América del norte. Hace 65 millones de años.
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Un asteroide de orígenes desconocidos impactó cerca de Yucatán. Marcando el final de la era más gloriosa de la tierra. Este catastrófico fenómeno exterminó a muchas especies en la tierra. Entre ellos el Deinonychus. Un animal de tamaño similar al humano. Veloz e inteligente. Uno de ellos, joven y solitario había sido desplazado por el alfa de su manada intentaba sobrevivir mientras los gases tóxicos, el polvo ardiente y la roca fundía destruían todo a su paso.
Este reptil color pardo con rayas negras y plumas rodeando su cuerpo proporcionándole camuflaje era un depredador letal. Este se dedicó a matar y devorar a cuanta criatura se cruzara con él. Su glotonería término acabando con recursos que lo podrían mantener vivo durante días. El aire toxico, las aguas envenenadas y su único alimento hecho carne putrefacta lo condenaron a una muerte dolorosa. Su alma corrompida por el deseo de consumir con voracidad lo condenó a un mundo de tortura. Los cataclismos habían diezmado a casi toda la vida. Los sobrevivientes eran cazados por criaturas de otro mundo con formas imposibles para la, su objetivo: purgar la tierra. Los cielos se abrieron y seres de luz descendieron. Los demonios fueron empujados de nuevo al abismo al que pertenecían. La próxima vez que la grieta entre las dimensiones se abra la nueva vida tendrá los conocimientos para protegerse.
El depredador antiguo no había sobrevivido el tiempo suficiente para atestiguar ese hecho. Pero eso sería el inicio de su viaje infernal. Afilados cristales de hielo arremeten contra su piel desecha y carne expuesta. Los rugidos de aterradoras criaturas resuenan en todos lados, pero nada de lo que ve en la desolación del lugar parece ser quien lo emite. A su alrededor ve otras criaturas, algunas le parecen conocidas pero otras jamás las había visto. Todas en un suelo lleno de agujas de acero brillantes por su calor laceraban a cualquiera en contacto con ellas. Los entes a su alrededor estaban retorciéndose por un dolor desconocido. No tardó en incorporarse cuando ese dolor insoportable llegó a su estómago tumbándolo sobre las ardientes puntas. Pataleaba en el suelo dando fuertes bramidos. El dolor no cedía, durante una incalculable cantidad de tiempo jamás durmió, jamás se desmayó, jamás murió, solo era dolor. Dolor y hambre y fue así hasta que se encontró con su voluntad. La voluntad de pararse, caminar, cada paso aumentando más su dolor en esa interminable pradera llena de cuerpos en su misma condición.
El cielo es negro solo se ve el granizo cuando esta por impactar. A la distancia reconoce una silueta. Un animal herbívoro como los que solía devorar. Hambriento pero a paso lento se acerca mientras soportaba el infinito dolor que el caminar le causaba. Una vez sobre el comienza a devorarlo. La criatura gime de dolor tanto por su estómago como por su cuerpo desgarrado por el predador. Pero algo está mal… No hay sangre, no hay carne las heridas se hacen pero el alimento se convierte en una arena negra y amarga en su hocico. Con su hambre dominando sus sentidos sigue intentando penetrando más en el cuerpo de su presa con el mismo resultado. Resignado abandona los restos de un ser que no morirá sufriendo eternamente.
Otra infinidad de tiempo paso, un eterno vagar en dolor el cual ya era parte de él. Aprendió a correr, a esconderse y a luchar contra otros seres que al igual que el dominados por su hambre eterna lo atacaron incontables veces. Conoció a otros que comprendía y compartían su sufrimiento. Aprendió a comunicarse, mediante señas, luego sonidos, fue evolucionando provocando cambios en su forma. Desarrollar inteligencia lo hizo parecerse a un hombre, sin perder la escencia de lo que alguna vez fue. El vagar de esta alma lo llevó a encontrar un enemigo que se hacía más latente mientras más avanzaba en su interminable andar. Seres voladores que lo atacaban no para devorarlo como las otras almas a las que había visto, sino para esclavizarlo. Logró repelerlos a todos excepto a uno a quien mantuvo herido. Era la oportunidad de saber su situación. Las almas condenadas como el que habían aprendido a comunicarse tenían nula información.
