Escrito para el día 5 de octubre de 2006.
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«¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? ¿Es acaso… como aquel sueño de hace tiempo? No, en aquel lugar podía ver al exterior.» Aquí solo hay sangre pero no es humana y diluida en agua. Estoy en posición fetal en una especie de tanque. Hay una máscara en mi nariz dándome aire y una especie de estructura en toda mi entrepierna. Se siente seco a diferencia del resto de mi cuerpo.No sabía dónde estaba. Esos eran mis pensamientos apenas desperté. Tarde días completos en recuperar mi memoria mientras estaba en ese tanque. No podía moverme pero no por falta de intentos. Entonces oí una alarma y momentos después el sonido similar al de una puerta hidráulica. Y los pasos de dos hombres que se acercaban a mí.
—El sujeto NSFT-D muestra actividad cerebral es posible que este despierto pero débil.
—Vacíen el tanque, quiero verlo con mis ojos. —Dijo el segundo a lo que imagino sería un transmisor de radio.
—Es increíble que de solo un corazón haya surgido un cuerpo completo, el vampiro es una criatura formidable.
—No, solo este es así de formidable, y aun así sigue siendo lento para lo que nosotros necesitamos, tal vez por falta de experiencia.
—De todas formas con su ADN creamos una serie de cromosomas Draculea exitosa combinando lo que extrajimos de su médula. ¿Sobre eso?
—El embrión está vivo y muestra desarrollo pero no consciencia, su cuerpo está sano. Es una niña sana pero su cuerpo es inerte, sacaremos un muestra de seguridad de sus genes combinados con NSFT-B y lo implantaremos en una vampiresa quizás al nacer pueda reaccionar.
—Eso es porque solo una mujer puede ser el puente entre el mundo espiritual y el nuestro… los clones necesitan una matriz viviente para vivir. Solo crearon un cuerpo vacío y por ende inútil. —Cuando la sangre fue drenada me decidí a interrumpirlos y corregirlos en su ignorancia.
Los hombres con batas se sintieron intimidados y en base a mi reflejo no podría culparlos. Mi rostro era un cráneo con ojos y algunos músculos, la piel solo una delgada membrana transparente parecida a la de Belcebú en su verdadera forma. Intenté golpear el vidrio pero era muy resistente o era mi cuerpo que aún estaba débil.
—¡NSFT-D ha despertado! ¡Necesitamos al personal de seguridad inmediatamente! —Dijo uno de los humanos aterrado. ¿Y cómo no estarlo? Estaba hambriento.
No tarde en darme cuenta en donde estaba. Un laboratorio esos agentes. No sé cuánto tiempo había pasado desde la muerte de Belcebú. Ahora solo me importaba saber cómo salir. Sentí en la lejanía como alguien usaba una computadora, los dedos tecleaban desesperadamente dando como resultado una dolorosa corriente eléctrica entro al tanque provocándome un dolor indescriptible. Dolor que soporte debido al acostumbrarme a ser reducido a un cadáver desmembrado en cada batalla. Esa fue la señal que me hizo concentrarme en buscar una salida. Aún con mi cuerpo incompleto y mis músculos sin desarrollar extendí mis brazos lo más fuerte que pude, rompiendo ese grueso cristal de al menos una pulgada. Las puertas se cerraron por el exterior encerrándonos a mí y a esos científicos. El olor de su miedo intensificaba mi sed. Revisé mis manos para ver si ya tenía garras, al comprobarlo sonreí. Estaban condenados, sabía que si esos hombres estaban en este lugar no podrían ser buenas personas. Quien sabe que habrán hecho con las vidas de inocentes en terribles experimentos tratados como animales de laboratorio.
Cobardes, eso eran por supuesto se inclinaron al suelo pidiendo piedad. De la misma forma que lo habrían hecho sus víctimas no humanas. El observarlos aumentaba mis deseos de matar pero antes de eso les pedí su calzado, uno de sus pantalones y una de sus batas. Nunca vi a humanos tan complacientes. La habitación apestaba a su adrenalina, me resultaba divertido si no tuviera prisa me habría quedado humillándolos más.
