-Eres un estúpido -Dijo Oliver, apartando las hojas de un matorral, echando una mirada detenida, y cruzando-, nos habríamos ahorrado todo esto.
-Tu fuiste el que me ataco -Replico Tony, siguiéndolo-, me debes muchas explicaciones, MUCHAS.
-Bien, bien, -Oliver suspiro, y miro hacia el cielo- yo soy Chain.
Tony lo miro, parpadeando.
-Eh, okay.
Oliver frunció el ceño.
-¿Escuchaste lo que dije? Yo soy Chain, debes haber escuchado ese nombre.
-Nope, nunca.
-¿Que? Pero..., dios, olvido que no eres de este mundo; Soy un cazador, pero no de humanos del otro mundo, si no de otros cazadores que intentan dar con gente como nosotros.
-¿Creíste que yo era un cazador?
-No, vi tu cara en las noticias, el señor Steele acuso que habían atacado a sus perros de cacería.
-¿Así se llamaba? ¡Pues es un imbécil, intento matarme! ¡¿Como es que no lo han encarcelado?!
Oliver entorno los ojos por un momento, y fue apartando las hojas con una ramita.
-El solo dijo en la comisaria que un muchacho de cabello teñido de rojo habia atacado a sus perros, probablemente no delato que eras del mundo ordinario porque quiere volver por ti y quedarse con la recompensa, pero aunque lo hubiera dicho, atacar a un humano del mundo normal aquí es considerado lo mas sensato posible, aunque tengas...
-15.
-Eso, no les importa si eres un niño o un adulto, tu cabeza vale lo mismo si no tienes la marca Circa bajo tu cuello.
-Pues vaya mundo lleno de enfermos, -Dijo Tony- ¿Y tu como rayos llegaste a este mundo?
-Tu primero.
-¿Eh? No no, tu primero.
-Yo gane cuando peleamos; tu primero.
-¡Yo fui el que gano!
-¡¿Cómo que ganaste?! ¡Te estabas quedando sin energía!
-¡Ti istibis quidindi sin inirgii! PFFFF
Oliver puso los ojos en blanco.
-Entonces.., creo que se como resolver esto -Dijo, volteándose.
Se detuvieron y se miraron a los ojos, ambos conscientes de que estaban pensando en lo mismo.
Estaban muy cansados, pero era la única forma.
-Uno...-Comenzó Tony, y se preparo- Dos... ¡Tres!
-¡Piedra, papel o tijeras! -Exclamaron ambos, y llevaron las manos hacia adelante.
Tony cerro el puño fuertemente, mientras que Oliver extendió los dedos en ademan del papel.
-Mierda -Dijo Tony, bajando el brazo.
-¡Jah! Ahora habla -Exclamo Oliver.
-Bien, bien, -Dijo Tony, respetando las reglas universales del Piedra, papel o tijeras, y ambos volvieron a caminar-, ni yo estoy del todo seguro como comenzó todo esto; un día en el que debía ir a la escuela me tarde demasiado en despertar y me perdí el bus, por lo que tuve que caminar, y para no llegar tarde decidí cruzar por el bosque.
-Entiendo.
-Era muy oscuro, pero pude ver un objeto brillar, era..., algún tipo de esfera o algo parecido, que se yo, tuve curiosidad y lo recogí, y al hacerlo recibí una descarga eléctrica, lo deje caer y me largue de ese lugar..., unos días después comencé a notar cambios, como..., una energía, o una fuerza, el Sind, ¿No? Volví hasta el bosque e intente destruir la esfera para deshacerme de esos cambios, y al hacerlo termine aquí, en este mundo.
Tony se detuvo, al notar que Oliver lo habia hecho segundos atrás.
El chico lo miraba pasmado, con inseguridad y recelo.
-¿Eh? ¿Qué pasa?
-No puede ser..., eres... Un Doomed, muéstrame la mano con la que recogiste la esfera.
Tony frunció el ceño, y le enseño su palma.
Y recién entonces, noto que habían marcas negras en ella, como líneas formando un remolino.
-¿Que...?
-Es un Locket, la marca que queda en aquellos que tocan una esfera de cristal y absorben su poder.
-No lo entiendo...
