Los planes con Laura seguían en pié y ella no paraba de escribir dando ideas para hacer que Thomas aceptara. Sin embargo había uno muchísimo más importante que ese.
Estábamos cerca de celebrar 10 años de matrimonio. Lo escribo y aún no me lo creo, 10 años es mucho tiempo y a la vez muy poco. Solo puedo mirar hacia atrás y recordar que conocí a la persona más especial de toda mi vida: mi esposo.
***
Este año cayo un jueves y por más compromisos que teníamos, lo celebramos todos el día solos. Al mediodía fuimos a almorzar cerca de mi trabajo, me llevó un racimo de rosas hermoso.
A la noche fue algo más especial, me recogió a eso de las 7 y tenía una reservación en Marmoleo. Aprovecho para dedicarme una canción que cantaron para él el grupo en vivo, sin decir que era el aniversario, a ninguno de los dos nos gustan extraños preguntando estupideces.
Cuando terminamos de comer, me entregó una hermosa gargantilla de plata y esmeraldas. Casi me mata. Yo le había comprado un reloj inteligente que hace rato quería.
Juraba que íbamos para la casa y no. Cogió rumbo a a Robledo.
- Picaron ¿pa' dónde me llevas?512Please respect copyright.PENANA0LQ2Vqwzs7
- No iras a creer que solo íbamos a comer con lo hermosa que estas512Please respect copyright.PENANAr9qEqTg9nC
- ¿No me salvo?512Please respect copyright.PENANArybHCUP3fG
- Ya perdió hace 10 años
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Al otro día llegué tarde al trabajo, con la complacencia de mi jefe, que sabia que íbamos de celebración. Ni con maquillaje podía disimular las ojeras.
Ya me estaba encargando de programar todo para la celebración del fin de semana. Siempre nos pasa lo mismo. Nos dio la brillante idea de casarnos en la fecha más atravesada del mundo, cerca del día de la madre.
A eso del medio día me llama Pilar.
- Eri ¿Cómo les fue?512Please respect copyright.PENANA2jLoWeEaOG
- Super corazón. Thomas es un sol, todavía parecemos como novios512Please respect copyright.PENANAazgIDzdtlv
- Que nota, me tenes que contar todo512Please respect copyright.PENANAcKIjZen61d
- jajaja y el remate... mmm que delicia512Please respect copyright.PENANAlWSbDspbj0
- Que rico ¿qué van a hacer el fin de semana?512Please respect copyright.PENANAxBRolfINVP
- Vamos a celebrar el día de la madre512Please respect copyright.PENANAw8eFQUYMw4
- Hum y yo que les tenía plan512Please respect copyright.PENANAU4ARJtboTZ
- Cuente512Please respect copyright.PENANAdIf34Ky8nh
- Es que yo también quería hacerles un regalo de aniversario, 10 no los cumple cualquiera512Please respect copyright.PENANAT4JHL5Ma2p
- Si quieres el sábado, así podemos estar el domingo con las mamas512Please respect copyright.PENANAGOZZb5IRoP
- Tenía planeado todo el fin de semana pero esta bien. El problema es que ya tengo las reservas512Please respect copyright.PENANAcKO36CaNOb
- ¿Reservas? 512Please respect copyright.PENANAem62t5twcC
- Si, alquile una finca con piscina para todo el puente512Please respect copyright.PENANAvTJrePNFks
- Ay Pilar ¿por que no me dijiste antes?512Please respect copyright.PENANA2skwtQduYf
- Vos sabes como soy, quería darles la sorpresa512Please respect copyright.PENANAB9OmH5WCXO
- Tan linda ¡Mamacita!. Sabes que, déjame hablo con Thomas y que organizamos
Dura decisión, pero tocó sacarle excusa a las mamás, decirles que nos íbamos a celebrar el aniversario solos y lo entendieron, excepto mi suegra que siempre pone problema cuando me pone a mí por encima de ella. Quedamos de aplazar la celebración de las mamas para el siguiente fin de semana.
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Como siempre Pilar se luce con sus regalos y la finca era un lugar espectacular, pequeña acogedora y muy privada. Se encargó de no tener mayordomo y que sólo regresará el lunes a recibir la finca antes de irnos.
El viernes fue el descontrol total, Pilar y Thomas bebieron sin compasión, a mí ni me entraba de solo acordarme del guayabo que había tenido hace unos días. Me dediqué mayormente a la hierba y una que otra cerveza.
El sábado me desperté temprano y ellos del guayabo casi no se levantan. Aproveché para nadar mucho rato con la piscina solo para mí. Leer en el kiosco mientras llovía y cuando ya estaba aburrida, les preparé un caldo de costilla a ver si los resucitaba.
Toda la tarde se convirtió en la finca nudista, corrimos por todos lados bajo la lluvia. Brincamos de la piscina al jacuzzi para sentir el calor de las burbujas cuando sentíamos que nos íbamos a congelar.
La lluvia no cesó y terminamos dentro de la casa contando anécdotas de colegio. Ninguno tenía ánimos de beber. Nos sentamos en el piso, preparamos la narguile. Nos dedicamos a fumar y recordar el pasado. Pilar se puso curiosa y empezó a preguntar cómo nos conocimos, cómo fue el primer beso, cómo fue la primera vez que tuvimos sexo y cómo fue la primera vez que hicimos el amor... era una máquina insaciable de nuestra historia.
Recordando todos esos hermosos momentos el amor florecía entre nosotros dos y ella comenzó a convertirse en un algo difuso. Besos y caricias suaves empezaron a cubrirnos, la atracción nos estaban ganando. Llovía a cantaros y tronaba muy fuerte.
