Del diario de Maya Silver 10 de mayo.
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Terminé de desayunar, aun así estoy exhausta entramos en épocas de exámenes y las clases de patinaje se volvieron más intensas con la competencia en solo unas semanas. Sé que la coach me pidió que sea la guía de la nueva aunque no participara, dedicarme a enseñarle hace que mis esfuerzos sean el doble, ya parezco una señora de edad quejándose de la vida si soy así con quince años «¿Que me esperará cuando tenga veinte?». Tomé mis cosas no sin antes saludar a mi “Okā-san” mientras pintaba otro cuadro y salí al Școala Centrală con prisa. Seguí estudiando para los exámenes en el autobús, aunque algo incomoda. Me sentía observada, esa sensación molesta en mi nuca no se despegaba de mí. Recuerdo haber respirado hondo para darme valor. Giré hacia atrás mi cabeza. «Mala idea» Noté como dos sujetos mayores me miraban fijamente. Me estaba sugestionando más de la cuenta.
Seguí estudiando hasta bajar, seguía incomoda así que evité mirarlos. Baje y solo estaba a dos calles, caminaba lentamente hasta antes de llegar a una esquina, la primera donde había poca gente. Creo que fue instintivo mirar hacia atrás cuando noté que esos mismos sujetos caminaban detrás de mí con paso apresurado. Asustada apuré mis pasos, pero no llegue a la esquina. Ellos me tomaron de ambos lados, de mis brazos, me hicieron girar en esa esquina, me taparon la boca y me inmovilizaron.
—Encontramos una muy linda, las quinceañeras valen bastante y mira… es media china no hay muchas chicas así en este país. —Dijo uno de ellos quien vestía de rojo con un estilo hip hop desprolijo.
—Dígame señorita ¿Trabajará para nosotros verdad? Tu podrías producir mucho dinero hay muchos hombres que pagarían fortunas por pasar tiempo contigo.
—Sabemos eso muy bien porque con solo verte nos da ganas de querer hacer lo mismo. —Dijo el otro quien tenía un estilo parecido, comencé a sentirme muy asustada al saber lo que me estaba por pasar.
—No te olvides de darnos muestras gratis a nosotros, sería un desperdicio no aprovecharte. —El primero se acercó a mí con aliento a humo de marihuana.
—Solo no grites mucho, vamos ser tus primeros clientes niña y cuando pregunten los jefes más te vale decir que no te tocamos un pelo.
El hombre de rojo saco una navaja y la apoyo en mi estómago empujando lentamente. Haciéndome retroceder cada vez más en lo profundo del callejón. No quería pensar en lo que estaba a punto de pasarme, incluso que me mataran se vería como el camino fácil a estas alturas.
—¡Suéltenla! —Conocía esa voz, mi corazón se agitó al escucharla me sentí a salvo.
—¡Demian! —El de amarillo volteo hacia el con una mirada asesina. No me había dado cuenta de que lo estaba poniendo en riesgo a él.
—¡Lárgate mocoso! ¡Vete o estás muerto!
—Me encantaría verlos intentando tocarme… Seres asquerosos, ustedes y toda su repugnante clase tienen un sabor horrible. —«¿Sabor, dijo sabor?»
—Míralo se cree un héroe, nadie se preocupara si un pendejo aparece muerto en un callejón.
—Demian vete ya por favor, no te preocupes por mí y llama a la policía.
—¡Silencio puta! —El hombre de rojo me abofeteó.
—¡Suficiente malditos voy a matarlos! —El que me goleara parecía haberlo enfurecido.
El sujeto de camiseta amarilla sacó un arma de fuego, aunque no llego a disparar Demian había golpeado su estómago derribándolo. «Wow que fuerte es» El otro sujeto me arrojó al suelo para poder tomar su navaja y atacarlo. Demian me dio la espalda ordenándome que corra. Quedé paralizada no me moví, solo observaba, mis piernas no respondían. Demian se quedó en medio de nosotros, ambos delincuentes se pararon llegue a pensar que le dispararían pero no fue así. Escuché un sonido extraño como el vibrar de la garganta de un animal salvaje y las caras de esos hombres expresaban terror.
