"No estarás solo por mucho tiempo"
Rodaba, rodaba, rodaba, y pegaba saltos al chocar contra las rocas; la carretilla descendía la ladera con la velocidad de un cohete en picada, golpeando al adolescente en su interior con sus ásperas y duras paredes como ropa en una lavadora.
Era imposible saberlo, el dolor en su cabeza le estaba friendo el cerebro, y tras incontables baches y chirridos de la rueda de la carretilla, Tony finalmente pudo comenzar a deslizarse en la inconsciencia.
El cielo sobre el mundo, horizonte de estrellas y esperanzas, cada vez mas claro por el inminente amanecer, y cada vez mas negro por el aun mas inminente cierre de sus parpados...
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Estaba flotando, oh, como flotaba, se encontraba sobre masas de suavidad y aire, ¿acaso habia ido a naufragar a las sabanas de su cama, en su cuarto?
Y si así era, oh, estaba en casa, y debía despertar, su madre debía estarlo esperando y el dejaba un almuerzo caliente enfriarse por estar durmiendo en aquel mar de caricias de terciopelo.
Y debía ir a la escuela, ¿No?
Pero un ruido perturbaba su comodidad, incesante, cada vez mas molesto.
Era su alarma, ¿Verdad?, ¿o el sonido de un objeto avanzando sobre mil piedras con la velocidad de un tren?
No, debía de ser su alarma.
Si..., era..., momento de despertar.
La carretilla choco contra un árbol, y Tony abrió los ojos de golpe, súbitamente traído de vuelta al mundo real.
Y de un momento a otro, Tony se alejo de aquella realidad.
Dejo salir un grito; el impacto con el árbol freno la carretilla de golpe y Tony ahora se encontraba en el aire a toda velocidad, agitando los brazos y las piernas.
Habia salido eyectado como una bala; el cielo despejado y los arboles se movían como perdigones a su alrededor.
-¡MIER...! -Grito.
Aterrizo de espaldas sobre el pasto, y con gritos entrecortados, Tony Witness, el portador del Gio y el Kan, se encontraba rodando como un hámster cuesta abajo.
La ladera fue enderezándose poco a poco, hasta tomar una posición horizontal, en la que la velocidad de Tony culmino en un ultimo impacto que lo arrastro por el pasto.
Fue perdiendo impulso, de una vez por todas, y quedo del mismo modo en que quedo cuando dejo su mundo; tendido en el suelo, con pasto hasta en los zapatos, y con la cabeza sumergida en la tierra, con el trasero apuntando hacia el cielo.
No pensó en moverse, de hecho, ni siquiera cruzo su cabeza la acción de incorporarse; por el, a aquel mundo podía caerle un meteorito ahí mismo y le habría dado igual, solo quería quedarse inmóvil.
Su mente estaba en blanco, no llegaba a pensar en nada, apenas sabia unas pocas cosas, el resto se habia esfumado; estaba en el pasto, en algún bosque, y le dolía todo el cuerpo.
No solo sus músculos estaban cansados, no solo su piel se encontraba lastimada, no solo se habia quemado un buen trozo de la espalda con un pedazo de fierro entre los escombros; sentía su energía vital, se llamara Sind o como se llamara, tan débil como una casa de palitos de helado en medio de un huracán.
Habia podido manifestar su energía, habia removido la viga de las piernas de Vic, y ahora sentía como si su interior se hubiera vaciado como el agua de un galón tras ser perforado por una aguja.
Y cuando el dolor físico se volvió un compañero de su mente, el pudo, con algo de suerte, comenzar a concentrarse en algo mas, algo que le llego como un tren de carga; Estaba en otro mundo, estaba lejos de todos los que lo amaban, en un lugar donde era el blanco de todos los dardos, siendo su única salida una montaña que nadie sabia con exactitud donde estaba, y el único hombre que estaría dispuesto a ayudarlo acababa de ser asesinado.
Estaba muerto, realmente estaba muerto, y el haber estado tan cerca de alguien que terminaría muriendo, le hizo entender, de un modo horrible, lo próximos que eran los pasos de la muerte con los suyos.
