#cuckquean #intercambio #cachos #venganza
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La universidad que bonita época, llena de conocimiento y aprendizaje, no solo hablo de forma netamente académica porque también es una etapa de descubrimiento personal.
Debo aceptarles que en el colegio fui un tanto santurrona, pero al llegar a la Universidad cuando conocí a Nico la vida me dio un vuelco completo. Un man inteligente, buen mozo y toda una delicia en la cama.
Él me retaba tanto a abrir nuevos horizontes que poco a poco me fue convirtiendo en una adicta a nuevas experiencias. La más loca de todas fue aceptarle ser novios en una relación abierta. Mi unica condición fue que debía ser consentido antes por el otro.
Igual nos demoramos en que sucediera la primera vez, pero una noche todos alicorados una nena le empezó a hacer ojitos y él no se había dado cuenta, me sorprendí a mí misma convirtiéndome en su celestina y ayudándolo a caerle.
Terminamos los tres en la casa de Nico y aunque ella estaba abierta a estar con los dos e intenté darle algunos besos me di cuenta que no era algo que me llenaba, pero si me puse recaliente al darles espacio y ver como ellos dos se comían.
Nunca había estado tan estúpidamente caliente masturbándome viendo como mi novio se lo metía a tremenda zorra y como ella encantada gemía como loca.
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Me volví un tanto adicta a verlo con otras mujeres, tanto así que muchas veces cuando conocía nenas en la calle se las llevaba sin avisarle al apartamento, primero la hacía ver a ellas como se lo mamaba y dependiendo que tanto se excitaban las dejaba solo mamar y si hacía buenos méritos pues le daba via libre a que se lo comiera.
Varias de ellas volvieron a intentar que me les uniera y la verdad como me enseño Nico trate de tener la mente abierta. Intenté varias veces, hasta deje que me dieran lengua mientras yo se lo mamaba, pero se me secaba tanto como el desierto del Sahara, pero eso si me sentaba en un mueble a ver cómo se las comía, me convertía en segundos en todo un mar.
Para mí era como tener mi propio actor porno de cabecera al cual podía poner a gusto en cualquier película que me imaginaba.
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Tratábamos de ser bastante discretos en los ámbitos dónde más nos conocían y solo ir de "cacería" a bares que no frecuentábamos demasiado, prefería que esos encuentros fueran cosas de una noche y ni siquiera intercambiar nombres o teléfonos.
Una noche en una fiesta de fin de año terminamos el apartamento de alguien de la universidad con un montón de gente que ni conocíamos. La cantidad de alcohol era impresionante y la música una delicia, llevaba descalza un buen rato porque ni siquiera nos sentábamos entre canciones y ya no me aguantaba los tacones.
Ahí estaba Salomé, mi némesis, la que hablaba pestes de mí, decía que le había quitado a Nico porque estaban destinados a ser novios y difundió más de un chisme de mi tratando de dañarme la reputación y que Nico volviera con ella, lo que no sabía era que lo que menos le importaba a mi novio era precisamente mi reputación.
Ella estaba bailando con un tipazo delicioso y cuando pasábamos su perfume me alcanzaba. Me interese demasiado en verlos. Notaba esas ganas que le llevaba, como le pasaba la mano por la espalda y la apretaba por la cintura para dar vueltas. Me los imaginaba en la cama y más me excitaba.
Sentí ese calorcito en la entrepierna igual a la que sentía cuando Nico estaba con otras mujeres y me empezó a enloquecer una idea.
- Nico, mira disimulado ¿ok?
Le hice dar una vuelta de 180 grados y seguimos bailando como si nada.
- Esa es Salomé ¿cierto?
- Si, la mismísima
- Esta como buena ¿no?
- No empieces Cata, que me haces calentar
- Y el man también esta como querido
Me dejo de abrazar, tomó de las manos y me hizo dar unas vueltas mientras me miraba con una sonrisita de intriga. Me dio un beso y me apretó de la cintura para seguir hablando.
- A ver loquilla que tienes en mente
- Me antojé de comérmelo y que vos te la comas a ella
- Ya me lo hiciste parar
Le mandé la mano disimuladamente y pude notar la dureza de su erección a través del pantalón.
- Que rico un intercambio ¿no?
- Pues la nena es medio santurrona por eso es que ella y yo no progresamos
- Las personas cambian
- No Cata, créeme que ella no ¿por qué no buscamos a otra pareja?
- No, me antojé fue con ellos dos
Seguimos bailando, dando vueltas y mirándolos disimuladamente.
- Tengo una idea --dijo Nico--
- A ver --se me acercó al oído para poder hablar sin gritar debido a que la música estaba muy fuerte--
- Ella jura que vos me robaste a mí y que sos una perra
- Eso le dice a todas sus "supuestas" amigas
- ¿Qué tal si le damos un motivo para que sea cierto?