-Existen 4 formas de obtener poderes únicos aquí, además del Sind, y la numero 4 es la mas extraña, pues solo se consigue al tocar una esfera de cristal, y tan solo existen dos, una en la montaña de cristal, y otra en tu mundo.
-Poder...Poder..., No es lo mismo que el Sind, ¿Verdad?
-No, tienes un poder aparte de tu Kan, uno que te dio la esfera además de tu energía, aunque aun tienes que descubrirlo.
-...Ya te hable de mi -Dijo Tony, quitando la mano-, es tu turno.
Oliver entorno los ojos, y siguió caminando.
-Me llamo Oliver Black, llegue a este mundo hace unos meses, soy un Post-Mortem.
-¿Que significa eso?
-Cuando un humano muere en nuestro mundo hay una mínima posibilidad de que reviva en el mundo alterno con un poder relacionado a su causa de muerte.
-Ese eres tu.
-Exacto, desde que llegue me he dedicado a acabar con delincuentes y mafiosos, además de cazadores que intentan dar con otros como nosotros.
Tony asintió lentamente con la cabeza, agradeciendo en su cerebro el haber encontrado a alguien mas como el.
-¿De que moriste en nuestro mundo?
Oliver siguió caminando, con la vista al frente.
-No lo recuerdo -Mintió-, pero busco volver a mi mundo, y se que solo hay una manera.
-La montaña de cristal, ¿No es así?
-Si, y hare todo para llegar a ella.
Tony se detuvo.
Oliver hizo lo mismo, y se giro hacia el.
Se miraron a los ojos, nuevamente, ambos sabían que estaban pensando en lo mismo.
-Yo quiero lo mismo, volver a mi mundo, y solo lo conseguiré con esa esfera.
Oliver ladeo la cabeza, pensativo.
-Dime, si vamos a hacer esto, ¿Realmente puedo confiar en ti?
Tony saco el diario.
-Todo lo que tenemos que saber se encuentra en este diario, y lo primero que debemos hacer es cruzar por... -Hojeo las paginas- Este bosque, y por lo que recuerdo de una nota, tenemos que llegar hasta una ciudad llamada Symbolic y robarle el mapa a un tipo llamado Devon, mientras tengamos este diario, todo...
Escucharon unos rápidos golpes; pasos livianos volando por sobre el pasto, y en el momento en el que Tony se volteo, una rata del tamaño de un perro emergió de los matorrales y atrapo el diario con sus dientes.
-¡Eh! -Exclamo Oliver, volteándose e intentando atrapar a la rata, pero esta pego un salto y esquivo al muchacho.
El animal corrió por el pasto, ondeando su cola como una bandera y sosteniendo el diario con sus dientes.
-¡Maldita sea! -Exclamo Tony, y ambos comenzaron a perseguir a la rata- ¡¿Que demonios es eso?!
-¡Una rata a control! -Replico Oliver, sacando su pistola de clavos- ¡Es igual que los perros del señor Steele; hay alguien dándole ordenes!
-¡¿Quien?! -Pregunto Tony.
-¡Alguien nos encontró! -Replico Oliver, frenando de golpe y apuntando- ¡Cúbrete!
Tony apenas tuvo tiempo de reaccionar, se lanzo hacia el pasto y se cubrió la cabeza; el chico cerro un ojo y jalo el gatillo.
El arma emitió sonidos atronadores, disparando brillantes clavos rojizos.
Los enormes clavos volaron en manada hacia la rata, y atravesaron arboles y piedras.
La rata los esquivaba en zigzag, trazando eses con su cuerpo y pasando limpiamente entre los clavos.
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Tony Witness y Oliver Black corrían al limite de sus fuerzas por entre los arboles, persiguiendo los pasos de la rata, Oliver con la vista y el arma al frente, y Tony sudando y apenas capaz de respirar.
La rata salto hasta una roca, y de salto en salto escalo una ladera de rocas.
Tony y Oliver se detuvieron, y alzaron la mirada.
-Mierda, esta muy lejos -Murmuro Oliver, apretando los labios y bajando el arma.
-¡¿Y ahora que?! ¡No podemos dejarla escapar! -Exclamo Tony, cayendo rápidamente en la desesperación- ¡Sin ese diario estamos MUERTOS!