Babeaba por la sangre de esos bastardos y mis nuevos colmillos gritaban por ser estrenados en carne humana. Mi movimiento les fue impredecible, tomé con mis manos a uno de ellos del cuello y la pierna izquierda, levantando para dejar su abdomen a la altura de mi cabeza mientras intentaba desesperadamente patear mi abdomen entre gritos de terror. Use mi nariz para mover su camisa a un lado y clavar mi dentadura la cual abrí de par en par en su costado arrancando un trozo de su carne, la que mastique un poco antes de tragar. El torrente de sangre llenaba mi boca la cual succionaba con rudeza mientras el hombre gritaba de dolor. Ni siquiera me molesté en no infectarlo merecía una muerte horrenda.
Su compañero miraba aterrado en espera de un destino más cruel. Mi presa quedo desangrándose en el suelo de una herida incurable mientras deliraba por la infección. Los síntomas no tardaron, las convulsiones y la espuma en la boca aparecieron después. Mi piel ya era normal pero me molestó verme calvo como Kraven con una ligera sombra de mi cabello asomándose. Estaba por matar al otro cuando recordé que estábamos encerrados entonces decidí que le perdonaría la vida si me sacaba de este lugar. Promesa que no cumpliría. El sujeto dudó, por mi parte no volví a responderle y solo lo miré señalando la puerta.
—Es imposible que yo pueda abrirla no conozco los protocolos de seguridad para hacerlo.
—O sea que te condenaron a ser mi alimento con tal de que no saliera de esta celda… Ya veo… Ábrela o usare los huesos de tu cuerpo uno por uno para golpear esa cosa hasta salir y no creas que te mataré para hacerlo.
El científico decidió no arriesgarse luego de tragar saliva ante mi mirada. Presiono una parte de la pared justo al lado de las compuertas para que aparezca un tablero de control en el cual introdujo un código. La pesada abertura de hierro libero lentamente la visión del exterior. Apenas dimos un paso afuera lo decapité de un zarpazo en el cuello y luego aplaste su cabeza de una pisada. Mi celda estaba al final de un largo pasillo con puertas a cada lado del mismo tipo que las mías con una hendija de seguridad en cada una de ellas. Pensé que tal vez habrían otros prisioneros que podría liberar para que me fueran útiles. Pero la mayoría estaban vacías excepto una. La cual estaba a oscuras por completo y se escuchaban los débiles sollozos de una chica. Pensando que podría ser una inhumana me acerque a la celda dando pequeños golpes para llamar su atención.
—¡Aléjate!— Ordenó la delicada voz del otro lado.
—No soy como ellos, estoy para ayudarte.
—¡Eres un hombre! ¡Vete, aléjate de mí! —Estaba atemorizada por mi sexo «¿Quizás no solo experimentan con sus víctimas, también abusan de ellas?».
Intenté ver hacia el interior estaba todo oscuro y el visor opaco me impedía aún más observar. En un rincón en el extremo de la habitación note a la figura en posición fetal. Tendría al menos en apariencia entre catorce y dieciséis años cabello negro y ojos dorados que brillaban en lo oscuro enfocados en mi dirección. Se encontraba casi desnuda de no ser porque vestía una vieja camisa de tela de algodón varios talles más grandes que ella lo que hacía que pareciera un vestido.
—¿Eres una nosferatu verdad? Yo también.
—¿Nosferatu?
—Un vampiro me di cuenta por tus ojos dorados, por eso te tienen aquí ¿Verdad?. Mi nombre es Demian.
—¿Nombre? ¿Demian? ¿No tienes sujeto? —Su mirada ahora expresaba confusión. —Soy SCBS-1 así me llaman las mujeres que vienen a este lugar.
—¿SCBS? —«Podría no ser un vampiro, el código que usan para nosotros es NSFT ¿Qué es esta chica?»
