A pesar de "normalizar" nuestra relación, volver a las andanzas mirando nenas juntos y contarle historias que me imaginaba con ellas, pero no pasábamos de ahí.
Entre imaginarme locuras y hacerlas realidad hay un trecho muy largo. Proponerle algo a una desconocida todavía me daba mucho susto, no tanto al rechazo que es algo que siempre puede pasar, sino por mi propia inseguridad, por pensar que hasta no estar tan bien como antes, cabía la posibilidad de que me terminaron cambiando por otra.
Si algo aprendí de mis conversaciones sobre el poliamor, con mis consejeras de cabecera, es que se requería de mucha madures para entender que se trataba solo de sexo y que la relación iba por otro camino. Si no estaba segura de eso era mejor no proceder.
La única persona con la que me sentía tranquila era Pilar. Se convirtió en mi compinche, nos manteníamos juntas cada que podíamos y no solo disfrutábamos del sexo. Era la amiga íntima que hace rato necesitaba, con ella podía hablar detalles de mi vida que con nadie más.
Obviamente en la intimidad, su casa se convirtió en nuestro sitio de encuentro y disfrutábamos en la intimidad probando nuevas cosas y hasta investigando.
Además era algo muy diferente a cuando estaba Thomas, ellos y a duras penas hablaban de temas personales o privados, si mucho de trabajo. Pero eso sí, cuando nos daba por estar a los tres juntos en otros menesteres, lo que no saca es ese instinto animal y carnal, ese que que nos pone como perras en calor. Por eso con él siempre los juegos y el sexo se tornan rudos.
***
Pasaron varios meses y prácticamente el suceso con Laura había sido olvidado y perdonado. Todo transcurria en paz y armonía. Hasta que...
La mañana de un caluroso sábado salí a cerca de la casa a comprar algunas cosas que me faltaban para el almuerzo.
Fui a un mini mercado de barrio que no es más grande que dos habitaciones. Las estanterías son bajas y se puede ver todo el local por completo, seguro para evitar que alguien se pierda de vista y aproveché para robarse algo.
Tenía una canasta en la mano, donde iba echando los productos. De reojo alcance a ver la figura de una mujer joven entrando.
Traté de disimular un momento para después mirar con más detalle. «Maldita sea es ella. ¿Que hago?».
Traté de comportarme natural y no darle mucha importancia, pero era malditamente imposible no mirarla. Se los juro que trate, pero los ojos se me desviaban cada que veía esas patotas.
Tenía un vestidito de tela ligera. Tiritas sobre los hombros dejando expuesto sos hombros, ceñido al torso que terminaba en una faldita que se levantaba con cada paso. La muy maldita estaba delicioso y lo sabía.
Tomó una canasta y se paseó por el corredor que estaba al otro lado de mi estantería. Disimuló que estaba mirando unos panes y se me quedó mirando.
Levanté la mirada y me encontré sus ojos de frente. Sonrió maldadosamente al saber que no pude aguantarme.
Se movió de su lugar y al pasar entre las estanterias del corredor en el que estaba gire mi cabeza para verla de cuerpo entero. Ella siguió caminando con su rostro hacia adelante, al notar que yo había volteado, volvió a sonreír triunfal.
Traté de continuar en lo mío: un paquete de pastas, unos condimentos, maicitos en lata.
Todo el tiempo sentía sus ojos tras de mí y podía apostar que no me los quitaba de encima.
Ya solo me faltaban la crema de leche y un queso crema. Di unos pasos y me detuve al ver que ella estaba justo en ese lugar de la tienda.
Traté de disimular viendo otras cosas sin sentido hasta que no pude demorarme más.
Los lácteos están ubicados en el extremo más profundo de la tienda al lado derecho. Tomé la lata de maicitos en mi mano, camine hacia alla y trate de simular que estaba leyendo para no mirarla.
Fue imposible, cuando llegue ella estaba inclinada hacia adelante cogiendo algo de la parte de abajo de la estantería sin doblar las piernas. La faldita apenas la cubría y dejaba ver la curvatura donde empieza las nalgas.