-¡Entonces comienza a escalar! -Dijo Oliver, al tiempo en que energía Kan aparecía en sus manos y pies, pegaba un salto y comenzaba a trepar.
-¿E-eh...? -Tartamudeo Tony- ¿Cómo haces eso?
-¡Lleva tu Sind a tus manos y pies, el Kan puede darle a tu cuerpo las propiedades de una daga! -Respondió Oliver, llevando una mano hasta una roca, y atravesándola con los dedos como si fuera papel- ¡Puedes usarlo para escalar!
-¿C-Como...Como llevo el Kan a mis manos? -Pregunto Tony, sacudiendo y moviendo sus manos como si ardieran en fuego e intentara apagarlas.
-¡Simplemente invoca tu Sind y decántalo a tus extremidades..., como si fueras inflando globos de Sind en tus manos!
Oliver seguía avanzando, y Tony tenia el presentimiento de que no tenia intenciones de esperarlo.
Trago aire y apretó los puños, dando pequeños brincos ansiosos, luego cerro los ojos y lucho por invocar su energía.
Apretó los ojos con fuerza; era como intentar arrancar algo de su interior con el cerebro.
Nada; no sucedía nada.
Se mantenía tenso, y si seguía así, su Sind jamás saldría.
Dejo salir el aire, y fue relajando sus músculos, decidiendo hacer exactamente lo opuesto de lo que habia estado haciendo.
Inhalo, exhalo, y sintió el aire llenar dolorosamente sus pulmones, tranquilizo sus ojos y fue soltando las manos.
Y tan pronto como la tensión desapareció de su cuerpo, Tony imagino un hilo tirando de su cerebro, como una pinza arrancando lentamente una espina, liberando una fuga de energía.
Algo hizo "Click", y Tony sintió una suave segunda capa en su piel.
Cuando abrió los ojos, pudo ver energía celeste sobre su piel, apenas visible y casi desvaneciéndose en el aire.
Era Gio y no Kan, pero si era lo que habia salido entonces debía usarlo.
Respiro tranquilamente, luchando por controlar sus nervios, e imagino el Gio lentamente moviéndose de su cuerpo hasta sus manos y pies, dejando el cuerpo al descubierto pero rodeando como globos las manos y los pies.
El Gio obedeció este pensamiento, y se arrastro hasta el final de sus extremidades, y Tony sintió el como sus manos y pies pesaban mas, pero al mismo tiempo, se fortalecían como el acero.
Reprimió una sonrisa, no, mas que solo una sonrisa; el simple hecho de haber invocado su energía por cuenta propia le hacia querer gritar, reír, dar vueltas y saltar, pero estaba seguro que la rata se escaparía de hacerlo.
Sin embargo...
-¡YAHOO! -Chillo, pegando un leve brinco, sin poder contener su emoción.
Salto hasta la ladera y escalo.
Sus dedos no perforaban las rocas como garras, sin embargo, sus manos y pies se movían a una velocidad mucho mas que atlética, y podía tirar de las rocas y escalar con una fuerza que ni siquiera sabia que poseía.
Trepo a toda velocidad; las manos iban de aquí para allá, encontrando rápidamente donde aferrarse e impulsándolo hacia arriba.
Se sentía imparable.
Escalaba a toda velocidad, si, ¡así mismo escalaria la montaña de cristal! ¡Y volvería a su mundo!
Oliver miro hacia un lado, y un borrón paso a su lado.
-¡Eh! -Exclamo, hundiendo los dedos en las rocas para no perder el equilibrio.
Al mirar hacia el cielo, pudo ver a Tony saltando de roca en roca e impulsándose como si fuera algo que hubiera hecho toda su vida.
-¿Como...? -Murmuro, frunciendo el ceño en la forma mas pura de perplejidad.
¿Acaso...Habia visto una energía celeste en las manos del chico? ¿Qué estaba...?
Debió de haber mirado mal, pensó.
-¡Date prisa! -Grito Tony, casi riendo- ¡Te vas a quedar atrás!
-¿Te vas a qued...? ¡¿UH?!
Oliver no permitió el insulto.
Tony miro hacia abajo, y abrió los ojos como platos.
Oliver avanzaba perforando las rocas, el Sind de sus manos se habia afilado tanto que partía rocas a la mitad.