—No importa eso ahora tenemos que ir a un lugar seguro es peligroso que sigas encerrada en esta celda.
Su negativa me había hartado. Esta chica estaba confundida y necesitaba ayuda. Busque los botones que me permitieran la abertura del lugar. Las luces de la celda se encendieron. Parecía la habitación de un manicomio. Se encontraba una cama y una pequeña nevera a su lado. La chica huyó de mí encerrándose en una pequeña división justo en el otro rincón de la celda «¿Un baño tal vez?» Decidí explorar antes de sacarla. En su refrigerador había restos de comida y Lo que me pareció extraño: unos pequeños frascos de vidrio con una sustancia blanquecina viscosa. «Parecía semen» No me interesó fijarme en esos detalles por lo que abrí la puerta a la fuerza haciendo que ella saliera arrinconándose a sí misma. Tomó su almohada como única defensa la cual me arrojo en su desesperación. La chica se parecía a Ivy al menos en su peinado.
Olía extraño, si como un vampiro debería, pero mucho más agradable como si su transpiración tuviera el perfume de flores silvestres. De hecho era una muchacha bastante atractiva a su modo de verse podría compararse con Malice incluso sin las infartantes curvas. Mi libido se había encendido de golpe, comencé a hiperventilar por mi excitación. Solo Malice la vez que casi lo hacemos luego de que masacre a los Acólitos me hizo sentir algo así. Pese a esa poderosa influencia conserve la cordura y la tome del brazo con la presión justa para que no escape y la suficiente suavidad para no lastimarla. Solo pensaba en hacerlo con esta chica. Gracias a Malice, debo suponer, pude soportar esos impulsos, jamás me perdonaría a mí mismo si llegara a hacerle algo a la prisionera, puedo asegurar que mi esfuerzo para no enloquecer era titánico.
—Vendrás conmigo.
—No lo entiendes… yo nací en este lugar. —No pude evitar pensar nuevamente en Malice cuando dijo eso.
—Por eso mismo debes salir conmigo de esta cárcel.
—No puedo los hombres… van a verme. —Mencionó con mucho miedo en su voz. Me confundía, quizás si abusaron de ella y la sola idea me llenaba de furia. Al mismo tiempo mis instintos me indicaban que esta chica era diferente, algo que nunca había visto. «¿Será ella quien me provoca este deseo y no sea consciente de eso?»
—Confía en mí, no estas segura en este lugar.
La dirigí a la rastra hasta que se cansó de resistirse y decidió caminar por sí misma. El pasillo terminaba en una puerta pequeña que daba a una escalera de caracol metálica hacia arriba. Al salir nos encontramos en un salón con tanques a nuestro alrededor, arriba balcones y justo en el centro una estación con computadoras. Aún podía oler humanos al parecer evacuaron esta zona apenas escape.
La chica mencionó sentirse observada era obvio, no estaban a simple vista pero estaba seguro que habría cámaras vigilando todo lo que hacemos. Me dispuse a curiosear. En algunos tanques se veían embriones pero todos estaban muertos. Todos excepto uno se podían escuchar claramente sus latidos. Pero si esto es solo un cuerpo vacío claramente este organismo sería una niña si tuviera alma. Me perdía mirando al bebé. Me sorprendía lo rápido que creció un embrión no debería ser tan grande como mi antebrazo en tan pocos meses a menos que hayan introducido mis genes después de crearlo pero eso es imposible. Algo en ella me llamaba como si tuviera alguna especie de poder latente, quizás alucinaba pero veía ondas de colores alrededor de su cuerpo una especie de aura que pulsaba con suavidad.