Mi mano solo quería estrellarse contra su piel. Esa descarada se merecía dejarle el recuerdo toda el día en su piel. Afortunadamente mi cabeza me repetía «No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas».
Ella giro la cabeza y obviamente se dio cuenta de que precisamente no estaba leyendo las instrucciones. Sonrió con maliad y al sentirme pillada no pude más que hacer la mismo.
Se levantó, miro hacia todos lado y al no ver a nadie cerca. Se levantó la falda y se volvió a agachar de la misma forma.
Casi me muero, tenía un hilo dental que no le tapaba nada y en esa posición se le veía su delicioso asterisco atravesado por el hilo delgado de tela y hasta un poco de su entrepierna.
Cogió algo, se levantó, acomodó la falda y me picó un ojo. Yo me quedé anonadada con la lata en la mano y la boca abierta.
Se dirigió a la caja, mientras yo la seguía con la mirada, sin poder creer lo que había pasado. No paraba de sonreír. Pagó lo que tenía en la mano, una gaseosa y salió del lugar.
Desde la acera dio media vuelta y sin que la cajera la pudiera ver se colocó la mano en la cara con su dedo pulgar y meñique extendidos, simulando un teléfono. Pude leer de sus labios un "llámame" inaudible. Aún con la boca abierta involuntariamente moví mi cabeza hacia los lados negándome.
Su risa se escuchó desde adentro. Tiró su cabeza hacia atrás y desapareció de mi vista.
La muy maldita me dejó desconcertada. Esa imagen no se me borraba de la mente y ahí parada como una idiota ni recordaba que era lo que estaba haciendo.
Al fin caí en cuenta, agarré una crema de leche, una tocinetas y fui a pagar.
Camino a la casa, la vi a una cuadra comprando una empanadas en la iglesia. Traté de disminuir la velocidad para no tener que pasar por su lado.
Ella me miró, sabía que yo tenía sí o sí que pasar por ahí. Cada mordizco que daba lo usaba para tratar de ocultar su sonrisa de maldad. Cuando yo estaba a unos metros agarró una servilleta, pagó y comenzó a caminar sin mirar atrás meneando su trasero.
Obviamente seguí caminando tras ella varias cuadras. Mirando disimuladamente, tratando de no mostrar demasiado las ganas.
Cuando llegamos a la unidad el portero activo la apertura de la puerta peatonal y ella abrió pasando al interior y muy caballerosamente la sostuvo para mí.
- Gracias -le dije mirándola a los ojos- vecina445Please respect copyright.PENANAXbSiXgMvr2
- Es con mucho gusto
Seguí para mi casa y ella tomó un camino diferente hacia la suya. Me moría de ganas por voltear a verla la última vez, pero en la unidad con tanta viejita desocupada mirando por las ventanas y pendiente de la vida de los demás, sabía que no lo podía hacer.
Entré a la casa, cerré la puerta y descargue la bolsa en el piso. Me apoyé de espaldas en la puerta y respiré profundo.
- ¿Qué tal la descarada está?
Tenía que decirlo en voz alta, así nadie me escuchara. Me abrí el jean, metí la mano y estaba empapada, deslice el dedo y no me aguante...
- HP culicagada tan rica que esta
... me lo metí hasta el fondo unas cuántas veces recordando esas nalgas, lo deliciosas que se veían con ese hilo dental.
Saqué la mano, con el dedo brillante lleno de fluidos, lo metí a la boca y saboreando, sonreí recordando el sabor y el olor de sus fluidos.
Sacudí la cabeza, tratando de sacarla de mi mente y olvidarla. Volví a abrochar el jean y me dediqué a preparar el almuerzo antes de que llegara mi esposo.
Sacando las cosas de la bolsa de tela me di cuenta de que en vez de crema de leche había traído tocinetas y no pude contener el ataque de risa.
«¿Y ahora qué hago? ¿Le cuento a Thomas? ¿O mejor no le digo nada?»
