#pegging #anal #orgia
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Rodrigo y yo nos conocemos desde la universidad, juntos en cada trabajo y entrega por hacer. Íntimos amigos, o más bien amigas, porque más gay no puede ser.
Nuestra tesis fue laureada y nos ofrecieron un puesto para trabajar en el mismo lugar.
Siempre nos apoyábamos el uno al otro igual que en la universidad. Sobre todo, en temas del corazón, ese hombro tenía nombre y dueño.
Tuvimos una época de desencanto amoroso, era casi como una profecía, condenados a vivir cornudos y sin amor. Prometimos en medio de la peor borrachera de nuestras vidas no volvernos a enamorar.
Y no lo hicimos, guardamos vigilia por un año, el mejor año de nuestras vidas. Viajamos juntos a algunos países y si antes éramos compinches, ahora éramos uña y mugre, hasta nos quedábamos a dormir juntos.
Hacíamos pijamadas y hablábamos de sexo sin tapujos, me le podia pasar empelota por encima después de bañarme o cambiarme de ropa.
El problema fue después de que el también tomara confianza y se paseara desnudo, con su gran cosota entre las piernas, ese cuerpo delicioso y esas nalgas duras como una roca trabajada al detalle en el gym.
No se imaginan la cantidad de trucos que me dio para el sexo anal, lástima que no tenía con quien más probarlos que con mis novios de batería. Los pocos momentos que me quedaba sola seguía sus indicaciones y ay dios mío bendito, que orgasmos.
Empezó a ser inevitable las últimas noches no fijar en su miembro e imaginarlo haciéndome todas esas cosas por delante, por detrás, viniéndose en mi cara y senos. Una imagen que se repetía cada que me masturbaba y me dejaba peor.
Lastimosamente él es tan pero tan gay que no me atrevía a decirle nada, era como tener a mi príncipe azul: comprensivo, amable, cariñosos, tierno, cariñoso y sexy, pero sin poder ponerle ni un dedo encima.
Maldita sea, la vida es una tragedia.
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Rodri, recibió un ascenso por su gran carisma. Tenía un don de gente que lo hizo brillar ante los demás y terminar en un cargo de dirección, su única y exclusiva condiciones para aceptar era que también me hicieran un aumento de sueldo y me nombraran su asistente.
Podrá tener el culo roto, pero las güevas sí que las tiene bien puestas. Algo que me parecía aún más sexy y como dicen por ahí de mentira en mentira, de broma en broma, se van soltando verdades.
En la oficina lo molestaba. Iba con minifaldas y vestidos provocativos, unos lindos ligueros, medias de malla y sentada en su escritorio le cruzaba las piernas.
- Karina, que zorra
- ¿Me va dar un aumento? ¿Jefe?
- Ves el aumento que le tengo acá --agarrándose las bolas--
Se toteaba de la risa y continuaba como si nada.
En casa le tiraba indirectas, tratando de jugar con una posición sumisa, como mi jefe. Baby doll, ropa corta, con transparencias y nada de nada, ese hombre era de hierro.
Solo cuando me le ponía en cuatro y me daba azotes en las nalgas mostraba un poco, pero muuuuuyyy poco interés.
- ¿Hace cuanto no te comes un culito?
- ¡Karina! ¡Pedazo de loca! no sea cansona
Se toteaba de la risa, me devolvía caminando hacia atrás y casi que se lo montaba encima.
- Si, quiere cierra los ojos y yo me lo dejo meter
- No mi amor ese culo está muy rico y todo, pero ahí le hacen falta un par de bolitas colgando y algo de donde me pueda agarrar y pajear desde atrás
Me levantaba con sus brazos y me tirana a un lado como si fuera un peluche, un adorno de compañía y seguía pegado de su celular viendo fotos de caballeros en Instagram.
- ¿Alguno de esos te gusta?
Escribió algo en el buscador y me lo mostró en pantalla con una risa perversa.
- Este papacito --se mordió los labios-- ¡cosita rica!
- Ufff hasta yo me vuelvo gay
- jajaja idiota
Estaba tan caliente que no me importó su primer rechazo, iba a por el segundo round. Le metí mano a su entrepierna y le agarré el miembro.
- La zorra es otra... vea como lo pone
- Con ese man lo que sea
- ¿Y si te hago el favor mientras vez sus fotos y te imaginas que...