Me separé de él y lo miré interesada, pero extrañada entrecerrando los ojos.
- No entendí bien
- ¿Si hacemos que se monten los cachos esta noche?
- Me gusta ¿cómo propones que eso pase?
- Bueno yo me encargo de Salome y vos del man, los separamos y vos te lo comes a él y yo a ella
- Nicolas de Maquiavelo, eres malvado, me encanta
Brinqué como loca emocionada y grité como poseída mientras me reía de forma macabra.
- Shhh --me tapó la boca con la mano y rio mirando a los demás-- disimula un poco pendeja o se va dar cuenta todo el mundo
Continúanos bailando con esa risita de satisfacción. Esperando el momento preciso en que alguno de los dos se fuera al baño para atacar. El man le dio un beso le dijo algo al oído y arrancó rumbo al baño.
- Listo Nico, dame un condón
Nos tomamos de las manos, le di un beso y le cogí el miembro por encima del pantalón.
- Divierte --me dijo--
Entregándome el preservativo en el puño de la mano y cerrándola para que nadie más lo viera.
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Nico tomó rumbo hacia Salomé y la alcanzó cerca de la cocina saludándola efusivamente con un beso en la mejilla y tomándola con confianza de la mano. La muy pendeja lo recibió con una risita nerviosa, no había dejado de gustarle, los ojitos le brillaban y sí que iba a ser presa fácil.
La puerta del baño estaba cerrada, pero algunas cositas aprendí en la vida cuando mi mamá me castigaba en la habitación con llave cuando era niña. Tomé un cuchillo desechable que alguien había dejado en una mesita del corredor con un plato, lo metí entre puerta y cerrojo, en segundos abrí la puerta metiéndome rápidamente y cerrando antes de que alguien me viera.
- Está ocupa... --volteó a mirar sobre su hombro--
- Lo sé
El man había bebido demasiado, se le notó la incomodidad por no poder para de orinar y tener a una desconocida detrás.
- Será que puedes esperar afuera
- Nop --me reí con picardía--
Caminé sin reparo hasta quedar frente a él apoyándome en la pared con un pie en la pared y levantando la falda para correrme la tanga a un lado y meterme un dedo.
- Umm --me mordí los labios-- que interesante
- ¿Mujer acaso estas locas?
- Si, completamente --coloqué el condón entre mis dientes y me apreté los senos--
- Por favor te podés salir --tapándose el miembro con su otra mano--
Yo le di una palmada y él me miró aún más confundido.
- Fresco que su novia no lo va extrañar demasiado, nos echamos un rapidito y ya
- Pero que cara... --tomé su mano y la coloqué en mi sexo--
Estaba remojadísima y al sentir mi calor en sus dedos no la pudo retirarla y reí al ver como tragó saliva. Las últimas gotas salieron de su miembro, lo llevé detrás de mi hasta el lavamanos y lo limpié con abundante agua. Abri el sobre con los dientes me lo metí en la boca y me hice de rodillas masturbándolo con ambas manos hasta que lo tuvo duro y me abalancé a vestirlo con el condón dándole una buena mamada.
Él me tomo de la cabeza y claramente excitado empezó a follarme la boca como si quisiera terminar en segundos.
- No papacito, yo me lo quiero es comer
Me monté en el mueble del lavado, abri las piernas, me llené la mano de saliva y metí los dedos. Él se acercó con prisa, me levanto las piernas por los muslos y me los metió.
- Oh sí que rico, follame como una perra desconocida
Arremetía contra mi sexo desaforadamente, me besaba con desespero y compartíamos el aliento tibio y alicorado. Me agarré de sus nalgas y empujé con fuerza hacia mí para que me lo metiera más rápido clavándole las uñas.
- ¡DURO! ¡MAS DURoooooohhh!
- ¡Shhhh!
Me tapó la boca, mientras miraba preocupado hacia la puerta. Tomé su mano la coloqué en mi cuello para que me ahorcara, él me miró frunciendo el ceño con una sonrisa malvada. Me apretó, cerré los ojos y mientras me corría sentí como pegaba su frente a la mía y su miembro llenaba de semen la recamara del preservativo.
Se separó de mí y me miró con desprecio, se arrancó el condón le hizo un nudo, lo tiro al escusado dejando correr el agua para desaparecer las pruebas.
Mientras él se vestía y arreglaba, yo me quedé mirándolo mientras jugaba con los fluidos con la punta de mis dedos, había quedado peor de cachonda y se me antojaba repetir.
El revisó que no tuviera rastros de mi labial en el cuello o la camisa, se acercó mirándome a los ojos sin saber que decirme. Levanté mi dedo del medio por comportarse como un patán y él se lo metió a la boca chupándolo.