SCBS me llamó quitándome de mi trance aún teníamos que salir de este lugar. Normalmente hubiera tenido que destruir a una criatura así de peligrosa pero como no se desarrolló en la matriz de una mujer jamás tendrá un alma así que no importa si se desarrollara hasta la adultez es inofensiva. Olvidando eso regresé al lado de aquella chica. La temperatura comenzó a bajar eran menos de diez grados Celsius, ya que comenzaba a molestarme pese a mi tolerancia. La chica se abrazaba a sí misma para calentarse era obvio que intentaban debilitarnos para regresarnos al confinamiento. Decidí abrazarla contra mí para compartir nuestro escaso calor, reprimiendo ese deseo de tomarla ahí mismo. Era bonita pero Malice tiene un mejor cuerpo aun así esta chica tenía algo demasiado extraño. La sensación de su pequeño seno aplastándose contra mi piel erectaba mi miembro de forma desesperada causándome una molestia que podía sentirse hasta dolorosa al sentir mi glande rasparse con la áspera tela.
Momentos después el sonido hidráulico indico la apertura de una puerta encima de nosotros seguido por el paso de botas militares. En instantes nos encontrábamos rodeados de soldados totalmente cubiertos como los que me trajeron a este lugar el mismo uniforme pero esta vez no estaba su líder.
—NSFT-D ríndete y no serás lastimado. SCBS-1 lo mismo, regresen a sus habitaciones de inmediato.
—Son palabras valientes para un humano sus armas son inútiles contra mí.
—Este laboratorio está lleno de luces ultravioleta un movimiento en falso y la chica morirá. —Amenazó quien parecía ser el líder ya que no portaba un casco que cubriera su rostro, pero si una máquina distorsionaba su voz.
—¿Si dices la verdad, porque tus latidos aumentaron cuando dijiste eso? Puedo oler la sangre de todos, su miedo, está inundando este lugar.
—¡Se acabó libérenlos!
Una de las paredes comenzó a dividirse, gruñidos y lamentos se oían acercándose. Un olor hediondo comenzó a opacar el aroma de los humanos. Criaturas de aspecto cadavérico de a poco fueron revelándose, babeantes y pálidos casi como cadáveres con ojos blancos. La chica me abrazó en una muestra instintiva de temor preguntándome que eran estas criaturas. No podía creer lo que veía.
—No puede ser… ¿Qué son estas cosas?
—Este es otro de nuestros logros, logramos mantener vivos a humanos no vírgenes infectados con rabia vampírica creando estas criaturas.
—Los humanos mueren cuando nuestro virus entra en sus cuerpos y no son vírgenes ¿Esto pasa si sobreviven?
—¿Te sorprende ser testigo del flagelo que podrían provocar si una de sus víctimas sobreviviera? No necesitan comer pero aman la carne, no duermen, no se cansan y no piensan y tienen el potencial destructivo de un arma nuclear. Cada uno está controlado a distancia por un chip que los mantiene en su lugar en nuestra presencia.
—Nos tratan de monstruos… pero experimentan con su propia especie.
—Esos seres humanos no merecen ser llamados como tal. Ya que se han relacionado tanto con demonios como ustedes este es el castigo que merecen.
¿Se creía Dios acaso? Quien era el para juzgarlos, ahora solo quedaba quitarlos de su miseria. Los zombies atacaron tras un chasquido. Eran alrededor de cincuenta. Eran lentos, pero su número abrumador, eso sumado a que debía proteger a la chica limitándome mucho. No era difícil repelerlos por su fuerza, pero su número y persistencia los volvía peligrosos incluso aunque los mutilara no parecían notar el dolor. Y por suerte no vi capacidad regenerativa.
Quedándome sin recursos decidí usar la lógica y atacar sus cabezas como se haría en cualquier película de Romero. Escuché el sonido de un arma y sentí parálisis en mi brazo derecho un rifle basándome en el sonido, el dolor tuvo un delay en sentirse para luego volver a la normalidad con mi regeneración expulsando el proyectil al producir carne nueva. Los disparos se hacían repetitivos me hacían parecer cansado aun así logré destruir a todos los zombies.
—Lo bueno de estos experimentos es que podemos repetirlos… no hay perdidas.