—¿Quién soy, que es esto, que es este lugar?
—Irkalla, Mictlán, Kurnugia, Naraka, Mag-Mell, Irij y una infinidad más… Tú, espíritu eres fuerte… A nuestro amo le interesas. Has cambiado sin comer… has aprendido sin beber… Quien no tiene nombre, ni lo tendrá. Hasta que los caminantes del mundo aprendan a nombrar.
—¿Que es espíritu?
—Espíritu es la vida inmortal, la vida sin vida, y lo que le da vida a los cuerpos que nacen de las criaturas del otro mundo… Eso es lo que eres… Una simple alma que vagara por siempre, cambiando por siempre hasta que ya no quede nada de ti… entonces recién podrás volver al mundo del cual viniste. Hasta que mueras y vuelvas un cicló infinito que jamás va a detenerse. Si te inclinas ante el amo podrás ascender a un circulo donde el dolor sea leve y podrías escapar al mundo del que provienes para destruirlo.
—¿Destruir el mundo del cual vengo? Jamás.
—Tú mundo no es lo que conociste. No tienes idea de cuánto tiempo has pasado vagando, el hielo gobierna todo lo que tu haz conocido, y unas criaturas asquerosas están intentando controlarlo, liberaremos al mundo de esa plaga y lo tomaremos para nuestro control. Tú eliges, unirte a nosotros, o seguir vagando y sufriendo hasta olvides todo para renacer, elige conservar tus memorias o no…
Del cielo cayó otra figura, algo que el depredador nunca había visto. Se movía en dos piernas, tenía piel suave de color blanco, dos enormes alas de piel similares a las de criaturas que conocía en vida y largo cabello negro que llegaba hasta sus tobillos. Se encontraba desnuda pero su cabellera ocultaba las dos prominencias en su pecho al igual que su sexo al unirse sobre ella los pesados mechones de cabello. Esta figura estaba dándole la espalda mientras con su pie aplastaba al ente que lo había atacado.
—Maldito demonio asqueroso…
—¿Que eres? —Preguntó en su búsqueda del saber.
—Soy Lilith, ¿Tienes nombre?
—Nunca tuve nombre, pero sé que ha pasado una infinidad de tiempo desde que estoy en este lugar.
—Eres capaz de soportar y no has sucumbido a servir a los demonios deberías venir conmigo.
Se aliaron con otros seres similares, recorriendo los siete círculos infernales en busca de almas que rechazaron la corrupción con suficiente voluntad para soportar las penas eternas, y suficiente poder para oponerse a los espíritus tentados que se transformaron en demonios. Esto fue así hasta el despertar del más terrible de todos ellos. El impuro, el caído decidió encargarse con sus propias manos. El infierno entero los perseguía. Perdiendo a la mayoría solo quedaban tres. Lilith y dos sin nombre. El depredador ancestral condenado al círculo de la gula y otro animal salvaje condenado a de la ira. Lilith fue condenada al círculo de la lujuria aunque no es en realidad al círculo al que deba pertenecer, no había un círculo para el pecado del suicidio para el momento en que ella murió, al quitarse la vida había creado el octavo pecado. Debían escapar, el problema era el guardián. Una bestia sagrada, violenta y destructiva pero ajena a los demonios, a la cual ningún ser maligno se atrevía a enfrentar.
La imbatible bestia de tres cabezas descansaba. Los tres espíritus se acercaron a la gran puerta con forma de vacío. Pero una emboscada los aguardaba. Belcebú, quien se convirtió en su enemigo por haber escapado de su círculo en una parte incalculable de tiempo estaba allí junto a otros cinco demonios de poder que parecía infinito.