- Lastima que tenga que ser tan corto --dijo--
- Pues si te animas, podes invitar a tu novia y la pasamos bien los cuatro
- ¿Los cuatro?
- Si, ella con mi esposo y yo con vos
- Ojalá mi novia tuviera la mente igual de... --hizo una pausa mirando mi sexo palpitante entre mis piernas-- abierta a la tuya
- Si ella no quiere entonces me pueden follar entre ustedes dos
- Muy interesante, pero será otro día, déjame tu teléfono y...
- No galán, es una oportunidad que solo va pasar hoy porque estoy tan caliente que me tiraría un pelotón enterito
- Una lástima, porque hoy es nuestro primer aniversario y no puedo faltarle
Lo tomé de la camisa, le di un último beso pegando mi sexo a su pantalón para dejarlo impregnado y lo empujé.
- Feliz aniversario entonces, hasta nunca
Levanté mi mano haciendo la seña de despedida encorvando ligeramente los dedos. Él abrió la puerta revisando que nadie más estuviera y al salir la cerró apretando el seguro para que nadie más entrara y me viera así. Lástima porque si entraba otro tipo me lo habría comido igual o mejor que a este.
Me bajé del lavado, me senté a orinar y mientras lo hacía recordaba esa deliciosa imagen mientras me follaba ese desconocido. Me seque con papel, lave las manos y maquille los labios para verme linda para mi esposo, mientras me miraba al espejo me rei mirándome a los ojos. Tomé el labial y escribí en el espejo:
"Deja una marca si tuvieron sexo aca: l"
Obviamente colocando la primera rayita, al mejor estilo de una celda de prisión. Con toda seguridad eso daría impulso a los demás de hacerlo.
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Salí del baño, fui por unas cervezas y me asomé por la habitación donde nos habíamos separado. Nico estaba al otro extremo hablando con unos compañeros. Salomé y su novio en medio de la pista bailando una balada de la forma más romántica y cursi del mundo, mirándose a los ojos como unos malditos hipócritas enamorados.
Alcance a Nico y me lo llevé a la esquina más oscura posible para podernos contar todo. Él había quedado encantado con mi primera experiencia y con la idea de hacer un trio con otro man para que me comieran entre los dos.
- ¿Y vos qué? ¿te la comiste?
- Algo así
- ¿Cómo que algo así?
- Estaba toda esquiva porque están dizque de aniversario
- Si, eso me dijo él
- Se dejo dar unos besitos y chuparle las tetas
- ¿No más? ¡Maldita santurrona!
- No se dejó comer porque se la estaba guardando al novio y de pronto se irritaba, pero si me lo mamo
- jajajajaja yo sabía, esa de angel no tiene nada
- Se lo tragó enterito
- Ay amor que rico, me acabo de poner peor de caliente
Nos revolcamos en un rincón y metimos manos por todos lados. Ya no íbamos a aguantar más y necesitábamos buscar un lugar más privado con urgencia.
Decidimos irnos para uno de nuestros bares preferidos a buscar una pareja y hacer real nuestro primer intercambio y tal vez otras locuras. Eso sí, antes íbamos a darle el toque final a nuestra venganza y despedirnos de la "hermosa" pareja y desearles un feliz aniversario.
Sus caras nos hicieron dar tanta risa que nos tuvimos que apoyar en ellos para no caer. Se quedaron pasamos, en pánico pensando que los íbamos a delatar. Ni siquiera fue necesario, los dos se miraron de frente y se dieron cuenta de que ambos habían caído en nuestras garras.
Me le acerqué al oído a Salomé y le dije:
- Después de todo la perra es otra ¿no?
Le di un beso en la mejilla y se quedó pasmada.
- Si, perra y además cachona --dijo mi novio con tono burlón limpiándole la comisura de la boca--
Nico le dio una palmada en el hombro a su novio y le lanzó una sonrisa hipócrita.
- ¡Feliz Aniversario!
Dijimos en coro en tono irónico y cantado, ellos se quedaban en medio de los demás mirándose con rabia como un par de perros de pelea.
Salimos de esa casa muertos de risa, antes de que una guerra se desatara con la primera palabra que saliera de sus bocas o cuando viera su pantalón mojado con mis fluidos.
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Tomamos el primer taxi que vimos y llegamos al bar swinger justo en el mejor momento. La gente estaba feliz y muy borracha, no fue difícil encontrar una pareja que le gustara nuestra idea.
Terminamos los cuatro en uno de los cuartos de voyerismo convirtiéndonos en el show central y me gustó tanto que estaba me animé a hacer show lesbi con la otra nena para el placer de ellos si después me comían los dos a la vez... pero esa, es otra historia.
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Escrito: Agata + Axel
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