—¡No eres una persona! ¿Qué eres? ¡Monstruo!.
—¿Monstruo? Puede que lo sea pero… ¿En qué les convierte eso? ¡Cobardes! Querían secuestrar a esta chica, querían abusar de ella y esclavizarla para ganar dinero, en lo que a mí respecta ustedes son monstruos. Respondiendo a su pregunta pueden llamarme… Strigoi.
Los hombres huyeron olvidando sus armas en el suelo, cuando se escucharon los sonidos de sirenas de la policía. Demian volteo hacia mí acercándose lentamente, me recorrió por todo mi cuerpo con su mirada. Me sentí avergonzada, más cuando noté que observó mis labios más que cualquier otra parte de mi cuerpo antes de posar su fría mirada en mis ojos.
—No estas lastimada, solo unos magullones. Jamás les hubiera perdonado que te hicieran algo peor.
Sus manos analizaron delicadamente mis brazos casi pude notar el miedo que tenía al tocarme. Además en todo momento le fue imposible hacer contacto visual conmigo. Era mucho más tímido lo que imaginaba si solo por tocarme el brazo se ponía así.
—Sé que no me harás nada malo puedes tocarme con confianza, pero estoy bien, muchas gracias.
—Vamos a llegar tarde ¿Vamos juntos al instituto?
Extendió su mano con una sonrisa. «Sus dientes se veían filosos ¿Sería eso lo que los asusto?» Caminamos juntos el poco camino que nos quedaba, en la puerta estaba aquella chica de cabello blanco que había notado junto a él varias veces antes, espero que no sea su novia nadie podría competir contra alguien con un cuerpo como el de ella y para sorpresa mía, Samantha la chica nueva. «Así que en verdad había conseguido a alguien. Mis deudas iban creciendo» Demian quiso despedirse antes de saludarlas pero me negué quería saludar a Samantha. Al acercarnos noté una intensa mirada, la chica albina, recién ahora estando frente a mi pude notar bien lo voluptuosa que es, pero también sus ojos son parecidos a los de Demian me daban esa misma sensación de escalofríos.
—¡Maya que gusto verte! Así que tú eras la amiga de Demian en la academia. Nunca lo hubiera adivinado. —Me recibió alegre Samantha.
—Eh, no es eso, lo encontré cuando… ¿Te lo puedo contar en clases? No es lo que piensas. —Me sentí incapaz de decirle en ese momento la situación horrible que pasé.
—La encontré cuando un par de idiotas intentaron secuestrarla…
—Entonces eres una chica afortunada, que suerte que Demian estuviera cerca para salvarte ¿No crees? —Sentí hostilidad en las sarcásticas palabras de la albina.
—Creo que solo ustedes se conocen. —Refiriéndose a Samantha y a mí. —Ella es Malice mi prima, Malice ella es Maya nos conocimos hace unos meses. Ya veo qué se conocen con Samantha por la academia de patinaje.
—Mucho gusto. —Le dije tratando de romper el hielo entre nosotras.
Un simple hola fue su respuesta. «Pero que chica más descortés» Que sea su prima y no su novia me causo alivio pese a que su actitud me haga pensar que esta celosa. Encontré a mis compañeras luego de eso y entre al curso con su compañía aunque. Algo raro estaba pasando, no puedo dejar de pensar en Demian que extraño. ¿Cómo es que un chico delgado asusto a unos hombres mucho más grandes que él? ¿Además que será Strigoi? Sé que he escuchado esa palabra antes, en historias de terror que me contaba mi abuelo. No puedo concentrarme, no quiero reprobar pero me obsesiona esto. ¿Cuál es su secreto?.
Llegó la hora del descanso, necesitaba respuestas. Me quedé parada con la esperanza de encontrarlo en el árbol del patio central pero no tuve suerte. Veo pasar a Samantha a lo lejos con la chica de pelo blanco, mala idea preguntarles a ellas, se lo dirían seguramente.