Lilith y los demás intentaron resistir pero fue en vano. A duras penas lograron llegar al vínculo de los planos. El reptil quedó destrozado. Lilith mal herida y el último apenas pudo escapar ileso. Al parecer Cerberus decidió que era mejor dejarlos pasar, quizás era el plan de alguien superior. Evidencia de eso era que la criatura despertó impidiendo el paso de los demonios tras ellos.
Habían despertado rodeados de desierto hacía mucho calor. El mamífero que tenía una larga boca, piel grisácea y cuerpo humanoide fue el primero en despertar. Una vez que el mareo desapareció se dispuso a asistir a los otros. El reptil fue el segundo seguido de la mujer.
Con los años, se separaron uno de ellos gobernó Egipto usando el nombre que su pueblo le dio como el dios de la muerte, las almas y los abandonados. Engendrando una raza de guerreros mitad hombre, mitad bestia, fruto de su unión con sus esposas, las sacerdotisas de su templo traídas de todo el mundo. Lilith vagaría en las sombras adoptando la noche para existir en su eterna búsqueda de sangre, engendrando la raza de criaturas sedientas y belicosas, criaturas que no soportan el sol destinadas a combatir en la oscuridad en pos de beber la sangre de sus enemigos. El ultimó se convirtió en una deidad de la antigua Sumeria, el purificador de almas que con el tiempo desapareció en búsqueda de su identidad perdiéndose en las eras hasta que su poder y sabiduría fueran requeridas.
Pasaron milenios. Un asesino se había perdido en el centro de un bosque huyendo de las autoridades. La zona del bosque era inexplorada, perdida en el tiempo. Las maquinas modernas habían causado con su ruido el despertar de un durmiente de centurias. Furioso encontró a ese hombre, lo tomó del cuello y se dispuso a despacharlo absorbiendo su alma. Cuando lo hizo, sus conocimientos, las experiencias de su vida llegaron su mente.
Las imágenes de una película llamarón su atención. Criaturas que el reconocía, similares pero diferentes. No solo esas imágenes, también libros y conocimiento. Quien por milenios jamás había expresado emoción sonrió.
—¿Que eres? —Preguntó el hombre paralizado de miedo ante el ser que estaba ahí.
La criatura por primera vez había experimentado la felicidad. Su mundo no lo había olvidado, ni a su estirpe. Un milagro llamado fosilización había conservado en piedra testimonios de su existencia. Ellos habían muerto pero este planeta jamás les dio la espalda y ahora ellos eran uno con ella. Era la prueba de amor más grande que el mundo le podía ofrecer a quien alguna vez existió.
—Yo, soy… Raptor… ¡Raptor! —La criatura comenzó a reír maniáticamente mientras repetía su nombre una y otra vez. Los hombres de la tierra le habían dado nombre a su especie la cual las rocas no olvidaron.
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En la actualidad. 9 de junio diario de Camille Bathory.
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Malice logró rescatar a Demian y Chris con ayuda del draconian. Demian volvió en si en pocas horas. Chris estaba casi recuperado y acompañado de Selena, todo lo contrario para el príncipe. Se encerró en la habitación que había tomado y no respondió a ninguno de nosotros. Malice me contó en detalle todo lo que había sucedido. Pobre chico, pese a tener tanto poder es solo un niño con todas las esperanzas e ilusiones de alguien de su edad. Siento pena por él. De todas formas el amor que le tiene a esa chica siempre estuvo condenado a la tragedia. Cronos me detuvo cuando intente entrar, la pesada mano de mi general en el hombro fueron más expresivas que las palabras. Decidí ignorarlo, abrí la puerta para encontrarlo todo a oscuras, en silencio. Solo un par de pequeños destellos rojos que se enfocaban en mi dirección.
—No es tu culpa… —Le dije adivinando que pensaba.
