Despertarse a enfrentar la realidad era algo que no quería hacer. No sabía cómo verle la cara a mi esposo sin sentirme culpable, sin sentirme como una maldita basura por hacer algo que odio cuando lo hacen.
Una hipócrita que la noche anterior estaba que mataba y comía del muerto por esa mujer que le coqueteaba descaradamente y horas después estaba haciendo algo aún peor.
Verla a ella sonriendo mientras desayunábamos, hablando con los dos como si nada hubiera pasado, gozándoselo por haber borrado cassette y no acordarse de nada.
Ver como él, todo inocente, juraba que de verdad nos habíamos quedado dormidas leyendo poesía, algo que él aborrece con toda su alma.
Viendo como hasta preparaban el almuerzo juntos, un caldo levanta muertos y reían como amigos de toda la vida. Mientras que yo me quedaba sentada en el sofa en el que pasaron tantas cosas esa noche echa un nudo con la culpabilidad me carcomía por dentro sabiendo que en mi mente aún seguían vividos todos esos recuerdos.
Ver como ella para tratar de levantarme el ánimo, salía de la ducha en toalla y aprovechando que mi esposo estaba de espaldas me hacía una mueca mientras me mostraba los senos y salía corriendo para la habitación a vestirse.
Ver a mi esposo inocente, hasta agradecer porque le dije que se quedara en la casa "descansando" mientras yo la iba a llevar.
No me reconocía, la verdad no sabía ni que pensar de mí.84Please respect copyright.PENANAZSJqgQedLj