Me volví frustrada a mi salón, ahí estuve pensando que hacer. Mi abuelo, tendría la clave de esto, si estuviera vivo sería todo lo que necesito en este momento. Mí tarde continuó de la misma forma, soy testaruda. Intenté preguntar en la biblioteca si sabían algo pero el hombre mayor que es el encargado del lugar casi me echa a patadas cuando dije la palabra.
Soy una tonta, había olvidado usar Internet pero en la búsqueda solo me aparecían imágenes de fantasmas, monstruos, o personas disfrazadas de vampiros nada que se parezca a Demian. También se repitió un cuadro de un hombre con largo cabello y bigote es lo más parecido que encontré. Pero ¿Dónde vi ese cuadro antes? ¿El instituto? No ahí hay varios, pero si este estuviera lo recordaría. Continué mi búsqueda, al menos se quién es el hombre del retrato: Vlad III Draculea o Vlad Tepes, el empalador, príncipe de Wallachia. El inspiró al conde Drácula. Un momento, ¿Eso significaría que Strigoi significa vampiro? Según una enciclopedia de internet: Strigoi: En la mitología rumana, el strigoi son las almas de los muertos que salen de sus tumbas durante la noche. Una strigoaicǎ es una bruja. Estos nombres derivan de striga, que significa en rumano chillar, como en italiano strega significa bruja. Derivan de la palabra latina strix.
Pero no puede ser un vampiro, es ridículo es solo un chico de pocas palabras, además los vampiros no existen sino ya me hubiera mordido. Ay que pensamientos son esos… Demian mordiendo mi cuello… «Maldita ovulación» ¿Será que me estoy enamorando? Es la única cosa que podría explicar todo esto que estoy haciendo. Ok admito que es lindo pero tampoco es un modelo además su mirada es algo… agresiva si pudiera describirla. Que estúpida soy debo dejar de ver esas series de vampiros guapos. Lo más probable es que me esté dejando llevar por el sueño mejor voy a dormir.
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11 de mayo: Una de mis amigas va a festejar su cumpleaños este próximo fin de semana en una disco. Sé que soy menor de edad pero podría permanecer en el horario juvenil, luego iremos a su casa a pasar la noche juntas. Dijo que quería presentarme a un amigo de ella que según lo que me dijo, estaba muy interesado en mí. No me interesa conocerlo pese a su insistencia, solo iría para festejar su cumpleaños.
Sobre Demian, encontré la mejor manera de conocerlo sin exponerme a un posible peligro. Usaremos el Messenger. Si tomo la iniciativa estoy segura que me daría ventaja. Después de todo hablar no va a ser ningún problema. Le pedí a Samantha que sea mi intermediaria para conseguir su dirección de Email. Mi artimaña dio frutos: Draco_Dragonstar@Netmail.com Su apellido es Drago tiene sentido. Su avatar es el dibujo de un dragón negro de ojos rojos. Nada que no pueda esperar de su personalidad. Desde que aceptó mi solicitud tarde una hora en dirigirle la palabra lo que me sorprende es que él no lo haya hecho antes. Pero no sé cómo es su vida después del instituto. Podría trascribir nuestra conversación pero no hubo nada a resaltar.
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Nota del periódico Romania Libera 12 de mayo:
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BRUTAL MASACRE EN PROSTÍBULO ILEGAL
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Varias jóvenes fueron rescatadas de un prostíbulo en la ciudad de Tirgoviste por un desconocido, las jóvenes llegaron engañadas o secuestradas y fueron sometidas a prostitución donde en su mayoría se trataba de menores. Según la declaración de las mujeres únicas sobrevivientes quien las rescato era un joven delgado y de cabello negro. El propietario y sus cómplices fueron asesinados por quien las sacó de ahí por lo que los forenses indican fueron varios cortes hechos por cuchillos entre otros tipos de armas. Lo que destaca es que los cortes fueron hechos en series de a cuatro en diferentes partes del cuerpo casi como si imitara las zarpas de un animal. Se cree que el intruso uso un equipo antibalas avanzado ya que logro derribar a los miembros del grupo sin usar armas de fuego mientras que recibió disparos de distintos calibres. Informó el cuerpo del S.S.P.I.R. (Servicio de rápida intervención policial)..