Tony apuro el paso, y pego un ultimo salto.
Llego hasta la punta de la ladera, se mantuvo en el aire, y se topo con el atardecer.
El chico pareció congelarse en el aire, sintiéndose libre y quizá, con indicios de felicidad.
El Gio se esfumo de su cuerpo.
-¿Eh?
La felicidad desapareció.
Tony dejo de elevarse, y comenzó a caer.
Aterrizo de cara contra la tierra, rodo como un hámster y no dejo de dar vueltas hasta chocar con un tronco y quedar tendido en el pasto.
El árbol se sacudió, y hojitas llovieron serenamente a su alrededor.
-Llegue -Fue lo único que logro decir, sintiendo que su cuerpo se habia desarmado, por segunda vez en el día.
Oliver apareció de un salto, se mantuvo en el aire, y aterrizo limpiamente en el pasto.
Se incorporo y el Kan se apago.
Oliver se llevo las manos a la region lumbar y se trono la espalda, y suspiro.
-Bien hecho, gastaste una buena porción de energía subiendo como un tarado..., y ahora pareces un trapo ensartado en la tierra.
-Trapo ensartado en la tierra -Repitió Tony, aun con la cabeza hundida en la tierra-, buena esa.
Oliver camino hasta el y le tendió la mano.
-Ahora, ¿Dónde demonios se metió esa rata? -Pregunto Oliver.
-¡Fausto! -Exclamo una voz lejana, y ambos se miraron.
Acto seguido, echaron a correr rumbo a la voz.
Se internaron en unos matorrales, y notaron hojas rotas y pequeñas marcas de pisadas en el suelo.
-¡Fausto! -Repitió la voz, y ambos giraron hacia la izquierda.
-Voy a aplastar a esa rata -Murmuro Oliver, llevando las manos hasta la pistola de clavos en su cinturón.
Tony y Oliver atravesaron los matorrales, justo a tiempo para ver como la rata saltaba por unas rocas y saltaba hacia el hombro de un chico.
-¡Fausto, buen chico! -Dijo el niño, retrocediendo y acariciando la coronilla del animal.
Tony y Oliver frenaron.
-¿Que...? -Dijo Tony- ¿Este niño?
-¡Ustedes dos! -Dijo el niño; era un muchacho pelirrojo y de baja estatura, con acné y pecas como un sarpullido en sus pómulos- ¡Mantengan la distancia! Si saben lo que les conviene.
Tony frunció el ceño, e hizo el ademan de dar un paso hacia adelante.
-¡Tu! -Exclamo el niño, dando un brinco hacia atrás y señalándolo con el dedo- ¡Pelo teñido! ¡Quédate justo ahí o hare que te maten! ¡Si sabes lo que te conviene!
-¡¿Qué harás que?! -Exclamo Tony, esta vez, a punto de abalanzarse hacia el chico- ¡Entrégame el maldito diario de una vez! ¡Enano con pelo de Cheetos!
-¡Ven por el!
Tony apretó los puños, con la cara roja de la ira, pero Oliver lo detuvo.
-Eh, -Dijo Oliver- cálmate, es un niño.
-¡Estoy a punto de degollarlo! ¡Que me entregue ese maldito diario!
-Veamos -Dijo el niño, tomando el diario de los colmillos de la rata, quitando la baba con la mano y hojeándolo-, estuve escuchando su conversación, jeje, ¿Cuánto dinero creen que me den por las cabezas de ambos?
Tony y Oliver se miraron.
-A la cuenta de tres -Dijo Oliver.
-¿Eh...? -Pregunto el niño.
-1.
-Oigan...
-2.
-¿Que...?
-¡3!
Tony y Oliver corrieron hacia el niño.
El niño comenzó a chillar al ver el aura roja emanar del cuerpo de Oliver, y huyo corriendo.
-¡Vuelve aquí! -Grito Tony.
Tony cerro los ojos, intentando concentrar su energía; no sabia cual saldría, pero cualquiera le serviría para darle una paliza a ese niño.
Sin embargo no salió nada, y entonces recordó con amargura las palabras de Oliver; "gastaste una buena porción de energía en subir la colina como un tarado..."