***
A eso de la 1 de la tarde abrió la puerta.
- Uy qué huele tan rico445Please respect copyright.PENANAogAkWXKd63
- Te estoy preparando una comidita bien rica445Please respect copyright.PENANA5gUTOpeAjj
- Eso veo
Se acercó a la cocina por la espalda, me abrazó por la cintura y me dio un beso. Subió las manos cogiéndome los senos y me lleno de besitos en el cuello.
- Necio, se me va quemar la comida445Please respect copyright.PENANAFqJbeYpUMr
- Yo pensé que ya estaba calientita445Please respect copyright.PENANAZaW3avQ4UB
- Calientita si estoy, pero primero almorzamos445Please respect copyright.PENANAyZhZrYog2A
- Aguafiestas
Se separó, mándame la acostumbrada palmada en las nalgas y mientras terminaba de servir, se quitó la ropa y paso desnudo con la toalla al hombro.
- Me estoy derritiendo del calor445Please respect copyright.PENANAqMTpJ5Ojsl
- No te demores445Please respect copyright.PENANAczF5ir21zR
- Ya que no me dejaron va tocar baño con Manuela445Please respect copyright.PENANAlIbZFd5vOB
- No señor, eso es pa' mi, pero ahorita más tarde445Please respect copyright.PENANAm5t5doZmPa
- Ni raja leña, ni presta el hacha 445Please respect copyright.PENANAfoa2ayvOlA
- jajaja póngase de baboso y lo dejo durmiendo con Manuela todo el fin de semana
Cerró la puerta y se escuchó abrir la ducha al máximo. A los veinte minutos salió renovado y fresco, con el cabello revuelto. Subió al segundo piso con la toalla envuelta en su torso y a los minutos bajo con una pantaloneta y una camiseta deportiva.
La comida estaba en la mesa y nos sentamos uno al otro del otro. Ni siquiera hablamos de lo hambrientos que estábamos.
Terminamos, arreglamos la cocina y saqué dos cervecitas de la nevera. Lo invité a sentarnos un rato en el deck del patio trasero y refrescarnos con la brisa.
El se acostó en la hamaca y yo en un cajón de madera que usamos como silla y como almacenamiento de herramientas para jardinería.
Me daba mucho mucho susto, pero debía confiar en lo que me pidió que hiciera, ser sincera y contarle las cosas de frente.
Le conté todo lo que había pasado en el minimercado y todo lo que sentí. No le escondí nada.
- ¿Y la vas a llamar?445Please respect copyright.PENANAYag5oU9tHj
- Amor ¿la verdad?445Please respect copyright.PENANAUJHiKHmVsz
- Me muero de ganas445Please respect copyright.PENANASOdFrwStB4
- Entonces llámala445Please respect copyright.PENANAxWa0LFT172
- Siiii ¡te amo! -me acerqué para darle un beso- papacito445Please respect copyright.PENANA4KTaO1tTwC
- Momento -levantó su mano para detenerme- momento445Please respect copyright.PENANAEGPVXUf4vR
- Ahhh ¿ya que? -me volví a sentar con cara de puchero-445Please respect copyright.PENANAsabt1mJAEt
- Llámala, pero no quiero tener nada que ver entre ustedes ¿listo?445Please respect copyright.PENANAHjdlvSnGC0
- Amor pero quedamos que estás cosas las hacíamos juntos445Please respect copyright.PENANARiCU7t1B8v
- Ya saben que pienso de ella445Please respect copyright.PENANAWFNjhh9QK0
- Que es muy culicagada y eso es para problemas -le contesté con desgano y a regaña dientes-445Please respect copyright.PENANADVAOgMA71C
- Si, exacto. Pero también te digo si vos te la querés comer !dale, rico¡ no me molesta que lo hagas445Please respect copyright.PENANAKLyOjdNbmJ
- No, sola no445Please respect copyright.PENANADZwbg1cVdw
- No me hagas pataleta, que yo sé que te la querés comer, siempre te ha gustado y por eso me la quisiste meter por lo ojos445Please respect copyright.PENANA2ewbPRrAtW
