Las mujeres en el Metal a veces tienen una vida bastante difícil entre todo ese machismo y guerra de testosteronas. Muchos manes, sobre todo los que se las dan de radicales te la pueden llegar a montar de una forma que puedes llegar a sentir que tu vida corre peligro.
Por eso hay que saber "conocer" las personas indicadas para que en tal caso te protejan o sepan que no se puede meter con vos. Algo así como tu hoja de vida metalera que certifica que eres una "real true metalhead" y no una "poser".
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Una noche estábamos en el centro, afuera de uno de los bares "gorreando" música y con los amigos de la universidad llegó el rumor de que iban a hacer parche clandestino.
Los famosos y tan anhelados parches underground en los que obviamente querías estar porque aprovechaban para llevar música exclusiva que no podía escuchar cualquiera, esa noche corría el rumor de que iban a "traquear" en la grabadora unas nuevas bandas nórdicas.
- ¡TENEMOS QUE IR! --dijo uno de ellos--
- Parce y si nos dejaran caer, vos sabes que allá no puede caer cualquiera
- Si, si parce, ya hablé con un parcero y me dijo que de una
Una marea negra vagaba por la calle a altas horas de la madrugada como una manada de cuervos. Yo ni siquiera sabía para donde íbamos, pero iba detrás siguiendo sus pasos.
Terminamos por allá en las mangas entre barrios populares, primero armaron una gran fogata y los más empeliculados supuestamente les hacían ritos a los demonios regando chorro en él fuego.
La gente empezó a buscar troncos caídos para sentarse alrededor de la fogata hasta que por fin apareció lo que tanto esperaba la grabadora con lo prometido, las nuevas bandas ultra underground de la parte más alta y fría de Europa.
El parche era una delicia, cada quién en su rollo, bebiendo, fumando, metiendo... o haciendo lo que cada uno quisiera sin molestar a los demás. La verdad es que era muy diferente a lo que me había contado, como siempre el rumor exagerado creando mitos y leyendas.
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Un poco más avanzada la noche, me tocó conocer uno de los lados más pútridos y decadentes de esos parches. Algunas nenas por dárselas de liberadas, otras "groupies" queriendo ser aceptadas dentro del parche o buscando que les mantuvieran los vicios de drogas y alcohol, terminaban sometidas y denigradas.
Nunca se me va a olvidar una nena medio punketa con cresta verde que tenía una camiseta de manga sisa y sin brasier, por chorro se dejaba coger los senos y luego cuando ya estaba muy borracha los mismos HP que la habían emborrachado le cambiaban perico por una mamada.
Era muy loco todo eso porque era la primera vez que me tocaba que alguien le valiera madres tener sexo así como así frente a los demás y lo peor de todo es que a nadie parecía importarle, es como si fuera algo que ya se había normalizado.
Yo la verdad es que no era capaz de dejaba de mirar esas escenas. Algunos tal vez abran pensado que lo hacía por morbo, pero la verdad es que estaba un poco horrorizada de todo eso. Aparte de que me parecía bastante desagradable ver como ella aún con semen colgando de la boca se ponía de rodillas y otro hombre le sacaba el miembro y se lo mamaba hasta obtener lo que tanto necesitaba. Literalmente intercambiaba líquido blanco y espeso por una línea de un polvo blanco y ligero.
Empecé a notar que en realidad había muy pocas mujeres en el lugar y poco a poco, una a una terminaba teniendo sexo con el man con el que habían ido o al que idolatraban. Las más pudorosas trataban de alejarse más o meterse detrás de algún rastrojo para no ser vistas por los otros.
Pero la que más me sorprendió, fue una rubia delgada y hermosa que se levantó cerca de la fogata gritando.
- ¡Eso HP! ¡Sexo Drogas Chorro y Rockanroll!
Levantando una botella tomando hasta dejarla vacía y tirando el envase dentro del fuego.
- ¡Que viva Satana! ¡Que viva la lujuria! ¡Que viva el sexo HP!
Se arrancó la ropa hasta quedar desnuda y señalo a varios manes, entre ellos uno de mis amigos que ni dudo en pararse y meterse en el nudo de hombres que se amontonaron a darle placer a la bella "dama".
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Me empecé a preocupar al notar que mis otros "amigos" estaban muy borrachos caídos casi en el piso dormidos. Al otro lado de la fogata había un man que me miraba fijo a los ojos, tomaba un trago de su botella y se limpiaba con el brazo con movimientos erráticos, claramente alcoholizado.
Él man miraba a la nena se reía y luego me miraba con claras intenciones de que yo le siguiera el juego. Yo trataba de no mirar demasiado, pero era muy difícil evitar ver todo lo que le estaban haciendo. La nena gemía extremadamente duro y pedía a gritos que le dieran más y más, que no le dejaran hueco libre.
Algunos manes se acercaban solo para ver el show, se masturbaban y le echaban el polvo en la cara, otros iban decididos a ganarse un lugar dentro de ella que señalando decidía cual podía metérselo.
Cabalgaba a un man, mientras otros se lo metían por detrás, usaba ambas manos para masturbar agarrando los miembros de los que estaban a los lados y brincaban con su boca de miembro en miembro mamando a uno y otro. Mientras sus senos eran agarrados y pellizcados por una lluvia de manos sin cesar.
Hombre que se venía era hombre que ella despreciaba y humillaba por "pajizo" y "débil", no dudaba en cambiar de amante y continuar su cabalgata frenética buscando un placer, un placer que trataba de encontrar desesperadamente sin éxito.
Cuando notaba que él man regresaba la mirada hacía mí, trataba de mirar para otro lado, taparme la cara con el pelo cabeceando los temas. Miraba entre mi cabello disimuladamente tratando de estar pendiente del peligro que me acechaba.
El man se levantó, empujó con su pie a uno de los amigos con los que había ido y termino de caer dormido en el piso. Se sentó a mi lado muy pegado y de inmediato yo me corí un poco para dejar un espacio entre los dos.
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