Y el habia causado su muerte..., oh, el pescador..., los perros..., Vic..., y esta vez, Tony no pudo contener sus lagrimas.
Se revolvió en el suelo, y se llevo las manos al rostro.
Presionó su cara con las palmas, ¿E-era un asesino? ¿Era u-un asesino?
Si tan solo pudiera volver atrás, regresar, cambiarlo todo, volver con su madre...
Pero sus anhelos no solo fueron interrumpidos por la fría realidad del hecho de que muy posiblemente, moriría antes de emprender su viaje hasta la montaña de cristal, si no por el disparo de un rifle explosivo.
Abrió los ojos de golpe; los cazadores seguían cerca.
Se enterró las uñas en la frente, ¡¿Que esos desgraciados nunca se cansaban?!
La furia fue tan intensa que sintió ganas de vomitar, y el tonto impulso de ir hacia ellos, por ver quien sale lastimado esta vez...
Se puso de pie lentamente, la espalda le crujió.
Se quito el barro y las lagrimas con las mangas de sus brazos.
Debía seguir avanzando, pero el saberlo no significaba que tuviera la voluntad para hacerlo.
Volvió a escuchar un disparo, y esta vez se puso en marcha...
Y tan pronto como lo hizo, un recuerdo volvió a el; el diario.
Se giro en seco.
Lo ubico varios metros detrás de el, al pie de una colina, y tan pronto como lo vio, noto un grupo de sombras humanas subiendo por la colina.
Dejo salir una maldición, y echo a correr hacia el diario.
-¡Maldita sea, maldita sea, maldita sea! -Exclamo, corriendo con todas sus fuerzas hacia la colina, mientras las sombras se aproximaban cada vez mas sobre esta.
Se acercaba cada vez mas, nada mas que unos metros de pasto lo dividían a el, y el diario que contenía todas las respuestas.
Las sombras se extendieron, y pudo notar que la del frente portaba un rifle.
Eran ellos.
Sobre la colina, diviso las coronillas de los cazadores.
Su pie se hundió en la tierra y Tony tropezó.
-¡Maldita sea! -Volvió a gritar, estirando el brazo y tomando el diario.
Se impulso, levantándose a tropezones.
La sombras se habían convertido en cuerpos que marchaban bajo el sol, ya de pie sobre la cima de la colina.
Y a Tony le pareció escuchar una de sus voces exclamar su nombre, pero para entonces, el chico se internaba corriendo hacia las profundidades del bosque...
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"¡¿Que hago?! ¡¿Que hago?! ¡¿Que demonios hago?!" Pensó, pues si lo decía en voz alta, se quedaría sin aliento cuando apenas podía respirar.
Esquivaba los arboles y saltaba sobre las rocas, el sonido de los pájaros y el de una cascada cercana apenas camuflaban sus jadeos y pisadas.
Por fin, un ápice de buena suerte.
Miro hacia la derecha, y pudo ver una posa de sangre, rodeando una montaña de carne coronada por una criatura cuadrúpeda, similar a un toro, el cual tenia atrapado entre sus dientes la cabeza de un oso.
Tony se detuvo, se quedo unos momentos en silencio, y luego echo a correr en la otra dirección.
¡¿SUERTE?! ¡¿SUERTE?! ¡A LA MIERDA CON LA SUERTE!
Saco el diario, las hojas se movieron al viento a toda velocidad.
-¡Vamos, vamos, vamos! -Exclamo, esperando encontrar algo en el diario que le fuera de utilidad.
"Orígenes, capítulos 1-30"
"Locket, poderes, capítulos 30-40"
"Objetos mágicos y criaturas, capítulos 40-50"
"Ángeles y Demonios, capítulos 50-60"
"Mitos, leyendas, Capítulos 60-70"
"Gio, Kan, Capítulos 70-80"
-¡Bingo! -Exclamo el chico, hojeando hasta la pagina 70.
Tropezó con una roca
Se tambaleo y trato de recuperar el equilibrio, y en aquellos torpes movimientos, una pequeña nota que habia estado escondida entre la cubierta del diario se desprendió.