—¿No hay perdidas? —Repetí enfurecido.
Lancé un rugido y salte cayendo sobre balcón en el que estaban los soldados arrojándome sobre ellos. Las armas me apuntaron pero mis reflejos eran superiores solo quienes estaban del lado opuesto podían herirme. Sus trajes de kevlar impedían que mis garras penetraran en ellos pero no protegían sus huesos. Uno a uno fui dejando un rastro de muertos e impedidos. Una vez que estuve cerca del líder noté algo increíble. Era mujer.
—Los hombres tienen prohibido acercarse a SCBS-1. No debería sorprenderte, es uno de nuestros experimentos más peligrosos. El proyecto “Venus Nocturna”.
—¿Experimento? ¡Es solo una chica!
—-Manipulamos su desarrollo desde su concepción. Creamos una vampiresa que no solo puede alimentarse de sangre si no también nutrirse del semen humano como reemplazo. Alteramos sus glándulas sebáceas para hacerla irresistible a cualquier hombre. Logramos crear un súcubo real. Su poder es tan grande que incluso los homosexuales caen a sus pies. puede ser una espía, una asesina, puede manipular a los hombres más poderosos del mundo y ellos obedecerían todos sus caprichos por solo tomar su mano.
—Entonces tendré que curarla por mí mismo o sino la orden del dragón de seguro encontrara la forma.
—No es la primera vez que hacemos ese experimento e igual que los zombies podríamos repetirlo las veces que sea. NSFT 02 fue el prototipo de Venus Nocturna.
—Si quieres vivir dime como sacarla de este lugar.
—Ella morirá si sale a la superficie y tú también ya tenemos lo que necesitamos no nos sirves.
—Estamos bajo tierra entonces... ¿Dónde estamos?.
—A tres kilómetros debajo del lago de Vidraru sabemos que los vampiros son incapaces de nadar y necesitan algún transporte para atravesar masas de agua.
—Ya entiendo… —La mordí inyectando mi hormona en su torrente sanguíneo.
Bajé y me acerqué a la súcubo pude entender por qué la veía tan bella. Me preguntó por qué la había asesinado si buscaba la información para escapar. Solo necesitaba seguir recorriendo. Si estamos debajo del lago estoy seguro que estamos conectados de alguna forma con la represa hidroeléctrica de Vidraru. Intenté explicarle el plan a la chica pero solo me miraba tratando de entender los tecnicismos. Cansada de eso me interrumpió.
—No entiendo nada de lo que dices pero te seguiré.
—Me agrada ese cambio de actitud, la puerta quedó abierta debemos encontrar la salida.
Subimos al balcón y asesiné a los soldados que para nuestra sorpresa eran todas mujeres quizás no lo necesitaba pero infectarlas me aseguraría que murieran. Todas las salas por las que pasamos estaban a oscuras a excepción de las pantallas de las computadoras que aún se encontraban encendidas. Una de ellas llamó mi atención esta mostraba una simulación de lo que ellos llaman el proyecto Lilith. Un vampiro inmune a cualquier debilidad. Regeneración perfecta capaz de volver incluso después de ser reducida a una pasta y capaz de alimentarse de cualquier criatura incluyendo a otros vampiros. Están buscando crear una diosa vampiro que sea la cazadora de otros vampiros. Es una suerte que el cuerpo de Lilith sea un cuerpo vacío, pero si crean otro con alma podría llegar a ser aún más peligrosa que Belcebú. De pronto una línea de estática atravesó la pantalla revelando una imagen de Krauser en lo que parecía ser una transmisión.
—Sabía que no iba a pasar mucho tiempo hasta que decidieras escapar NSFT-D pero me sorprende verte también SCBS-1.
—Krauser… puedo imaginar que no estás en este lugar ocultando tu cobarde culo de mí.
—Al contrario niño tengo un compromiso más importante que atenderte.
—Me resultas repugnante…
—Y eso que no conoces todas mis facetas.