- Karina, pero mujer ¿qué es lo que te pico?
Se levantó enfadado, se empezó a cambiar.
- Ya Rodri, estaba charlando
- No mujer, usted lo que necesita es una ducha de agua fría pa que deje de pensar maricadas
Cerró la puerta sin despedirse y se fue a dormir a su casa. Traté de dormirme, pero era imposible, me cogió el ataque de insomnio y ni el truco de pajitas hasta el cansancio funcionó.
- Rodri, corazón, ¿en serio estás enojado? ¿era una charla?
- ¿Charla? sí, como no, como si fuera bobo
- No es para tanto. Venga pa aca y dormimos juntas
- No, no quiero. Hasta mañana
- Rodri
- Oye Rodriiii no me dejes hablando sola
- Hasta mañana --contesto a secas y su estado cambio a fuera de línea--
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Las próximas semanas fueron una tortura. Me trataba con lo mínimo y casi exclusivo en relación al trabajo.
Traté de pedirle disculpas de todas las formas posibles: peluches, cartas y flores.
Lo extrañaba muchísimo, dormir en esa cama sin que me abrazara y me montara la pierna encima, me hacía dar vueltas y vueltas sin poder dormir. Me tenía malacostumbrada a tenerlo.
Último recurso, mariachis, le encantan. Fui y me conseguí un buen grupo, me tomé unos buenos chorros para envalentonarme y me llevaron en su microbus hasta su casa.
Cuando se asomó por la ventana y me vio con un ramo de rosas y el sombrero mexicano, cantando
- ¡Perdón, vida de mi viiiiiiidddaaaaaa! ¡Perdón... si es que te fallaaaaadoo!!
Se tapó con la cortina y me bajoneé un poco hasta que me di cuenta que era para poderse reír sin que yo me diera cuenta.
Se asomó con una risota de oreja a oreja y me hizo señal de corazón con sus dedos. Me abrió la puerta y me recibió con un gran abrazo.
- No lo vuelvas a hacer
- Nunca, nunca mi vida
Los mariachis entraron detrás de mí y cantamos a todo pulmón unas rancheras a duo, tomamos de la botella directamente mezcal y dormimos juntos como antes, abrazados como garrapatas y al fin pude dormir una noche completa.
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Haberlo tenido lejos tanto tiempo y ahora tan cerca había sido peor. Su aroma, sus risas, su trato me parecía casi mágico, quería aprovechar cada segundo con él.
Era muy difícil verlo semidesnudo o cuando me abrazaba en el mueble para ver tv y solo pensar tenerlo como amigo.
En cualquier momento esa promesa que le hice me iba hacer enloquecer, a toda hora estaba recaliente, pensando en él. Era una olla a presión con la válvula taponada a punto de estallar.
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Traté de salir con alguien para distraerme y echarme un polvo furtivo y veloz, pero a la hora de la verdad ya semi desnudos en el motel, me arrepentí porque no dejaba de pensar en él. Quedé como una calienta huevos, pero no fui capaz, me sentía como si le estuviera montando los cachos.
Aburrida y frustrada, me fui para mi casa a quitarme las ganas una vez más con mis vibradores, morder la almohada y pensar que era Rodri el que me partia el culo.
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Se acercaba Halloween y unos de sus amigxs de la comunidad nos invitaron a una fiesta de disfraces. Son famosas las fiestas que se montan en esa casa del pecado, descontrol total.
Se me ocurrió una idea bastante diferente, si eso no funcionaba me iba a dar por vencida, pero como dice el dicho iba a poner todas las carnes en el asador, apostarlo todo.
La primera parte del plan no fue tan difícil. Lo convencí de ir disfrazados como MiB (Hombres de negro). Le encantó la idea.
Hombre significaba que me iba a convertir esa noche en todo un macho. Conseguí una faja para esconder mis senos, aunque tampoco es que se necesite hacer mucho esfuerzo en esa área. Vestí un arnés con un dildo color chocolate de buen tamaño, nada exagerado y encima un suspensorio, no quería que se me notara demasiado el morro.
Iba con toda y hasta en la peluquería me hice motilar con el cabello corto, peinada de lado. Traje, corbata, un buen perfume y pasé en el taxi a recoger.