- Es que está muy buena ¿no?445Please respect copyright.PENANAAPFrABY6Mj
- Eso no lo niego, la culicagada está como quiere y culea sabroso445Please respect copyright.PENANAoHwOMex0z1
- ¿Nos la robamos una vez y ya?445Please respect copyright.PENANA3fjx93j6lu
- Una vez y otra y otra y otra. Así es cómo termina encoñada y el día que no se pueda se caga en todo445Please respect copyright.PENANAbGLwyHID8A
- A mí me parece que ha sido muy discreta445Please respect copyright.PENANAMrBQFRa0kQ
- ¿Te parece discreto lo que hizo hoy?445Please respect copyright.PENANABBRYXu8xZF
- No obvio que no, pero fue cuidadosa y acá ni la hemos vuelto a ver445Please respect copyright.PENANALzrSciKENP
- En todo caso, sé que no te voy a convencer de lo contrario. Si lo quieres hacer dale, pero no quiero verme metido después en un problema ¿listo?445Please respect copyright.PENANA6S6mCMsHfl
- Yo lo único que no quiero es que volvamos a pelear y menos por ella445Please respect copyright.PENANA29Beyn6i9A
- Yo estoy tranquilo, me estás contando las cosas como te lo pedí y conociéndote como te conozco no vas a quedar tranquila hasta que te quites el antojo445Please respect copyright.PENANAlsYuQ7smRf
- ¿Te puedo dar un besito?
Me abrió espacio en la hamaca. Me acosté a su lado, abrazándolo, metiéndole la lengua dentro de la boca y le mordi el labio inferior.
- Te amo mucho -le metí la mano por debajo de la pantaloneta- mi vida -acariciandolo el miembro-445Please respect copyright.PENANAwxO8tPoaGk
- Yo también -volteando a mirar a las ventanas del segundo piso del vecino- mejor entremos445Please respect copyright.PENANAD3cCPd4ujr
- ¿Para qué? no se ve nada -tome tela de la hamaca y nos envolvimos-
Nos quedamos acariciando y manoseando. Entre risitas y cosquillas nos decíamos guarradas al oido.
Cuando era imposible ocultar su erección. Me bajé de la hamaca corriendo y en la puerta del patio le dije:
- Si me alcanza...
No me dejó terminar y se bajó a toda carrera. Volteé, salí corriendo muerta de la risa y subiendo las escalas me alcanzó, me abrazó no me dejaba mover.
- ¿Si te alcanzó qué?445Please respect copyright.PENANA1UiOSxXcQB
- Nada, nada -muerta de la risa-445Please respect copyright.PENANAknrGfJQpSS
- ¿Si te alcanzó qué?445Please respect copyright.PENANAKpYPwCSmOJ
- Dejo que me tomas mi culito445Please respect copyright.PENANAfgHMrwJKFQ
- Eso me dejas sin alcanzarte ¿Qué me dejas?445Please respect copyright.PENANAxERwAaTsaA
- Para que quedemos en paz, dejo que te comas solo a la nena que tú quieras
Me cargó en sus brazos, terminó de subir las escalas y me descargó en la cama desde lo alto, rebotando en el colchón.
Se quitó la camiseta y la pantalonera con brusquedad dejando expuesta su erección.
- A vos es la que me quiero comer -se me tiró encíma-. Vos -me cogió de la mandibula- sos la que me vuelve loco
Esas palabras me calentaron demasiado, la entrepierna estaba húmeda de solo escucharlo. Me levanté para quitarme toda la ropa con desespero.
Él se acomodó boca arriba para verme y cuando estaba desnuda me le encaramé de un brinco como un ginete a su corcel.
Solté una cantidad excesiva de saliva en su miembro, una línea gruesa y larga que colgaba desde mi boca.
Lo cabalgué con todas mis ganas, haciendo brincar de gusto los senos y hacer resonar las nalgas contras su entrepierna.