—No vas a mantenerme en este lugar… Saldremos a la superficie a cualquier costo.
—No te lo impediré… esas mujeres que mataste eran carne de cañón para comprobar tus habilidades desde ahora tienes camino libre, nos volveremos a ver.
La transmisión terminó dejando solo estática. Me fue imposible volver a tomar el control del aparato. Decidimos seguir a lo que terminó en una especie de hall similar al de la recepción de un hotel totalmente iluminado e igualmente desierto. Las puertas electrónicas de cristal del otro extremo daban a una especie de elevador. Al fin podría salir de este lugar. Tomé la mano de la chica y me dirigí a las corridas a la salida. Las puertas casi como si fuera una burla se abrieron para nosotros junto con un pitido apenas audible. Dentro del elevador apreté el botón que decía “superficie” mientras que el pitido comenzó a hacerse más intenso. No le di importancia supuse que era del elevador ya que comenzó a oírse apenas cruzamos la puerta. No me di cuenta hasta que cerré los ojos para descansar la vista. El sonido no venía de las maquinas venia de la chica, de su pecho «¿Un rastreador?».
—¿Saldremos pronto verdad? —Me dijo emocionada.
—Por supuesto y conocerás el mundo exterior.
—Demian… ¿Cómo es el mundo?
—Hay millones de olores y colores, el sonido de innumerables criaturas, no tengo forma de explicártelo, es algo que conocerás pronto, es enorme y los humanos… son la cosa más curiosa que veras en él.
—No puedo esperar para verlo ¿Te quedarías a mi lado enseñándome todas las cosas bellas que existen?
—Yo debo volver con mi familia. Pero conocerás personas que harán eso por mí. Serán tu familia y no volverás a estar sola como una prisionera nunca más. Hay una chica especial para mí, fue ella quien me hizo lo que soy ahora. Tienen mucho en común seguro serán amigas.
—Quiero estar contigo, no conozco a nadie más, además no tengo nombre solo un sujeto…
—Te prometo que no estarás sola. —«Después de todo al final es solo una niña quizás soy la primera muestra de afecto que ha tenido en su vida, Malice se comporta de forma parecida» —Te llamaré… Mara es el nombre de una seductora vampiresa eslava que nace de una mujer que no ha sido bautizada al igual que tú.
—Me gusta… yo… soy Mara, me gusta mi nombre. Gracias por lo que estás haciendo por mí, por resistir, sé que estar cerca de mí es incómodo por lo que me hicieron.
—No es nada, desde ahora eres Mara Drácula lo serás al menos hasta que sepamos quienes son tu familia y de dónde vienes. Mira creo que estamos por llegar, el aire fresco va a ser una delicia te lo prometo.
La chica sonrió en un segundo eterno y tomo mi brazo rodeándolo con los suyos con una delicadeza con la que solo Maya había hecho antes. Pese a su enorme poder de seducción no pude dejar de verla ahora como a una niña pequeña, supongo que tengo algo de instinto paternal aunque temo que ella lo sienta de forma contraria al ser el primero que no la trato como un objeto. Correspondí a su cariño abrazándola y acariciando su cabello. Trataba de respirar con la boca para no sentir su aroma. Ella tenía razón, estaba perdiendo la cordura estando cerca.
El pitido se detuvo dando paso a la tragedia erradicando la poca felicidad que sentíamos en ese momento. Una explosión pequeña, controlada destrozo el corazón de Mara. La muerte fue rápida, casi indolora su sonrisa no se perdió en ningún momento mientras su cuerpo rápidamente ardió en llamas convirtiéndose en una hermosa escultura de brazas que se deshizo derrumbándose sobre sí misma, hasta dejar solo una prenda quemada y huesos carbonizados. Ella nunca tuvo la oportunidad de conocer el mundo. No le dieron un nombre y vivió desde que recuerda dentro de una jaula. La manipularon de la forma más cruel que puede pasar alguien. Quizás ahora sea libre en un mundo aún más hermoso que el que quise mostrarle. No pude hacer más que repetir su nombre con frustración sobre las cenizas.