- Buenas noches compañero --dije que voz fuerte y ronca--
- Ahhhhh me encanta
Gritó dándome palmadas de emoción soltando todo el plumero.
- El disfraz es "hombres" de negro, no "locas" de negro --le dije--
Se toteo de la risa, se sentó con la espalda recta y mirada sería le indicó con voz ronca la ubicación al conductor.
Esperaba poder mantener toda la noche mi papel de macho alfa y sobre todo no olvidar el tono de voz.
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Eramos la sensación en la fiesta, toda la noche molestamos con los lentes oscuros y las putas linternitas borrándole la memoria a la gente.
La rumba a medida que el licor entraba en los cuerpos se fue convirtiendo más y más pesada. Algunos rincones "oscuros" se convertían en una delicia para los voyeristas.
Rodri no le quitaba el ojo a una pareja que tenían arrinconada contra una esquina, Robin de rodillas dándole una batimamada a su Batman. Creo que a nosotros dos no era los único que nos tenía caliente esa imagen.
Me hice detrás de él para que pudiera ver sin distracción, me acomode bailando detrás de él y disimuladamente empecé a rayarlo con mi morro. Él estaba tan distraído que ni cayó en cuenta, pero su inconsciente lo hacía mover el trasero hacia mí para disfrutar la sensación.
Los super heroes decidieron desaparecer a un lugar mas privado y cuando al fin cayó en cuenta de lo que le estaba haciendo volteo a mirarme por encima del hombro y se sonrió sin detener sus eróticos movimientos.
Disimuladamente me lo fui llevando agarrado de la cintura hasta uno de los extremos de la sala y cuando estábamos cerca de una de las habitaciones, abrí la puerta lo jalé al interior.
- Te voy a culear
Dije con voz de varonil, mientras me marcaba el dildo con las manos le dije.
- ¿A si? --intrigado cruzando los brazos-- ¿y con que se supone que lo vas a hacer?
Lo empuje y cayó sentado en la cama.
- Con esto
Me bajé los pantalones hasta las rodillas junto con el suspensorio, agarrando con mi mano el dildo color chocolate hacia arriba para que también pudiera ver las bolas.
- Ay esta Karina si sale con unas cosas
- ¿Karina? yo no sé quién es esa mi nombre es Will
- Ahm claro, perdón Mr. Smith --arqueando sus ceja-- por la confusión
Me quedé mirándolo fijo con cara de hielo sin seguirle el chiste.
- No es broma, te voy a culear
Levantó una ceja interesada, pero aún se reía creyendo que era una broma. Me hizo acercar atrayéndome con su dedo índice y le dio una deliciosa mamada al dildo mirándome a los ojos solo para retarme.
- ¿Por qué no te pones en cuatro "compañero"?
- Esta Kari. Ya deja la bobada que estas muy borracha
- No, borracha no. Estoy muy caliente y te quiero comer, date la vuelta
Él todavía me seguía el juego, todavía pensaba que era una broma y me seguía la corriente.
- A ver, pues
Se dio la vuelta bajándose el pantalón hasta las rodillas y se acomodó en cuatro mirando sobre su hombro.
- ¿Si sabe qué hacer con eso?
Me acerqué colocando el dildo entre sus nalgas pasándolo de arriba a abajo, moviendo mi cintura suntuosamente e invitándolo a mover su cuerpo también. Coloqué mis manos a los lados del elástico del boxer y me volteó a mirar con duda.
- ¿Sigo?
Levantó un hombro y una ceja como si no le importara, pero su respiración y sus ojos dilatados ya empezaban a delatar sus necesidades.
Me coloqué las gafas oscuras, le baje la ropa interior y saque de mi saco un tarrito de lubricante, le llene el trasero y use sus mismas nalgas para lubricar mi dildo. Le pasé la cabeza por toda la raya de arriba a abajo, jugué con sus bolas y luego coloqué ambos miembros juntos acariciándolos con mis manos.
Se había contenido demasiado, se agachó a morder una de las almohadas para que no lo escuchara gimiendo. Se la arranque con mi mano y la tire lejos, no iba a permitir perderme esos gemidos de placer por nada del mundo.
Empecé a jugar con mi mano en su trasero y el mismo me empujo con su mano para que le terminara de meter el dedo. Agarró el dildo con su mano, se lo acomodó atrás y tras apretar los ojos se lo metió el mismo.