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Del diario de Demian Drago 13 de mayo.
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—¿Estás lunático? ¿Por qué hiciste eso? Al menos hubieras usado armas. —Malice estaba molesta por haberme divertido con los idiotas que quisieron dañar a Maya.
—Solo quería divertirme… ¿De todas formas matar a esa clase de humanos no es lo que hacemos? Que importa si lo hago por la orden o por mí. Son escoria a eliminar.
—No pierdas tu camino si te vuelves un adicto a la muerte terminaras siendo un Nelapsi. Matar no es un juego, asegúrate que tus acciones no rompan las reglas de la muerte. Debes matar para proteger.
—Cambiando de tema ¿Vienes esta noche al club con nosotros?
—Si solo fueras para comer… ¿Olvidas que leo tu mente? Vas ver a Maya ni siquiera te gusta la electrónica. No seas un acosador, ella es humana la ahuyentaras.
—Es un poco de ambas, con las bebidas alcohólicas, la cantidad infinita de presas y la intimidad de la oscuridad es excelente para comer. No voy a acosarla.
—Está bien pero no iré. No me gustan ese tipo de lugares me siento ahogada prefiero cazar en un lugar más abierto como los callejones cerca del bar de heavy metal.
—Como quieras Kraven y yo iremos, si quieres podemos comer alguna pizza en el centro antes de que vayamos.
—Que sea un helado y lo haré, pero con una condición: Que venga Samantha con nosotros.
—¿Sam? Entiendo que finjas ser su amiga y es nuestra compañera pero… no debería estar con nosotros.
—No finjo ser su amiga, soy su amiga o ¿Crees que porque soy nosferatu no puedo tener amigos humanos?
—Ok pero tú le explicaras a Kraven que no es comida seguramente lo decepcionaras.
Esa noche había empezado como una velada entre amigos, habíamos pasado días investigando el caso de los niños raptados, también la desaparición de Nala. Lo mejor era tomarse el fin de semana para relajarse. Sé que Maya vendría a esta discoteca porque hablamos por chat ahí me contó sus planes para hoy. A partir de eso surgió mi idea de ir con Kraven la excusa era cazar pero mis intenciones eran tener el valor de pasar un momento a su lado. Comimos un helado en el parque los cuatro o sea incluyendo a Sam.
Pasó algo de tiempo y nos separamos, en la discoteca me costó acostumbrarme al tipo de música pero solo fue cuestión de tiempo, los flashes eran molestos pero no es tan malo como el sol. Además puedo usar un truco que aprendí: la ecolocación. Una rubia comenzó a bailar a mi lado, frotando su trasero en mí. Le seguí el juego era bella y alta, olía delicioso. Acariciaba su cintura y frotaba mi rostro en su cuello, su aroma, su pulso era embriagante, tomó mi mano llevándome a un sitio apartado. Comenzó a besarme. Su presión sanguínea había subido, y los dulces aromas de su piel intensificado. Puse una de mis piernas entre las suyas aplicando la presión indicada en el botón de su intimidad obteniendo gemidos como respuesta. Ya no tenía defensas, se había cocinado en su propio jugo. Comencé a lamer su cuello, las saladas gotas de sudor eran la entrada al manjar sangriento que esperaba por mí, fui aprisionándola con mis brazos hasta que una vez cómodo hundí mis colmillos en su cuello. El dolor parecía excitarla más. La pérdida de sangre en combinación a su orgasmo le dejó inconsciente. Pude haberla dejado ahí tirada pero sentí pena. Fue una presa complaciente la acomodé en un sillón lejos de la pista para luego ir en busca de Kraven.
