Era imposible no enamorarse de sus ojos, de esa mirada tierna y fraternal, de su sonrisa y de esos agudos gemidos que se te metían hasta el alma.
Ingrid se nos tiró encima, abrazándonos con sus piernas y manos por la espalda. Los tres quedamos ahi juntitos con los cachetes adoloridos de tanto reír.
- Te lo dije, tenías que venir65Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡ6Cu8VnmSil
- Tenias toda la razon
Nos besamos entre los tres juntando nuestros labios. Ingrid le dijo algo al oído, me acomodaron boca arriba y mientras Alejandra recuperaba las fuerzas decidieron que era buena idea no dejar caer mi erección y jugar con mi miembro entre sus bocas. El problema ya no iba ser mantener mi erección sino perderla si me hacían venir.
Ingrid empezó a juguetear con sus dedos de nuevo en mi trasero, era imposible aguantar, sobre todo si bajabas la mirada te dabas cuenta que ellas te miraban a los ojos y se reían cuando mi cuerpo se arqueaba.
Alejandra empezó a subir besando mi torso, mi cuerpo, jugando con mis tetillas mordiéndolas igual que lo hacia su novia. Besando mi clavicula, el cuello y metiendo su lengua en mi oído.
- Te deseo tanto65Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡA8kvtwYQAy
- ¿Eso no lo escucho tu novia?65Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡ9EfhwXi8AC
- Te lo estoy diciendo a ti
No sé porque reaccione de esa forma, pero de un empujón la tire boca abajo con el colchón, tomé sus manos y las coloqué al lado de su cabeza. Ella se mordió la boca y colocando su pie detrás de mis caderas me invito de regreso a su interior.
Sentir esa deliciosa calidez en mi miembro fue espectacular, su sexo era algo único, provocativo y envidiable. Cuando solté sus manos me tomo del cuello y me atrajo cariñosamente para que me acostara encima dejando mi boca al lado de su rostro para poderme escuchar gemir.
Movía mi pelvis siguiendo el compás que ella misma me marcaba con su pie, lentamente fue acelerando no solo la oscilación sino también nuestras respiraciones y gemidos.
Nos besamos apoyándonos en nuestras frentes, jugábamos con las narices y por la forma en que nos mirábamos me di cuenta que ya no estábamos teniendo sexo, nos estábamos haciendo el amor.
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