Tony la vio volar, y logro atraparla.
Frunció el ceño, preguntándose el porque habia estado una nota escondida allí.
La abrió, y a medida que leía, los latidos de su corazon se fueron acelerando.
"De: Vincent Citizen205Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡvOFT6dizfd
Para: Anthony Witness
Si llegas a leer esto, significa que estas solo, mas solo que nunca, y créeme cuando te digo que cada cosa a tu alrededor querrá asesinarte..., y no les interesa darte muertes rápidas, si no capturarte..., y empujar tu dolor hasta que tu mismo quieras desear tu muerte.
Pero hay algo diferente en ti, algo que no estuvo en los otros humanos que cruzaron de tu mundo al nuestro..., tienes un poder un tanto distinto, y quizá eso pueda salvarte la vida.
Escúchame, pues solo podrás leer esta nota una vez.
La única forma de salir de este mundo es encontrando la esfera en la montaña de cristal, donde nadie jamás ha llegado nunca, y si no hubieras llegado a este mundo a través de la esfera de tu mundo, creería que es solo un mito.
Pero es real, y para ella deberás cruzar por las 3 ciudades principales de este mundo; Symbolic, Kynse, y Corpse, donde viven los Bloodbecks, pero cada cosa a su tiempo, y hay mas notas escondidas en este diario que te explicaran que hacer en cada ciudad y como sobrevivir.
Por ahora, debes llegar hasta la primera ciudad, Symbolic, con vida, y encontrar a un hombre llamado Devon, si le dices que vienes de mi parte quizá tengas un poco mas de suerte..., pues el es único que posee el mapa hacia la montaña de cristal.
Consigue ese mapa, no importa lo que debas hacer para conseguirlo; encuentra el mapa y entonces este diario soltara la siguiente nota.
Ten cuidado, niño, hay ojos en todos lados.
Y una ultima cosa..., la pagina 143 de este libro, Darkshines, no la abras, por lo que mas quieras, no la habrás.
Ni siquiera te atrevas a rozarla con la mirada, hay un poder distinto en ti pero te ruego; solo usa tu Gio o tu Kan, pero jamás tu poder; jamás.
Solo dejare que leas la pagina 143 con UNA condición; ábrela cuando tu estés a punto de morir, es lo único que podría salvarte la vida, pero si ese momento no llega..., por favor, Tony, aléjate de esa hoja..., de los Darkshines.
Por tu bien y el de todos...
Se acaba el tiempo, pues el hechizo que deje en la nota la haría explotar 2 minutos luego de abrirla.
La ciudad, el mapa, 143 ¡No lo olvides!
¡Y antes de que se me olvide, no confíes en...!"
La nota se tiño de un color amarillento, y comenzó a brillar.
Tony abrió los ojos como platos, y gritando, sacudió la mano mandando a volar la nota.
Esta se alejo como una mariposa en el aire..., y estallo.
El chico maldijo, rodando entre el pasto, mientras la nota desaparecía en una llamarada de fuego.
Tony choco contra un árbol, y varias hojas cayeron sobre su regazo.
Se llevo las manos a la cabeza; su cráneo habia chocado con tanta fuerza con el tronco a su espalda que estaba seguro que tenia una abolladura en el cerebro.
-M-mierda, o-oh dios... -Tartamudeo, encontrándose una vez mas al borde de las lagrimas.
Y no solo por el hecho de sentirse desolado y desesperado; le dolía, d-dios, le dolía tanto...
Escucho una rama romperse, y se le formo un nudo en la garganta.
Levanto la mirada lentamente, y a pesar de su vista borrosa por el impacto, pudo divisar a alguien mirándolo desde los arbustos.
En silencio, simplemente mirándolo.
Tony se levanto lentamente, aterrorizado y temblando.
-A-aléjate de-de mi -Tartamudeo, retrocediendo.
Su vista fue enfocándose, y pudo notar que se trataba de un muchacho, un chico tan solo unos años mayor que el.
("No estarás solo por mucho tiempo")
-A-aléjate... -Murmuro, y antes de poder alejarse o terminar de hablar, el muchacho comenzó a correr hacia el.
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