—Algunas humanas son en verdad intensas ¿Cierto Demian? —Dijo con una gran sonrisa y con cierto desvarío en su mirada.
—Te veo un poco raro ¿Acaso bebiste alcohol?
—Sí, solo que algunas presas estaban ebrias creo que me lo pasaron en su sangre. Demonios había olvidado lo intensa que es el aguardiente.
—¡Ja! Que idiota, ven vamos a descansar un poco.
—Espera, algo no está bien ¿Esa es la humana que te gusta? —Me advirtió señalando hacia Maya quien se veía hablando animadamente, observé bien acercándonos hasta darme cuenta de quien se trataba…
—Es Maya, algo no está bien, ¿Qué está haciendo con Nala?
Nala fijó su mirada en mi justo antes de dar una retorcida sonrisa, empujar a Maya y perderse entre la multitud. Quise perseguirlo, le indique a Kraven que proteja a Maya. El equipo de música se detuvo, las luces explotaron, la gente entró en pánico en el techo del lugar aparecieron llamas formando un pentagrama invertido. Gracias al pánico pero ya no habría testigos. El pentagrama se completó y de este surgió una criatura esquelética, grisácea con alas y un solo ojo o al menos una sola cuenca ocular. La criatura ignorando a los presentes puso su vista en nosotros, abriendo su mandíbula llena de dientes aterradores. Una especie de energía verde se reunía en su boca. No tardó mucho en cargarse cuando la disparo como si fuera un cañón. Por suerte tuvimos los reflejos suficientes para esquivarlo, Kraven con estaba Maya en brazos quien miraba aterrada a la criatura al igual que a nosotros.
—Huelo nosferatus no lograran escapar… —La voz gutural del monstruo se escuchaba en todo el lugar como un eco directo a la mente.
—Así que tú puedes hablar, curioso siendo un monstruo sin cuerdas vocales… —Intenté provocarlo para que Kraven huyera con Maya.
—Nosferatu irrespetuoso… Me divertiré devorando tu carne.
Nos lanzamos uno contra el otro. El demonio me repelió con un zarpazo estrellándome contra el suelo. Era un oponente duro, además en este momento no tenía ningún artículo sacro para derrotarlo. Salimos a la azotea, la bestia sobrevolaba en círculos disparando hacía mí. Me tenía a la defensiva, no había salto que me acercara por más intentos que hiciera. La criatura al ver que su estrategia era igualmente ineficaz aterrizó poniéndose en sus patas traseras, cambiando la forma de sus patas delanteras a manos con garras. Golpearlo era doloroso incluso usando todas mis fuerzas era yo quien terminaba con la mano destrozada, sus ataques tenían como objetivo mi corazón, deseaba estaquearme con sus garras. Me costaba seguir su ritmo bloqueando sus golpes que desgarraban mis brazos en cada ataque. Lo mejor fue una estrategia suicida, me deje atravesar a propósito el abdomen, entonces mi regeneración lo aprisionó dentro de mi cuerpo, el dolor era demencial pero gracias al entrenamiento de Cronos lo soporté. No supe en ese momento si tendría la batalla ganada, suficiente para mí con ese pequeño logro. Di un golpe certero en la articulación de su codo partiendo su brazo a la mitad rezando para que no tenga la habilidad de regenerarse. Tomé la parte del brazo encarnada en mi organismo para sacarla de un doloroso tirón. La bestia estaba enfurecida por haber caído en mi jugada aun así no mostraba signos de dolor. Noté que no se regeneraba. El tiempo se acababa regenerar dos veces la misma parte era cansador incluso habiendo bebido sangre fresca antes.
—¿Sacrificarías tu vida por una mortal? —Fueron las palabras que retumbaron en mi cabeza.
—Ese no es tu problema. ¿Quién te invocó? Y más importante ¿Cómo te llamas? —Saber la identidad de un demonio es el primer paso para encaminarlo a su derrota.
—Un humano, pero eso no importa, ya que morirás esta noche, sé que es una trampa pero no tienes el poder para vencerme así que te lo diré soy Lanithro.