—Volveré a las embarcaciones, no pude proteger a Maya, no voy a permitir que a mi familia le pase lo mismo.
—Ellos están a salvo en el mar, te necesitamos…
—Te tienen a ti, soy un fracaso, desde que me convertí en un vampiro jamás he ganado una pelea solo.
—No tienes ni un año convertido, no controlas tu poder, lo harás a su tiempo.
—Qué sentido tiene para mí controlarlo en siglos, lo necesitaba ayer. Maya se convirtió en una upier y yo acá sin poder hacer nada. —Su rostro se escondía en las sombras de su cabello. Como si intentara esconderse de sí mismo en su oscuro pozo de depresión.
—Tú y yo descendemos de Lilith, tú además tienes el orgullo de tu ancestro, algo que yo no puedo presumir.
—Camille… No tengo fuerzas luchar, no sin Maya. Perdí a una amiga y a mi amor. ¿Cuánto más debo perder?
—Entonces lucha por mí, lucha por Malice. Lucha por tu familia y por todos nosotros. No podemos hacerlo sin ti, te necesitamos, yo te necesito. —Creo que exageré con, suena romántico pero en verdad necesitaba decirle eso no existían otras palabras más adecuadas que esas aunque si fueron impertinentes.
—Camille, yo… —Él se incorporó un momento pero tras dar unos tras pies cayó al suelo. Me apresure a llevarlo a la cama apoyando su cabeza en mis piernas.
—Tu sangre está desgastada por las regeneraciones constantes, debes alimentarte o tu cuerpo va a colapsar.
En ese momento mordí mi muñeca haciendo que sangre y la puse sobre su boca. No tardó en aceptar por instinto y beber de mi herida con la tranquilidad de un niño con el pecho de su madre. Inconscientemente sonreía al verlo tan indefenso.
—Toma un poco de mí, cuando te sientas mejor iré por unas bolsas de transfusión.
Estuvimos así en silencio por minutos enteros que parecieron horas. Algo en el despertaba cierto instinto maternal en mí así o una ligera sensación de intimidad, algo que nunca en mi larga existencia había sentido con nadie. Después de todo es solo un muchacho, comparado a mi es casi un bebe. Era un trance como me sentía, una profunda relajación. El parecía sentirse igual, lo sé por la forma en la que bebía mi sangre. Acariciaba su cabello para calmarlo aún más. Esta es quizás la única muestra de afecto que ha tenido en días. La succión se sintió cada vez más lenta, hasta que mi herida comenzó a regenerarse por falta de actividad. Demian estaba dormido en mi regazo se veía tan indefenso. «Tal vez en algunos siglos…».
—¿El chico está dormido? —Cronos preguntó desde el umbral de la puerta no se atrevía a entrar.
—Está agotado, es demasiado para un neófito sin importar lo poderoso que sea. —No pude evitar acariciar el rostro del durmiente sintiendo una lágrima bajando de sus ojos cerrados, En sueños llora lo que no puede en la vigilia.
—Démosle el tiempo que necesite. El Draconian lo quiere en condiciones.
—Está bien ¿Cronos podrías traer sangre? Le deje tomar de mi pero necesita sangre humana.
—Lo tratas como a un hijo.
—Le doy lo que su corazón necesita, su familia en los barcos, su amor corrompida, su amiga asesinada, la traición de su mejor amigo. Debe sentirse tan solo. Le daré todo lo que su corazón necesite para llenar ese vacío, todo lo que él me pida para recuperar al arrogante que conocimos.
—Te pareces a Scarlett cuando Kraven está cerca… No arriesgues tu corazón para sanar el suyo. Ambos tú y Demian, son valiosos por igual para nuestra supervivencia.
—No es lo que piensas Cronos…
—No deja de ser una buena idea… al menos para el futuro de nuestra raza. Sabes dentro de ti que es cierto.
