Desde hace miles de años, circulaban en el océano de oscuridad y penumbras que era la galaxia dos mundos tan lejanos y distantes como la vida y la muerte.
Distintos en casi todos los aspectos imaginables, y con tan pocas similitudes que podrían contarse con los dedos de una mano; lo que mas los diferenciaba era el simple hecho de que en uno existían habilidades, fantasía y poderes, y el otro era tan ordinario como cualquier gota de lluvia, su aburrido mundo, del cual podemos irnos olvidando de aquí en adelante.
Ambos mundos permanecían separados en todos los sentidos, pues aunque los humanos de su mundo aburrido desconocen la existencia del nuestro, los humanos del mundo alterno saben del mundo ordinario, y solo tienen una orden; capturar, vivo o muerto, al humano ordinario que se atreviera a cruzar la barrera hacia el mundo alterno, para una lenta ejecución publica.
Todos los humanos habitantes del mundo alterno nacen con una energía en su interior, su energía vital, llamada Sind.
La energía Sind posee dos variantes, la energía positiva (llamada Gio), y la energía negativa (llamada Kan), y dependiendo de la vida de la persona, depende de cual de las dos energías se incline su Sind.
La energía Gio viene de la mente, capaz de fortalecer la fuerza mental y física de una persona, y la energía Kan viene del corazón, latente de los sentimientos de una persona, menos común y mas difícil de controlar, deja al descubierto la defensa pero aumenta al máximo la ofensiva.
No obstante, los poderes y la energía Sind eran cosas distintas, y aunque todos nacían con Sind, no todos tenían el privilegio de poseer un poder único.
Tan solo existían 4 formas de obtener poderes únicos, por los que ciertas personas serian capaces de matar con tal de obtenerlos.
Natural, alterada, post-mortem.
Y la forma Doomed..., no creo tener permitido hablar de eso, no se quien podría estar mirando ahora mismo.
Pues han pasado siglos desde que alguien obtiene poderes gracias a la cuarta forma, y estos individuos suelen vivir vidas desdichadas y naturalmente, terminan en tragedia, para ellos mismos o para todos a su alrededor.
Quizá no es erróneo decir que los Doomed están malditos, aunque no se haya sabido de uno en cientos de años.
Hasta ahora.
Cuando Tony Witness, el vago de su mundo, logro cruzar la barrera gracias a la esfera de cristal, y puso un pie en nuestro mundo...
"Sal de aquí"
"Estas muy lejos de casa"
"¿Donde estoy...?"
"Bienvenido a tu lecho de muerte"
"Tony..."
"Despierta"
El muchacho abrió los ojos, sobresaltado, apartando violentamente las sabanas y revolviéndose como una babosa con sal sobre la cama.
Entonces un enorme alivio cayo sobre sus hombros; se encontraba en casa, junto a su madre, y aquella oscuridad en su interior se había esfumado junto con el resto del sueño...
No habían perros lastimados, pescadores asesinos, ríos de aguas frías como las hojas de cuchillas, y todo es tan cálido y seguro como en casa, y...
Pero tan pronto como la esperanza comenzó a crecer, perdió el equilibrio y cayo de la cama, y entonces cayo en la cuenta que aquel duro suelo no pertenecía al de su casa.
Si no a la casa de alguien mas, en medio de un mundo tan lejano..., tan lejano de su hogar.
-Por fin despiertas, ya comenzaba a creer que estabas dejando este mundo..., ya sabes a que me refiero -Dijo una voz, y Tony alzo la mirada, aun desde el suelo.
El muchacho se encontraba dentro del living de una cabaña.
Estaba totalmente a oscuras, pero para cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, pudo ver un escritorio, con papeles y lápices desordenados, libros de física apilados, una pizarra con afiches y estudios, muebles de cocina, y ventanas recientemente cerradas con tablas y clavos.
Por lo que veía..., parecía encontrarse en la casa de algún tipo de ermitaño obsesionado, a juzgar por la cantidad de papeles en su escritorio y en la pizarra.
Y aquel ermitaño se encontraba a unos pocos metros de el, espiando el exterior a través de una rendija entre las tablas en su ventana.
Tenia el cabello corto, de su cadera colgaban cintos con clavos, martillos y herramientas, y en su brazo derecho unas tablas.
-¿Que...? -Murmuro Tony, incorporándose y llevándose una mano a la cabeza; la sentía como una gran cubeta de fuego- ¿Tu eres el hombre que me salvo...?
El hombre lo miro de reojo, y luego volvió a mirar al exterior, con los ojos entrecerrados.
-Me llamo Vincent Citizen, solían llamarme Vic, es un gusto conocerte, querido extranjero.