- Ay jueputaaaa ¿por qué será tan rico? dios mío
- Si ¿te gusta? ¿te gusta que te den por el culo? ¿sí?
No sé porque enloquecí se lo metía y sacaba como loca, le daba palmadas en las nalgas, lo agarraba de las caderas y se lo metía más y más duro. Él encantando.
Levanté un pie sobre la cama, para podérselo meter más y con mi peso adicional la cama empezó a pegar contra la pared. Seguro que en la sala nos estaban escuchando.
Me empujó para separarme y por un momento pensé que le estaba haciendo daño. Me cogió del cuello me dio un beso y me quede sorprendida.
Se acostó boca arriba, se colocó unas almohadas debajo de las nalgas y levanto sus piernas. Me quede mirándolo un momento así todo vulnerable.
- Que zorra --reí despectivamente--
- Igual que vos
Apunté el dildo a su trasero y usé el impulso del acercamiento para metérselo de un solo empujón. Apretó los ojos y se mordió los labios.
- Ya vas a ver...
- ¿Qué?
- Te lo voy a meter así de duro para que aprendas
Creo que la risa de pendeja no me cabía en la cara, no solo me lo estaba comiendo, sino que él ya tenía planes de hacer lo mismo.
- Que rico, métamelo hasta donde quiera --le dije--
Se lo volví a meter tan fuerte como pude y me miró levantando una ceja como advertencia, pero a mi nada me valía, llevaba ya demasiado tiempo queriendo esto y si lo hacía perder el control mejor.
Agarré sus tobillos y nos quedamos mirando a los ojos mientras me lo follaba. Movia las caderas en círculos y también de adelante hacia atrás. Empezó a gemir un poco más agudo y femenino, me encantaba.
Descargué sus piernas en mis hombros, monté las rodillas a la cama y mientras me lo follaba empecé a masturbarlo señalando su boca.
El levantó la cabeza al notar lo que quería. Se lo sacaba casi del todo y se lo volvía a meter con fuerza.
- Ay jueputaaa si si ricooo duro métemelo duro
Claro que lo complacía y le daba tan fuerte como podía. Un chorro salió disparado contra la pared, baje su miembro y esta vez pego contra su pecho, hasta que al fin un último chorro fue a dar cerca de sus labios.
Dejé caer sus piernas a mis lados y me acosté encima de él para recuperar con mi lengua su semen y llevárselo a la boca. Nunca en la vida había compartido eso con un hombre y me excito tanto que me hizo venir.
Me acosté a su lado y nos quedamos mirando a los ojos, esperando su reacción.
- ¿Qué tal? ¿Si te gustó?
- Estuvo bien, te falta mejorar la puntería
- La práctica hace al maestro
- No pedazo de loca, esto es sexo de borrachera y nada más, no creo que se repita
- Bueno pues si es así, te pienso disfrutar toda la noche
- Vamos a ver si aguantas
Me agarró la mano para que cogiera su miembro y ya estaba reaccionando de nuevo. Sonreí al darme cuenta de que no me iba a dejar con las ganas.
Me hice al borde de la cama y me lo metí en la boca para ayudarle a terminar de ponerlo bien duro, eso sí, evitaba mírame, seguro necesitaba una imagen más varonil y no el rostro de una mujer disfrazada como hombre.
Al tenerlo en la boca fue cuando realmente dimensioné su tamaño y me arrepentí un poco por haberlo tratado sin cuidado, si él hacía los mismo creo que me iba a dejar sin poder caminar bien unos cuantos días.
Me levanté del suelo, le di la espalda, caminé a la ventana y corrí un poco las cortinas mirando hacia el patio trasero donde se concentraba la mayor parte de la gente en la piscina y con el DJ.
Volteé a mirarlo, me reí pícaramente. Me terminé de quitar los pantalones separé las piernas y apoyé las manos contra la ventana.
- Que necia eres
- Dirás necio
- Oh si, que necio eres Mr. Smith
A ambos nos ha llamado mucho la atención el exhibicionismo y bueno pues si esto iba ser cosa de una noche, pues a disfrutarla al máximo.
Sentí como me abrazo por la espalda, mientras me besaba el cuello. Me metió la mano al bolsillo de la chaqueta para sacar el lubricante y escuche como lo termino de vaciar en su miembro y luego de forma brusca con sus dedos me llenó el asterisco.