Mis bajos instintos me indicaban que debía seguir luchando hasta matar, mis manos se destrozaban al golpear su cráneo. El demonio también respondía con la misma ferocidad. Cada uno de nuestros golpes era acompañado por un rugido. Logró aplastar mi abdomen con su único puño haciendo que caiga al suelo por la falta de aire. Debía eliminarlo, era mi objetivo no permitir que este ser dañara a nadie y menos a Maya eso me mantenía en la pelea. Mi reserva de sangre se agotaba con cada esfuerzo las constantes regeneraciones mantenían mi cuerpo sano pero al costo de mi energía. El demonio volvió a cargar su ataque especial, sabía que me daría. Cerré los ojos con temor al darme cuenta de mi situación el miedo sobrepaso mi instinto de lucha. Antes de recibir el impacto, sentí un golpe que me mando varios metros hasta impactar contra el suelo. Confundido y algo molesto busqué a quien me salvo de esa forma poco ortodoxa. Todo era polvo y humo.
—Sé que los vampiros son estúpidos. ¿Pero luchar contra un demonio sin artículos sagrados?
—¿Chris? —Mis ojos no creían lo que estaban viendo.
—No creas que vine a salvarte vampiro, es mi deber cazar a la basura diabólica como esta. —A partir de ese momento fijó su mirada en el monstruo. —Así que tu nombre es Lanithro, ahora que se lo importante, la pelea está decidida antes de empezar.
—Un licántropo… de la familia principal y un portador de la maldición de Lilith. —El demonio parecía sonreír con ambición. —Sus almas me harán imparable.
—Curioso… estaba tras la pista de un bastardo que me anduvo causando problemas pero por alguna razón huyo dejando esta burla de demonio en su lugar.
—¿Burla? ¿A quién llamas burla licántropo?
—Soy descendiente del dios de la muerte. Tengo el poder para acabar con un chiste como tú.
Chris corrió en cuatro patas hacia el demonio, rompiendo su guardia con varias patadas giratorias. Su enemigo respondió tomándolo con su brazo para luego girar sobre sí mismo invirtiendo de forma muy dolorosa la rodilla del lobo. El demonio lo tenía en su poder logró aplastarlo para evitar que se moviera mientras cargaba su ataque y dispararle a quemarropa en la cabeza. Me acerqué lo más rápido que pude y de un puñetazo logré desviarlo en momento que disparo destruyendo los vidrios del edificio que se encontraba en frente. Chris aprovechó ese momento para darle el golpe final atravesando su cráneo con una especie de manopla-garra de hierro, haciéndolo dar un alarido de dolor y luego volverse un polvo similar a las cenizas de un difunto desapareciendo con la briza. Chris sin mostrar cansancio guardo su arma y se dirigió a mí.
—Sigues inexperto. Pero has mejorado, disfruta tu suerte, la próxima vez puede que tú seas mi objetivo.
—¿Entonces por qué me ayudaste?
—Mis enemigos son los demonios, tenemos eso en común pero no soy como otros de mi especie yo digo lo que pensamos en realidad, jamás confiare en un vampiro.
—En ese caso la próxima vez puede que sea yo quien te salve el culo, soy más fuerte que la vez en que nos conocimos y me haré más poderoso, hasta poder vencerte.
Chris no respondió y solo se fue saltando las terrazas hasta perderse. La discoteca fue destruida, el alcohol desmentiría los hechos que ocurrieron pero. Se lo que vi, Nala trama algo con Maya, no me gustaba tener esa sensación. Ya es el segundo demonio que aparece tomando forma física. Kraven me esperaba en la esquina Maya estaba a su lado, se la veía tensa. Sentía un fuerte escalofrío en mi estómago. Fui acercándome de forma muy cauta puesto que no sabía que había visto, irónico que no tema enfrentar a un demonio pero si a lo que pueda pensar una chica. Kraven se acercó primero.