-¡Maldita sea, no puedo usar mi Sind! -Exclamo Tony- ¡Oliver!
-¡Muy bien! -Dijo Oliver, y sus manos se llenaron de Kan, brillando casi tanto como el fuego.
El chico unió las manos, y su Sind se estiro hasta formar un látigo.
Blandió el arma, y la correa viajo por el aire a toda velocidad.
"Tengo que aprender a hacer eso" Pensó Tony, viendo como el Kan solidificado en un arma se acercaba hacia el chico.
Pero de pronto el niño pego un salto sobre unos matorrales..., y desapareció.
El látigo dio contra una rama, cediéndose a su alrededor.
-¡Mierda! -Exclamo Oliver, haciendo desaparecer el látigo de Kan y deteniéndose frente a los matorrales.
-¿A donde se fue? -Pregunto Tony, mirando en derredor.
Ambos apartaron los matorrales..., y se toparon con un risco.
Oliver retrocedió rápidamente, mientras que Tony se quedo mirando hacia abajo anonadado.
Metros, metros, metros, aquel risco no parecía tener fin, ¿aquel niño habia saltado...?
-Maldita sea..., aléjate del borde -Dijo Oliver, con las manos en las rodillas.
-¿Eh?
-No soporto la altura, ven aquí -Replico Oliver, dándole la espalda al risco y suspirando.
-¡Lo dejaste escapar! -Exclamo Tony, girándose hacia el- ¡Tienes el suficiente Kan como para haberlo atrapado! ¡Y con ese látigo pudiste atacarlo fácilmente!
-Era un niño, Anthony.
-¡¿Y?!
Tony apretó los puños.
-¡Buen, pues muchas gracias por arruinarlo todo! ¡Ahora no hay diario! ¡No hay donde ir! ¡Y estamos en mitad de la NADA!
Oliver no se giro a mirarlo (realmente, por el hecho de que le entraría un dolor de cabeza con solo mirar aquel risco), pero Tony supo que estaba furioso; un leve fulgor rojizo pareció flotar a su alrededor.
-No trates de culparme de esto, tu perdiste el diario.
-¡¿Yo?! ¡Tuviste la oportunidad de recuperarlo y no lo hiciste por esa estúpida moral! ¡Es tu culpa!
La ultima frase fue como un puñetazo directo en su estomago, y esta vez, Oliver se volteo hacia el.
Tony sintió escalofríos con el solo mirarlo directamente a los ojos, pero su rebeldía innata no le permitió dar un paso atrás (además del hecho de que habia una caída de unos 1000 metros tras suyo)
Oliver avanzo hacia el.
Tony no estaba seguro del porque el "Es tu culpa" habia tenido ese efecto en Oliver, pero de lo que estaba seguro era de que acababa de golpear un nervio en el.
El chico lo tomo súbitamente de la camisa, y apretó con fuerza las solapas escolares.
-Escúchame bien, idiota, -La voz de Oliver se cargo de ira, pero Tony tuvo el leve presentimiento de que el chico se encontraba al borde de las lagrimas.., en algún lugar detrás de aquella mascara de severidad-, como vuelvas a decir que esto es mi culpa, felizmente te ocupare a ti como muñeco para descubrir cual es mi poder único.
-H-hey...
-¡¿Te queda...?! -Oliver desvió accidentalmente la mirada hacia la izquierda, y su rostro palideció.
Se quedo pasmado.
Durante los primeros segundos, Tony pensó que se trataba de la altura, como habia dicho antes, sin embargo, tan pronto como miro hacia la izquierda como Oliver, el también palideció.
Oliver soltó la camisa de Tony, y ambos se quedaron mirando el risco.
O mas concretamente, el horizonte kilómetros delante del risco.
Oliver señalo hacia adelante.
-Hey..., eso al final..., ¿Lo...?
-Si, lo veo -Replico Tony, parpadeando.
Ambos apartaron la mirada del horizonte y se miraron, Oliver parecía haber olvidado el risco a su lado.
Ahora ambos sabían que hacer; sabían a donde habia escapado el niño.
Al final del horizonte, a kilómetros lejos de ellos, y ardiendo en rayos de sol bajo el atardecer...
Se alzaba Symbolic, la primera ciudad.
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