Se inclinó hacia mí, tomando mis senos con fuerza, chupando y mordiendo los pezones. Ese dolor placentero me ponía a gemir como una zorra.
La imagen de ese culito seguía en mi mente, me levanté di un giro de 180 grados, lo tome con la mano y me lo metí hasta el fondo. Me incline hacia adelante, levantando el trasero, moviendo la pelvis de arriba a bajo, asegurándome de subir y bajar con fuerza para que el cambio de dirección le permitiera ver mi otro agujero de forma intermintente.
En esa posición a duras penas podía meterme su glande y casi la mitad de su miembro. Le encanta que haga eso, pero le desespera no podermelo meter hasta el fondo.
Me agarró de las caderas y por más que me agarre de la sábana no pude impedirlo. Levanté mi torso en posición y sentí su miembro chocar en mi interior, como si me fuera a atravesar hasta el pecho.
Agarré mi cabello con las manos, lo coloque encima de mi cabeza para que pudiera disfrutar de mi cuerpo, mi cintura y caderas moverse en círculos.
Dejé caer mi cabello hacia adelante derramándose sobre mis senos. Metí la mano derecha en mi boca llenándola de saliva y la llevé hasta mi trasero jugando con mi asterisco.
- Que rico mi vida agghhh me gusta verte cuando te tocas
El dedo del medio se fue al interior, falange por falange hasta el final. Podía sentir su miembro dar tumbos y brincos de placer dentro de mi.
Con la otra mano me abrí las nalgas para que viera como me metía el dedo. Luego le hice compañía con el anular y él respiraba más fuerte.
- No pares, no pares mamacita... qué rico te ves
Recordaba ese culito de Laura atravesado por ese pequeño hilo, me imaginaba corriéndolo a un lado, llenándola de saliva. Cada que metía los dedos dentro de mi, imaginaba que lo hacía en su trasero.
Mi respiración empezó a entrecortarse y el orgasmo no se hizo esperar. Saqué los dedos y me incliné hacia adelante. Me vine con tanta fuerza, apoye las rodillas, me levanté un poco y estrangulé su miembro con las paredes vaginales, fue tan fuerte, que su cabeza fue expulsada.
Respirando con dificultad... sentía su miembro entre mis nalgas, sonreí al sentir sus manos tomarme de las caderas y usarlas para masturbarse.
- Aghhh aghhhh aaarrgghhhhh
Un chorro caliente cayó en mi espalda, caderas y cabello. Vi pasar unos cuantos mas sobre mi hombro hasta estrellarse contra la sábana.
Su brazo paso por mi cintura y me levantó como una muñeca hacia él. Me abrazo durísimo, como cuando éramos novios, esos abrazos rompe huesos que das cuando no quieres que alguien se vaya de tu lado.
- Mamacita deliciosa ¡Te amo!445Please respect copyright.PENANAfGudL38Cji
- Yo a ti, muchisisisisisimo445Please respect copyright.PENANACSweXBd6FF
- Sea lo que sea que queramos, prométeme que vamos a hablarlo445Please respect copyright.PENANAoGu58JdB3V
- Si mi vida445Please respect copyright.PENANA0E3b8ZXPDl
- Te lo juro que así podemos ser más felices445Please respect copyright.PENANA3orp1PgEGV
- Eso es lo importante, que los dos sea en felices ¡Te amo!
***
Ese día aprendí a creer en sus palabras, a no tener miedo de proponerle cosas diferentes.
Entendí porque le había dolido tanto la vez pasada, porque pese a que él no está de acuerdo con mi propuesta se lo tomó con calma, sin juzgar, sin prohibir. Lo único que me pedía era tener cuidado.
Entendí que de eso se trataba nuestra relación desde un inicio, de confianza. De no ser la típica pareja que se encierra en su mini isla y se olvida que vive en un mundo enorme lleno de posibilidades.
Espero tener la misma madures el día que él me proponga algo similar.
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