—Aun así es inoportuno, tal vez con el tiempo si él lo desea no me negare. Soy consciente del poder de un hipotético hijo.
Cronos se retiró para luego regresar con varias bolsas de sangre y volviéndonos a dejar a solas. No pude evitar pensar en sus palabras, Me puso nerviosa pensar algo así aunque se dentro de mí que es una posibilidad. Al rato dejé suavemente a Demian sobre la cama. Me quedé observándolo mientras tomaba un poco de sangre, luego me retiré. No descansaré, voy a vengar a esta ciudad, voy a vengar a cada víctima de Belcebú, lo prometo.
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Del diario de Demian Drago 10 de junio.
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Abrí mis ojos, me sentía desorientado aún me dolía pensar en Maya. Eso no era lo único, me sentía diferente, algo en mí se notaba extraño. Habían unos paquetes de transfusión, no dude por un segundo y los vacié tan rápido como los vi. La sangre envasada se sentía insípida, preferiría por mucho poder morder un humano. Debía de todas formas agradecerle a Camille por ser tan amable.
Salí de mi habitación inconsciente de la hora cuando vi por las ventanas en lo alto de las frías paredes la luz del sol entrando de manera fulminante en la habitación. Cerré mis ojos por instinto al ver los haces de luz. Supuse que todos dormirían, a decir verdad, era cierto todos dormían con la excepción de Bear y Jean los compañeros de jauría de Chris quienes se encontraban cerca de la puerta. Pase de ellos, no es por que tuviera algo en contra simplemente no tenía ningún tipo de ánimos de hablar.
—¿Cómo te sientes? Veo un cambio en ti. —La serpentina voz de Raptor se escuchó en mi mente.
—No lo sé…
—Encontraste el equilibrio, tus pensamientos de humanos con tus instintos y cuerpo de vampiro ya no luchan, eres uno contigo mismo. El compartir un deseo en común por ambas partes lo hizo posible.
—¿Cómo sabes eso?
—Técnicamente los draconianos somos demonios, criaturas del infierno. Pero nos oponemos a hacer el mal como los demonios que tú conoces. Por eso que nos llamamos diferente, los humanos nos confundían con criaturas mitológicas al ver nuestras formas más bestiales.
—Claro, draconian viene de dragón.
—En especial Lilith, ella con su cuerpo de serpiente y alas de murciélago. Ella fue destruida por demonios pero su alma quedo vagando la tierra. Dividió su alma en dos mitades, las cuales las entrego a dos humanos en específico.
—¿Drácula y Bathory cierto?
—Sí. Vlad III fue elegido por Lilith al ver su pasión por seguir luchando, incluso antes de morir decapitado, convirtiéndose en el primer vampiro draconian. Lilith trascendió su humanidad ascendiéndolo a un vampiro. Pese a que ya existían los strigoi milenios antes, Drácula fue la primera copia de Lilith y por eso mucho más poderoso que los vampiros normales. Por otra parte Elizabeth Bathory estaba obsesionada por la idea de la inmortalidad, ella pactó con demonios para obtener la segunda mitad a la fuerza. Bathory estaba embarazada en el momento en que tomó ese poder y su hija también nació como nosferatu. Esta hija creció horrorizada con los crímenes de su madre y conspiro para asesinarla. La hija de Bathory abandonó los Cárpatos y se dirigió al nuevo mundo.
—Detente ahí, esa parte de la historia corresponde que me sea contada por Camille.
—Cambiando de tema. como sabrás mi apariencia no es humana, quisiera que me des tu genética absorbiendo parte de ti, no quiero tener la necesidad de bajo mi túnica, no te dañare al hacerlo solo necesito un poco.
—De acuerdo… puedes tomar parte de mí para verte más humano aunque eso suena muy extraño.
—Gracias, puedo cambiar de forma pero solo puedo ir a esta apariencia humanoide o regresar a una apariencia parecida a la que tuve en vida que me hace más poderoso.