—Mara… al menos pude hacer que seas feliz el último día de tu vida ahora conocerás un mundo mucho mejor que el que intente mostrarte.
El elevador llegó a su destino dejándome en una especie de túnel de rocas, el aroma de este sitio me resultaba embriagador. Me provocaba paz y nostalgia. Una vez afuera noté una extraña escultura frente al lago. El sol parecía ponerse en las cumbres que me rodeaban. Las montañas que fueron el hábitat natural de los míos durante siglos, estaba en los Cárpatos. Si no fuera porque no sabía cómo volver a Bucarest o también cuanto tiempo estuve lejos, me quedaría en este lugar. Cerca también hacia el sur veía la represa y sobre ella la carretera. Debía llegar ahí y encontrar la forma de volver.
Tarde horas haciendo autostop en medio de la nada mientras me basaba en mi poco fiable sentido de orientación para caminar en dirección a donde creía que se encontraba Bucarest. Una familia al final accedió. Supongo que pensarían que era un mendigo por la forma en que me observan, mas no podría culparlos si llevo esta bata sin camisa debajo y un pantalón que muestra mis tobillos. Tuve que inventar la excusa de que fui asaltado. Creo haberme quedado dormido por que no recuerdo transición de los bosques a la zona urbana. La ciudad se olía distinta, renovada se respiraba paz y un ambiente amable como nunca antes. La desesperación y el miedo afortunadamente forman parte del pasado.
—¿Que sabes del ataque terrorista que hubo hace meses? —Me preguntó el jefe de la familia al notar que desperté.
—No mucho en verdad, estaba de mochilero en Transilvania cuando pasó y por miedo me mantuve alejado de las ciudades.
—Fue espantoso, se dice que fueron varios ataques diferentes con químicos y enfermedades parecidas a la rabia, intentaron evacuar a la población en cruceros. Se dice que las víctimas se volvían una especie de zombi y atacaban a los demás en la noche casi como el libro de Richard Matheson: “Soy Leyenda”.
—Déjeme aquí en el teatro municipal es cerca de la casa de mis familiares, además ya les di muchas molestias.
—Al contrario amigo ha sido un placer poder ayudar pero antes de irme no nos hemos presentado.
—Que descortés de mi parte, lo siento mucho me llamo Demian Drago.
—Nicholas Silver un gusto. —Me despedí del buen samaritano, y familia asumiendo que su apellido era solo una coincidencia.
Ahora debía concentrarme en tres cosas. Mi familia, saber que les dijeron y más importante saber si están bien. Reencontrarme con Maya y por ultimo encontrarme con los vampiros quiero que Malice me acompañe a ver la tumba de Sam. Pero… ¿Cómo harían para reconocerme? Estoy casi calvo me da escalofríos solo tocarme la cabeza, además estos harapos que tengo puesto no los soporto. Mi única solución posible me resultaba asquerosa: Robar.
Decidí entrar en un local de ropa rockera. Primero corte la luz de la calle para evitar que sonara alguna alarma. Forcé las puertas y entre. Traté de imaginar que estaba de compras así que me tome mi tiempo. Una camiseta negra con mangas arrancadas, un pantalón de cuatro bolsillos negro y borsegos militares. Tomé unas pulseras y unas cadenas para sentir que mi equipo estaba completo.
Me miré al espejo antes de salir seguía con este horrible cabello corto. De pronto se me ocurrió como tapar esta desagradable imagen. Un sombrero, ¿Pero qué estilo? Una gorra… no demasiado común además se me ve vulgar… ya se una bandana como la de Jukka Nevalainen y por supuesto me queda perfecta. Tomé una que combine conmigo. Me veía como un pandillero gótico, no podía sentirme más cómodo conmigo mismo.
Estaba caminando cuando escucho un gruñido espantoso en el cielo y una explosión. La gente estaba corriendo con expresiones de horror.
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