- Mr. Smith usted sabe que soy un admirador ¿cierto?
- Si, puedo sentir tu "gran" admiración
- Espero que me perdone por esto
- ¿Por qué? ahhhhhhh
Apoyé una mano hacia atrás para detenerlo un poco de verdad que mis dildos no eran nada comparado al grosor.
- Ay jueputa lo tienes muy grande
Voltee a besarlo y morderlo los labios desesperada por concentrarme en algo más.
- ¿Lo saco?
- No, ni por el putas
Abri los ojos con mirada amenazante y ceño fruncido. Él me beso mientras se reí porque había caído redondita en su broma.
Me empezó a respirar, a besarme en el cuello a decirme porquerías, recordaba muy bien que le había dicho que eso me excitaba de mis ex-novios.
Sin darme cuenta, ya me tenía completamente llevada con la cara pegada al vidrio siendo empañada por mi respiración y mis gemidos.
- ¡Ay jueputa que ricooo hijueputtttaaaaa! ¡que rico cuelas malparido!
La puerta se abrió de repente, entró una pareja de hombres con disfraz de motociclista besándose y con una botella de ron en la mano. De seguro estaban buscando lo mismo que nosotros.
- Upsss, que pena
Salieron muertos de la risa y nosotros continuamos en lo nuestro.
- A ver Mr. Smith ¿qué sabe hacer con ese culito?
Él me soltó, se colocó las manos en su cintura en forma de jarrón y se me quedo mirando el trasero. Apoyé mis manos en el vidrio para poder empujar mi cuerpo hacia atrás y comérmele esa deliciosa verga. Se que le di un buen show de twerking para su disfrute.
Voltee de nuevo la mirada al frente y me percaté que sin querer había abierto más la cortina y se me llenó el cuerpo de adrenalina por el pudor, pero al fijarme bien que la gente estaba tan ocupada, me relaje porque ni parecíamos importarles.
Acto seguido veo bajar la misma pareja se hombres que habían estado en la habitación, entre risas secreteaban a algunos otros y ahí fue cuando las miradas comenzaron a llegar.
Levantaban las manos y gritaban como locos y coreaban "Eee Eee Eee Eee Eee" a cada penetración. Me dio tanta vergüenza que cerré las cortinas para poderme concentrar y chiflaron por el desplante.
Rodrigo se inclinó hacia adelante y de un fuerte tirón lanzó las cortinas hacia los extremos y ya no tenía como alcanzarlas ni cubrirme.
Todos chiflaron y aplaudieron. Esto era nuevo y de alguna forma me excitaba, pero no me dejaban concentrar muy bien cuando se secreteaban, sentía como si se estuvieran burlando y mi orgasmo se desvanecía. Asi que opté por cerrar los ojos.
Rodrigo me resoplaba en el oído, me decía un montón de porquerías gay al oído y me volví a sentir de nuevo en la onda y en camino. Maldito degenerado, tanto me conocía que sabía cómo enloquecerme.
- Ya viste lo que causaste
- ¿Lo qué yo qué?
- Solo abre los ojos
Abajo los ánimos se encendieron, las ropas y disfraces estaba tirados por todo el suelo y la piscina. Había un nudo de cuerpos y manos en los que no se distinguía género o sexo alguno.
Justo como profetizó una exreina de belleza. Hombre con hombre, mujer con mujer, así en el mismo modo y sentido contrario.
Ni el DJ que en ningún momento dejo de poner música se salvó, encabezando un delicioso tren de cuatro vagones.
- Por eso es que no podíamos estar juntos --me dijo entre risas--
- ¿Por qué?
- Porque podemos causar que se adelante el fin del mundo
- Pues que se acabe ese HP
Me levantó la pierna y la apoyo al borde del ventanal, me volvió a empujar contra el vidrio y me acomodó la cara para que mirara hacia abajo de nosotros.