Raptor alargó sus garras y las clavó en mi esternón, sentía dolor pero no más que una molestia. Las facciones del draconian se volvieron más humanas en especial su rostro que mostró una pequeña nariz en lugar de sus fosas nasales y en su boca aparecieron labios para cubrir sus afilados dientes. Plumas muy delgadas formaban cejas, solo alguien con vista prodigiosa podría distinguirlas de pelo. Su apariencia era más erguida y su piel tomo un tono más rosado. Las rayas aún estaban pero, eran apenas visibles. Sacó sus garras de mi pecho terminando de cambiar.
—Te pareces a mí, salvo por el cabello corto.
—No es cabello, son plumas, un recuerdo de la apariencia que tuve en vida. No debería sorprenderte tengo tus genes, incluso podría convertirme en una copia exacta de ti, pero por ahora estoy bien al menos puedo mezclarme entre los humanos sin llamar la atención.
—Mejor no, sería raro ver un clon mío pero al verte debo admitir que hiciste una elección excelente.
—En los tiempos que recorrí la tierra, conocí la historia de un hombre enamorado de su reflejo en el agua.
—Narciso, ¿Crees que soy narcisista?
—Supongo que la respuesta es sí. —No pude evitar la risa mientras me veía confundido.
—Debemos atacar. Los upier no podrán proteger a su amo durante el día.
—Los vampiros tampoco podrán protegerte a ti por la misma razón, tú eres su líder, no debes olvidarlo.
—Quiero vengarme. —Replique desafiante.
—No es necesario, en poco tiempo ya no tendrás razones para hacerlo.
—El mató a Maya y la convirtió en ese demonio jamás lo perdonare.
—Puedo convertirla en humana y si derrotamos a Belcebú puedo volver humanos a todos, solo no podría convertir a todos de nuevo en humanos de una vez, hay un límite en el número de almas que puedo absorber.
—Más razones para que ataquemos ahora.
—Olvida tu ansiedad, tendrás a tu amada en tres, dos, uno…
Una explosión en la puerta, temí por los lobos. Salté hacia el suelo y me dirigí en su ayuda allí había un auto con cristales cubiertos de pintura negra, estrellado contra la persiana y una cortina de humo emanaba de ese vehículo. Jean y Bear estaban ilesos y en guardia. Raptor y yo nos pusimos a su lado. La puerta se abrió, de ella salió Maya con su uniforme escolar anudado sobre su abdomen descubierto. Sostenía grandes cadenas, al extremo de ellas dos Rakshaza los cuales lucían como sus perros de caza.
—Miren lo que encontré el señor Belcebú va a estar muy feliz conmigo al saber que le llevare tu cabeza ¿Aquí te escondías amor? Sabes estuve alimentándome de muchas personas, todos tan deliciosos. Deberías estar orgulloso de mí. Al fin puedo entender tu sed es, intoxicante.
—Voy a matarte con mis propias manos, asesina.
—Bien es lo que esperaba corazón, ódiame, ódiame con toda tu alma tanto como yo te odio.
—Recuerda lo que hablamos ten cuidado. —Me recordó Raptor telepáticamente.
—Lo se… no estoy tan loco como para desperdiciar la oportunidad.
—¿Solo te quedaras ahí parado? Demuéstrame tus verdaderos sentimientos hacia mí.
—Maya, te voy a mostrar como pelean los vampiros de verdad.
—¿Vampiros de verdad? —Soltó una risa. —Como si tuviéramos diferencias. Lástima que mi castidad es para el señor Belcebú, si no habría hecho que antes de morir cumplas tus deudas con mi cuerpo.
—Eres repulsiva…
—Oh vamos, ¿No me deseaste ni una vez durante todo este tiempo? Es imposible que alguien como tú no halla fantaseado con usar su verga vampírica para profanar mi virginidad humana. Mínimamente espero que te hayas masturbado pensando en mí. ¿Qué clase de novio eras?