-¿Extranjero?-Pregunto Tony, confundido, e incomodo por la formalidad del extraño.
Una leve sonrisa cruzo el rostro del hombre, una sonrisa que a los ojos de Tony, fue de triunfo.
-Realmente eres de otro mundo, realmente no conoces nada de aquí..., fascinante...
Tony miro en derredor, tal y como lo había hecho antes; en aquel momento para saber donde se encontraba, ahora, para buscar una salida con la mirada.
Volvió a mirar a aquel hombre; si, lo había salvado de aquel pescador adiestrador de perros asesinos (¿acabo de decir eso en una oración? dios), sin embargo, ¿Por qué lo había hecho?
La respuesta era simple, quería una recompensa, al fin y al cabo, aunque no tenia idea de lo que estaba sucediendo, tenia bien en claro que el era el premio del millón de dólares.
No llego a encontrar una ventana que no estuviera tapada por tablas, o alguna abertura para la ventilación en el techo..., pero llego a divisar una puerta, que se encontraba justo detrás de Vincent.
Tony trago saliva, tenia el presentimiento de que no lo dejaría escapar tan fácilmente, y además de eso, las herramientas que llevaba en su cinturón fácilmente podían servirle de armas (Ayer lo había visto controlar la tierra a voluntad, ¿de verdad necesitaría esas herramientas para matarlo? tonto...)
Pero..., no lo necesitaba.
Trago aire, sabia bien lo que tenia que hacer, pues ya lo había hecho antes.
Apretó los puños, intentando invocar la energía que se le había concebido al tocar aquella esfera de cristal.
Exhalo lentamente el aire, y lentamente adopto una pose de batalla, como la que había visto en Saylor Moon.
Extendió las piernas, movió las caderas, e hizo el signo de la paz sobre su frente.
-¡Eh! -Exclamo, emanando su voz mas masculina.
Vic lo miro de reojo, y arrugo el ceño como si hubiera visto el screamer de una película de terror.
-Uh, ¿estas bien?
-Si no me dejas salir, hare lo mismo que le hice al pescador, ¿m-me captas?
Vic parpadeo.
Ambos se miraron por un momento, en un eterno silencio incomodo, a espera de que la energía de Tony floreciera a su alrededor.
Pero no sucedió nada, y el muchacho sintió la vergüenza subiendo por su columna como una gran araña trepadora.
-¿No sabes como usarlo verdad? -Pregunto finalmente el hombre.
El chico trago saliva.
Y sabiendo que de ponerse a pensar se acobardaría, echo a correr y arremetió contra Vincent.
El hombre se quedo de pie, viendo a Tony gritar y abalanzarse sobre el.
Y en el momento de la colisión, Tony paso atraves del hombre como si fuera una cortina de aire.
La imagen de Vincent parpadeo con tonos celestes, como un espejismo en la realidad.
-¡¿E-e-eh?! -Pregunto Tony, aterrizando de cara contra el suelo, al tiempo en que el holograma de Vincent dejaba de parpadear y volvía la normalidad.
El holograma desapareció, y alguien apareció caminando en la puerta.
Tony levanto la mirada.
El Vincent real estaba frente a el, con un hombro apoyado en el marco de la puerta.
-Hologramas -Dijo el hombre, enseñándole un pequeño aparato que parecía una caja musical-, este mundo esta lleno de objetos mágicos; este te permite crear hologramas de ti mismo, que loco, ¿No crees?
-¡¿Por que me haces esto?! -Exclamo Tony, levantándose.
-Voy a ayudarte, por estos lugares, los que pertenecen al mundo ordinario son cazados y asesinados, -Se llevo dos dedos al cuello y los deslizo como una cierra, y luego dio unos golpecitos a una vieja cicatriz con forma de circulo bajo su mandíbula- todos los habitantes de este mundo tienen una marca llamada Circa bajo el cuello, y como tu no la tienes, todos sabrán que eres un extranjero.
-¿Circa? -"Con que a eso se refería el pescador desquiciado", pensó Tony- ¿Ordinario? ¿Este mundo...?
-Hey, no te hagas el tonto, veo que eres un chico inteligente, captas bien las cosas desde que el pescador te hablo, ¿No?
Tony no contesto.
-Sabes lo lejos que estas de casa, el mundo ordinario, sabes que estas a varias galaxias de distancia de mami y papi..., dime todo lo que sepas.
-Yo..., -Tony intento hacer un recuento de todo lo sucedido, y para su horror, se dio cuenta de que entendía, como entendía los mundos de sus historietas, lo que estaba pasando- estoy...
-Dilo.