—No recuerda nada, parece haber sido hipnotizada, drogada, o en el peor caso hechizada. No hay nada que la tecnología o medicina puedan hacer si es así.
—Espero que su efecto pase pronto. Lo que sea que le hicieron fue Nala. —Me acerque a ella, parecía estar en estado de shock delirando y mirando a la nada.
—Maya, Maya ¿Estas bien? —Toqué su hombro.
—Demi-An-San? Watashi wa… wakarimasen… nani ga okotta nodesu ka. Watashi o kowagara seru osoroshī akuma o mimashita. —No entendí nada, solo se acercó torpemente a mí, luego perdió el conocimiento.
—Habló en japonés todo el tiempo. Solo entendí que vio un monstruo y está asustada. —Me explicó Kraven.
—No te preocupes te llevare a casa… —La abrace contra mí pecho. —Todo estará bien, te lo prometo.
—¿Que vas a hacer con ella?
—La llevare a su casa, ¿Puedes decirme la dirección?
—Solo dame unos momentos. —Me senté con Maya en mis brazos usando mi cuerpo como un almohadón. —Ya está, la familia Silver vive en un pent-house en las torres Ingerul o del ángel, la dirección te la dejo en un SMS para que no la olvides.
—La torre del ángel, conozco ese edificio. Es donde viven algunos ricachones. ¿Vive en el pent-house?
—Sí, Maya Silver es la hija de Arthur Silver un jugador famoso que pertenece al Rapid de Bucarest pero inició su carrera profesional en Japón en el Sakura Osaka. Su madre es Hikari Matsumoto una reconocida artista plástica y modelo de alta costura retirada.
—Muchas gracias Kraven, no sé qué haría sin ti o tus datos me voy, es mejor si logro llegar antes del amanecer.
Pedí un taxi con el poco dinero que tenía a mano para llevarla lo más cerca posible a las torres Ingerul pero el dinero se me acabó antes de llegar y el cretino del chofer no le importó el estado de Maya bajándonos del auto a solo tres calles de llegar. Aprovechando que las calles a esta hora se encontraban desiertas cargué a Maya sobre mi espalda. Por suerte no estaba lejos, el problema era trepar y correr con Maya a cuestas, pero pude arreglármelas. Es alguien pequeña pero la batalla me estaba pasando factura. Estaba cansado lo que me obligo a detenerme y el aroma de la chica era una tentación irresistible para morderla. Que sea ella lo hacía peor, sabía que sería una delicia. Penetrar su piel de seda con mis colmillos era un pensamiento que me enloquecía. Por suerte no daba signos de despertar.
Pasaron diez minutos por lo que volví a continuar mi camino. Afortunadamente es un edificio antiguo no como las construcciones modernas cubiertas de cristal. Lo desafortunado era su altura y tener que llevar a Maya hasta el último piso, trate de no mirar la cantidad de plantas. Trepar un edificio no era problema para mí de hecho con la práctica se hizo muy sencillo pero con Maya inconsciente no podría ya que tengo que usar mis brazos para sostenerla. Solo me quedaba despertarla para que pudiera sostenerse de mí. Ella desvariaba, balbuceaba como una bebe.
—Maya, despierta Maya necesito tu ayuda…
—Koko wa doko?
—Maya no entiendo lo que dices.
—¿Dónde estoy?
—En tu casa casi llagamos pero necesito que me digas cuál es tu departamento.
—Ese, el último piso la luz rosa es mi habitación.
—Ahora agárrate fuerte de mí con toda tu fuerza.
Obedeció pero era como una muñeca, podría apostar que obedecería lo que sea en su condición. Comencé a trepar el edificio, pese a ser pequeña me lo hizo complicado llegar. Una vez ahí la hice entrar por la ventana y acostarse cosa que hice dándole indicaciones amables. Me quede sentado en el balcón de su habitación para esperar el amanecer y asegurarme de que estuviera bien. Yo también necesitaba descanso, sentado en el suelo me dispuse a relajar mi cuerpo y en lo posible no dormirme.
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