima. Los ojos cerrados, la piel pálida, la rigidez que ya comenzaba a asentarse. Algo no cuadraba, y lo sabía. Esto no era un suicidio. No podía serlo.
—¿Se sabe algo más sobre él? ¿Identidad, antecedentes? —pregunté, intentando conectar las piezas.
El forense asintió hacia Klaus, quien empezó a leer en voz alta.
— Franz Berger Hombre, 47 años, comerciante independiente. Vivía solo. No hay denuncias previas de acoso o conflictos familiares, al menos que sepamos por ahora.
Vivía solo. Nadie que pudiera ver lo que estaba pasando. Nadie que hiciera preguntas.
—Perfecta elección para un asesino —murmuré, más para mí mismo que para ellos.
Klaus me lanzó una mirada de reojo, pero no dijo nada.
—Klaus quiero que busques todo lo que puedas sobre este hombre que preguntes a gente que haya trabajado con el , que busques donde vive y si hace falta hasta cual es su grupo sanguíneo pero quiero saberlo todo, quiero que te centres sobre todo en encontrar alguna persona cercana que sepa mas acerca de el ,sus círculos cercano si tenia enemigo o cuentas pendientes
- Klaus asintió con la cabeza ligeramente para después abandonar la sala
Todo en mi mente empezaba a maquinar poco a poco como un viejo sistema de engranajes que marchaba despacio para poder funcionar del todo , Aunque lo único que tenía claro en este momento es que no era un suicidio si no que se trataba de un asesinato bien planteado , eso era un comienzo , no era mucho pero ya era algo
21:15
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