-En otro mundo..., uno que parece el del señor de los anillos, donde hay poderes y un viejo canoso que me tiene encerrado en su casa, -Y recién entonces, floreció la pregunta que llevaba rascando su garganta desde que despertó- ¡¿Y si tanto quieren matarme, por que tu estas ayudándome?
El hombre no le devolvió la mirada, a pesar de que comenzara a sentir el ambiente mas denso, fruto del cambio de animo de Tony.
"Kan" Pensó distraídamente Vic, y suspiro.
-Porque eres el trabajo de mi vida, eres todo lo que he estado buscando, por toda mi vida...
Tony frunció el ceño, sabia que aquel hombre era raro, quizás algo mal de la cabeza, pero no que era un viejo verde.
-Eh, Señor Miyagi, no tengo esos gustos, pedazo de...
-No me estas entendiendo, -Puso los ojos en blanco- siempre he querido saber del otro mundo, el mundo ordinario, es... fascinante. Cualquier tipo de conexión con ustedes esta prohibida, y quienes lo han intentado terminaron desapareciendo de algún modo, así que los estudios de mi vida llevarían a nada, como pasar tu vida investigando vida marina sin jamás tener oportunidad de ver el mar..., y hoy, frente a mi, tengo a un joven del mundo ordinario, en perfecto estado.
Tony miro hacia los papeles y los afiches en el escritorio y en la pizarra, recién entonces, noto que eran docenas de dibujos y esquemas de portales y complicadas maquinas.
-Todas fallaron -Murmuro-, cada una de mis maquinas fallo, y cuando la realeza se entero de lo que estaba intentando...
Su voz se fue apagando, y no termino la oración.
-Yo sobreviví, me costo una pierna -Recién entonces, al mirar su tobillo, Tony noto que llevaba una prótesis- y a quienes amaba, pero al final me dejaron con vida.
Tony trago aire; realmente estaba allí, realmente estaba en otro mundo..., junto a gente que era capaz de asesinar con tal de evitar que alguien contactara al mundo ordinario, solo para evitar que un humano normal pudiera llegar al mundo alterno.
Humano normal que seria cazado hasta la muerte, por cada uno de los civiles de aquel mundo.
Y a Tony le había tocado ser aquel humano
-No entiendo..., no tiene sentido..., ¡No tiene...!
-No puedo explicártelo todo, -Vic apunto a su escritorio- por ahí tengo mi diario, en el tengo escrito todo lo que se, hablaremos de esto luego.
-No...-"Estoy lejos de casa"-, no..., -"Van a querer asesinarme"- No.., -"¿Mama, donde estas?".
Tony se llevo las manos a la cabeza, y presionó con fuerza, las lagrimas comenzaron a brotar.
Se apretó el cráneo con los dedos, sus brazos comenzaron a temblar como si un súbito frio le congelara los huesos, y el horrible pensamiento de que acababa de dejar su hogar para siempre solo para encontrar la muerte termino por derrumbarlo.
El aire a su alrededor pareció condensarse, el suelo pareció comenzar a temblar, el corazón le latió con tanta fuerza que lo sintió en la garganta, una fuerza carmesí y rojiza se arrastro su cuerpo.
Vic lo miro, y sus ojos se abrieron como huevos blancos.
"¡Lo sabia!" Pensó, retrocediendo, y cometiendo el error de alejarse de la ventana, absorto mirando la energía roja alrededor del muchacho, el cual había caído de rodillas emanando sollozos.
-¡Hey, Anthony! -Exclamo, y por primera vez en años, se sintió aterrorizado- ¡Detente! ¡Tu Sind esta llamando demasiado la atención!
Pero Tony había perdido control total de sus emociones, mientras finalmente, su Sind veía la luz.
Y entonces Vic cayo en la cuenta de algo, algo que le erizo el cabello en su nuca.
Durante el ataque del pescador, había visto a Tony atacar usando Gio; lo había visto perder el control y arrasar con los perros de caza.
Y ahora, en contra de toda lógica posible, el chico resplandecía de Kan, como un laser rojizo gigante.
El Sind no podía ser Gio y Kan al mismo tiempo; aquello era imposible.
Solo había una forma; un mito; algo imposible, algo de lo que solo habia escuchado pero jamás presenciado.
"La pagina 143 del diario" Pensó Vic, retrocediendo "Debo advertirle, los Dark..."
Se escucho un disparo, y Vic supo que aquel era el final.
-¡Al suelo! -Exclamo, al tiempo en que las tablas de la ventana se convertían en una lluvia de astillas y fuego.
Y de un segundo a otro, el estallido se arrastro como una infección por la cabaña, y lo siguiente que vieron ambos, además del sangriento fulgor de la energía de Tony, fue la explosión.178Please respect copyright.PENANAp3C1NSgWvx
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