—Cuanto más hablas menos te conozco y más deseos tengo de destrozar tu carne a mordidas.
—Y ¿Porque no lo haces? Estoy esperando…
—Te concedo los honores mi amor…
Maya cayó ante mi provocación soltando a sus dos bestias, el golpe fue rápido solo una imagen distorsionada por la velocidad, un húmedo crujido y dos golpes en el suelo. Un cuerpo yacía decapitado, el otro aún vivo había sido esquivado para terminar a merced de un hambriento reptil que no tardo en regresarlo a el vil humano que era. Los licántropos usaron su aullido para despertar a los demás y en instantes la upier se encontraba rodeada de inhumanos. Ese demonio se sentía en desventaja haciendo que actué con cobardía .
—Demian, van a matarme… ¿De verdad quieres hacerme eso? Yo te esperé, quería que me salvaras. Si ahora soy esto, es por tu culpa, eres débil. Por eso te odio y me asegurare de convertir tu existencia en miseria.
—Sujétenla…Todos juntos. —Ordené.
—No pueden exorcizar a un upier…
La chica se retorcía tratando de soltarse pero estaba siendo sujetada por licántropos. En su desesperación intentaba clavarnos su aguja en que vanos intentos. aunque sabíamos que era cuestión de tiempo que pudiera zafarse.
—Hay cosas más efectivas… No eres Maya estoy harto de verte usando su cuerpo. Las próximas palabras que le dirija serán respondidas por ella Raptor es toda tuya.
—Será un delicioso placer…
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En el Bosque de Hoia Baciu:
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Varias horas después de que Belcebú se liberara, los restos de víctimas estaban abandonados por todo el lugar. El olor era nauseabundo pero hombres habían llegado preparados con máscaras de gas. El líder se paseaba con cuidado los cadáveres, no por evitar contaminar pistas si no que se podía notar su desprecio, siendo para el osamentas sin valor. Cojeaba de una pierna, pero trataba de mantener su porte. Su aspecto de científico militarizado lo hacía ver con un estilo ciberpunk pese a ser un hombre de cerca de los cuarenta años. De contextura fuerte y amenazante resaltando incluso con la apariencia de sus hombres.
—Doctor Krauser, aquí fueron los epicentros, hay restos humanos en todo el lugar, los adultos se han clasificado como acólitos, los niños y una adolescente como sacrificios.
—Es un ritual de restauración, se usó la sangre de los sacrificios darle poder a un demonio sellado.
—Señor recibimos informes, se reporta un tipo de criaturas no humanas desconocido, se les describe como bebedores de sangre, sus víctimas se transforman a un nivel viral, se los describe sin pigmentación.
—Así que aquí fue donde pasó… el surgimiento de una nueva especie a la cual exterminar.
—Doctor ¿Creé que un demonio puede engendrar una nueva raza inhumana? Creía que solo los draconian…
—Los draconian no son más que demonios que matan a otros demonios.
—Estos… upier según la mitología polaca son competencia para los vampiros, se exterminaran entre ellos y cuando suceda tomaremos la mitad faltante de Lilith.
—Es una lástima que el genoma de Lilith de los Bathory no sea suficiente y dependamos de la sangre de los Drácula para completar el código.
—Dejaremos que siga su curso mientras observamos y cuando llegue el momento interferiremos para tomar al mocoso. Nos retiraremos, tenemos lo que necesitamos ordena a los hombres que se preparen con armas de plata y luces ultravioleta es hora de terminar nuestro proyecto.
Así como aparecieron, los agentes dejaron la escena con apenas pequeños cambios… como la exhumación de los cuerpos incluyendo a Samantha quien el tiempo y la naturaleza hizo que ella y todas las víctimas se unan a Gaia. Su belleza se perdería pero su alma ya estaba lejos de todo dolor y atadura alguna al mundo mortal.
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