Miré para todos lados, todos estaban en su cuento o concentrados en ver el espectáculo que estaba haciendo la nena. No vi a nadie al menos un poco preocupado por prestarme ayuda. Con mis amigos completamente idos, tirados en el piso casi inconscientes me di cuenta de que había cometido el error de mi vida.
El man, se quedó mirando la fogata y me ofreció a tomar de su botella. Olia como si no se hubiera bañado en años, claramente no era una persona del parche, algún habitante de la calle que se había colado entre todos para aprovechar como un gallinazo a beber de las sobras.
- No gracias
- ¿Me vas a rechazar el chorro o qué?
- No gracias, no tomo
- Que te tomes pues un chorro piroba --dijo con tono amenazante--
Agarre la botella y se la arrebaté, la pegué a mi boca y la levanté, pero me asegure de apretar los labios para no tomar ni una sola gota ni por error. Le devolví la botella y me limpié con la manga de la chaqueta
- ¿Esta bueno si o qué?
- Sisas
Tomó el último trago y lanzó la botella contra el fuego que levantó las llamas al cielo al quebrarse contra una de las piedras. Volteó a mirarme y se rio, una sonrisa que nunca voy a olvidar al ver sus dientes amarillentos, podridos y quebrados.
- ¿Qué hace una muñequita tan tierna por acá?
Se quedó mirando la fogata, chasqueando su lengua contra los dientes mientras que sacaba una navaja y se limpiaba las uñas largas y llenas de mugre por debajo.
- Nada, sollarme la música y ya --le contesté sin demostrar miedo--
- ¿Ah sí? ¿y a vos si te gusta esta música? ¿o sos de esas ricachoncitas que se las da de muy heavys?
- Nada, cada quien escucha lo que quiere
- Exacto, pero es que esta música no es pa todo el mundo, es exclusiva
- ¿Ah sí? ¿ósea que tengo que pedir permiso pa' escuchar metal o qué?
- Vean pues, tan groserita la perra esta
- ¡Perra su mamá HP!
Estaba literalmente cagada de susto, pero si no le pelaba de una vez los dientes o sabía que me la iba a montar feo. Igual levantaba el tono de voz a ver si alguien reaccionaba y me ayudaba.
- ¿Sabes que piroba? pa escuchar metal no --volteo la navaja señalándome-- pero pa estar acá si tenes que pagar con algo --me miró de arriba a abajo con cara de morbo-
- ¡Oigan a este bobo! ¡Vaya y se la come a ella si quiere --se me hizo un nudo en la garganta-- a mí me dejas quieta!
Cruzó su mano por debajo de su brazo, me colocó la punta de la navaja en las costillas y me señalo un matorral con mirada amenazante.
«HP vida» estaba que me ponía a llorar sin saber que hacer. Ya me imaginaba a ese HP asqueroso violándome con su pútrido aliento encima y con esa navaja oxidada en mi cuello.
Alcancé una botella de cerveza y la empuñé desde el envase de forma amenazante «prefiero que me maté» pensé en mi interior mientras que todo mi cuerpo temblaba de miedo, porque él con su sonrisa burlona sabía que llevaba ventaja.
- Abrite gonorrea o te la estallo en la cabeza --le dije--
- No se haga dañar esa carita tan linda mamacita --empujando la navaja, señalando de nuevo con su mirada el matorral-- que no nos demoramos y yo la atiendo bien atendida
Ya estaba lista a pegarle en la cabeza sin importarle que me metiera la puñalada. Imaginé mil veces como hacer para correrme antes y poder salir corriendo sin que me hiriera, pero no pude, los nervios me hicieron soltar la botella que cayó rodando por el suelo. El man se rio y se me salió una lagrima mientras que sentía como el pecho se me oprimía.
- Hagale pues, pero guarde eso, que no lo necesita --le dije--
Tratando de buscar una oportunidad al menos para salir corriendo, si es que a mis piernas les daba la gana de reaccionar.
- Eso mamacita, así es que me gustan mansitas y colaboradoras --empujando de nuevo la navaja de forma amenazante-- pero párate pues piroba y no hagas escandalo o te rajo de arriba a abajo
- Pero guarda pues eso, que me pones nerviosa y así no pasamos bueno
- A mí no me vas a tramar más --dijo con su fétido aliento cerca de mi boca-- párate de una o te dejo como un colador
ns 15.158.61.5da2