Al parecer la liga de la justicia se había reunido. Un hombre trans disfrazado de la Mujer Maravilla tenía encima a la Super Woman encima cabalgando, entre las dos se la mamaban a super man. Detrás de ellas Robin dándole por el culo a la rubia y Batman detrás sodomizando a su fiel compañero. Linterna Verde se unio tarde a la fiesta, llegando directo a buscar los labios del Super Hombre que le bajo la trusa y le entrego su miembro a la Mujer que hacía Maravillas con su boca y se atragantaba con ambos miembros. Linterna Verde no demoro en hurgar debajo de la capa roja y buscar el "anillo" que al aparecer se le había perdido.
Rodri pasó su mano hacia adelante agarrándose de mi dildo y masturbando en dirección a ellos.
- El proximo año nos disfrazamos de super heroes, se ve que les gusta divertirse
- ¿Acaso ya quieres comerme con otro?
- Creo que no me estas entendiendo
Se rio, me beso y no fue necesario que me dijera nada más. Definitivamente no era yo la que él se imaginaba en medio y me encantaba la idea.
- Me encantaría culearte, mientras te veo mamárselo --aprovechando que Batman volteo a mirarnos--
Ese comentario fue como la gota que hacía falta para derramar el vaso, un que está acumulado y llenito de vaso llenito leche.
- Aghhhh ahhhhhh ahhhh ahhhhhh
Sentí la tibieza de su semen entrar en mi trasero y como canilla descompuesta me empecé a venir sin saber cuándo iba a parar. Él aprovechaba su propio liquido como lubricante para darme las ultimas estocadas, lo cual provocaba mis orgasmos vinieran uno tras otro... hasta que mis piernas me fallaron.
Caí de rodillas al suelo, con la frente apoyada al ventanal muerta de la risa porque ni siquiera tenía fuerza para acomodarme bien, no lo podía ni creer. Acababan de darme la mejor culiada de toda mi vida.
Él me levantó del suelo, me tomó de las piernas y la espalda, me llevó a la cama y me dio un beso muy tierno.
- Estas loca Karina... y la "loca" de esta relación soy yo querida
- Es tu culpa
- Aja claro ¿mía?
- Si tuya, por me hiciste enamorar
- Pendeja, estas escuchando lo que me estás diciendo, yo soy gay
- Si ¿es que acaso algo prohíbe enamorarme de un hombre gay?
- No Kari, pero...
- Rodri, te apuesto a que te enojaste y me dejaste de hablar porque te viste amenazado a probar lo que nunca habías probado, porque estoy segura de que yo también te gusto
- Pareces una maldita Bruja --se rio--
- ¿Osea que es verdad?
- Si --se acercó a besarme-- y caí redondito en tu trampa de los disfraces
- ¿Te gusto la sorpresa? --le dije mirando el dildo--
- Desde el momento que me la sacaste ya estaba perdido
Nos echamos a reír. Nos dimos un fuerte abrazo y nos quedamos ahi sin mediar palabra. El lugar en el que el cansancio y la borrachera no llevo a caer dormidos.
Al siguiente día nos levantamos y caminamos entre las habitaciones llenas de cuerpos desnudos tirados en el suelo.
Nos fuimos para su casa a darnos una ducha, desayunar y hablar las cosas más en serio. Igual no teníamos muy claro que iba a pasar después.
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Decidimos intentarlo sin cambiar la esencia de ninguno de los dos. Priorizamos antes que nada la amistad y aprendimos el uno al otro a complacer nuestros placeres y fetiches.
Con el redescubrí mi gusto por un tipo de porno que nuca veía antes, porno gay. Nos enciende a los dos y de vez en cuando, cada que nos animamos salimos por ahi a algún bar a cazar algún incauto y devorarlo entre los dos.
Decidimos no dejarnos esclavizar por un montón de esquemas y estereotipos (gay, hetero, bi o lo que sea) preferimos escoger la libertad y vivir una vida dónde nosotros decidíamos unas nuevas reglas.
Siempre nos van a mirar como bichos raros y es lo que menos me preocupa, porque tengo al hombre que amo a mi lado.
Asi ya llevamos intentándolo por 2 años. Nos sentimos plenos, felices y dichosos, con planes de matrimonio y hasta conversaciones ha habido por ahi con la idea de tener un hijo.
En fin, amo a ese hombre con todo mi ser.
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Gracias a Agata por abrir este espacio y por animarme a contar esta extraña historia. Besos a todxs y que les rompan el c**o bien rico. Besos.
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Relato: Karina131Please respect copyright.PENANAS39UaPIKf3
Escrito: Agata
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