Como a la hora, la veo llegar, entrando por toda la mitad de la plazoleta, obviamente arrastrando miradas a cada paso.
Meses de escribirnos hasta que por fin decidimos vernos en persona. Ella miraba para todos lados tratando de encontrarnos bajo la descripción.
Si que disfrute ese momento, cara de incertidumbre total. Allí parada en medio, de unos veintitantos con su cabellera de un color inusual, sus ojos oscuros perdidos en la multitud y sus curvas bien marcadas. A cada vuelta disfrutaba sus piernas descubiertas, su delicioso cuerpo vestido por un body negro que conocí en fotos pero que en persona se veía muchísimo mejor.
- Te lo dije, ella está mil veces mejor
Una mueca mostró su frustración, así que decidí levantar una mano. Una sonrisa picarona y sus ojos enrollados hacia atrás dejaron ver en el modo más exquisito sus pómulos, las comisuras y líneas de sus labios.
Me levanté a su encuentro y sin mediar palabra la abracé como excusa para cumplir una de mis fantasía. Oler su cuello de cerca... que estremecedor, me invadió todos los sentidos y casi me derrito.
La tomé de la mano y aunque nunca nos habíamos visto, la presenté con mi esposo como una amiga de la universidad.
- ¿Quieren tomar algo o nos vamos a comer ya? -les dije-469Please respect copyright.PENANAZySykuQ9DH
- Pero que directa es esta mujer -respondió en tono de burla-
Se miran entre ellos y sueltan la carcajada. No podía sonrojarme más, Sentía los cachetes arder. Me uní a su carcajada y traté de corregir con voz nerviosa.
- Me... me refiero a cenar. Además, no permitiría disfrutar unas copas con lo hermosa que éstas
Levanté su mano para hacerle dar una vuelta. Ahora ya éramos dos con las mejillas ruborizadas.
***
Nos dirigimos a uno de los restaurantes del sector. Un buen vino tinto, pastas y carne nos acompañaron por varias horas mientras contábamos historias de la vida.
En una de las idas al baño, obviamente fuimos juntas, no pude soportar más y pasé la punta de mis dedos sobre su labio superior.
- No te imaginas como me encantan esos triangulitos
Me dí vuelta para salir del baño y me tomó del brazo para no dejarme escapar. Quedamos frente a frente. Los latidos del corazón a estallar y respiración fuerte, interrumpidas por una mesera que entró a lavarse las manos.
Como si no fuera obvio, disimular que tenía algo en el ojo lo hizo más evidente, acompañado de un ataque de risa inevitable.
Volvimos a la mesa y tras unas copas más de vino se nos hizo tan tarde que no nos percatamos que el servicio de conductor elegido había llegado.
En medio de la sorpresa solo acaté en decirle
- ¿Quieres que te llevemos a tu casa?469Please respect copyright.PENANAgc8Juy0bzU
- En realidad es muy temprano -mirando su reloj- ¿ya se van a dormir?469Please respect copyright.PENANALwUL8n4GaW
- No, un amigo se fue de viaje y nos pidió si le podíamos cuidar la finca en Santa Elena esta semana
Abrió sus enormes y oscuros ojos
- Con estos fríos que están haciendo debe estar una delicia el clima469Please respect copyright.PENANAO1zzu4kFMM
- Pues -volteé a mirar a Thomas- si quieres nos acompañas esta noche y te relajas un rato del corre corre de la ciudad. ¿Vamos?
Me gané un abrazo y un beso (espero que por ahora) en la mejilla.
- Si claro, que rico seguir compartiendo con ustedes
Mi esposo pidió que nos fuéramos para el carro y al rato volvió con unas botellas de Vodka, mallas de naranjas, snacks y una tabla de carnes y quesos.
- Listo, vámonos
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