La luz se fue quedando todo a oscuras. Estábamos tan embelesados que ni le prestamos atención. Pilar se levantó, fue por unas velas y las encendió ubicándolas en el piso de la habitación. Se acomodó en uno de los muebles en que había en una esquina.
- Ya sé cómo tienen sexo ¿Me dejarían ver cómo hacen el amor?
Mi esposo me levanto y me cargó en sus brazos cual novia que llega al cuarto en la luna de miel, me descargo ligeramente en la cama apoyando la rodilla. Dándome un beso mientras me bajaba el pantalón de la pijama.
Nos quedamos un rato en la cama, dándonos besos y besitos con lengua, de esos corticos pero calentadores que van mordiendo labio, de esos que van acompañados con caricias lentas con las llamas de los dedos por la espalda, de esos que hacen que la piel se te ponga de gallina, que se te acelere el corazón y que inevitablemente sueltes uno que otro gemido en su oído.
Me acomodó a lo ancho de la cama con las caderas al borde de uno de los lados levantando mis pies, uno a cada lado de su cuerpo, los descargo apoyándolos en en la pared. Soltó es risita que va cargada de pecado.
Apoyado en la pared, deslizó su espalda hasta sentarse en el piso. Acercó su cara y sentí su respiración sobre mi sexo. Recorría mis muslos, me acariciaba con su barba y sus manos. Ya me tenía a punto de explotar pese a que aún no me había hecho nada de forma directa.
Comenzó a respirar más fuerte sobre mi sexo y le lanzó un beso, justo como los que nos estábamos dando minutos antes. Sólo sus labios se encontraban contra los de mi vagina y el calor subía en mi cuerpo al ritmo de sus besos. Añoraba su lengua para explotar, le gustaba torturarme. Sus manos y su boca se desviaron hacia mis muslos dándole pequeños mordiscos y besos.
Sentí su nariz respirando detrás de mi rodilla izquierda, comenzó a lamerla y sentía como si lo hiciera en mi sexo, si antes estaba mojada con ese movimiento me termino de empapar. Mi vagina recibió llena de jugos uno de sus dedos que se dedicaba a jugar con mis labios interiores.
Era imposible retener los gemidos, mi vientre se agitaba por la respiración. De repente fue directo hacia mi sexo. Clavó su nariz, respiro profundo y dejo su lengua en libertas para recorrer mi depilada rajita.
Me tenía a punto de estallar, él lo sabía y se retiraba para evitarlo. Lo hizo así varias veces hasta que una de ellas no pude soportarlo más, apreté las piernas, aprisionando su cabeza. Me deje llevar por el orgasmo y el inevitable temblor en las piernas.
Él no paraba de acariciarme los muslos, pantorrillas y tobillos. Apenas la respiración volvió, miré hacia el frente. Me encontré con la su sonrisa y esos ojitos de amor, lo correspondí de igual manera.
- ¡Te amo! -le dije-
No era suficiente para él, de nuevo me abrió las piernas y apoyó su mano derecha sobre mi pelvis para hacer presión. Toda su cara estaba metida en mi sexo, hacia movimientos rápidos y al llegar a mi punto de placer los hacía lentos y deliciosos.
Poco a poco un calambre fue llenando y abultado mi clítoris, mi sexo, el vientre... levanto mis piernas y apoyo sus manos agarrándose de mis muslos evitando que yo pudiera cerrarlas inconscientemente por el placer.
Sentí un orgasmo concentrarse desde el cerebro y empezaba poco a bajar por mi cuerpo. A la vez que perdía el control de la respiración. Él continuaba allá clavado sin dejarme descansar. Lo agarraba del pelo para que parara pero no tenía fuerzas suficientes para detenerlo, la agitación siguió su camino y guiado por su lengua bañe toda su cara... él no paraba de moverla y cada que quería se apoderaba de mi clítoris sensible y me hacía venir a su voluntad.
Finalmente se retiró permitiendo mis piernas cerrarse y cruzar mis rodillas. Aproveché para apretar la entrepierna y llevarme las manos inconscientemente como defensa. Se colocó de pie contra la pared y se quedó contemplando mi sonrisa de oreja a oreja y mi cuerpo temblar.
Recuperé un poco la cordura. Cuando al fin abrí los ojos y pude verlo, se quitó la camisa abriendo lentamente cada botón. No necesitaba bailar, no necesitaba creerse un stripper. La sensualidad era infinita esas miradas de deseo me ponía a mil.
Me encanta verlo. Desde la primera vez que lo vi desnudo su cuerpo me cautivó y aún sigue causando el mismo efecto. Abrió su correa, desabrochó el pantalón y se lo quito sin prisa, un gran bulto palpitaba en sus boxer apunto de estallar. Apoyado en la pared comenzó a jugar con el resorte muy lentamente hasta que salió su miembro... alargado sin llegar a estar erecto.
Por inercia iba a ir directo a chupárselo. De inmediato me levantó los pies, mi cuerpo se fue hacia atrás y quedé tendida en la cama con las piernas abiertas. Juntó mis pies y los llevó hasta su boca, los chupo uno a unos, metía su lengua entre ellos. Luego se apoderó de mis tobillos, dejo salir abundante saliva en las plantas de los pies y los llevó hasta su pene para masturbarse.
En dos o tres movimientos ya estaba como un lanza, con la cabeza brillante y lleno de venas a punto de reventar. Me miraba con risa cómplice y malévola. Tomó ambos pies apoyándolos de nuevo sobre la pared a cada lado de su cuerpo. Su potente erección hizo que se me llenara la boca de saliva de solo pensar en degustar ese manjar con mi lengua.
Se acercó para besarme y pude sentir su pene duro sobre mi vientre como un puñal, palpitando de deseo. Me besaba con mucho amor y cariño, acariciando mi rostro.
- ¡Te amo! ¡Mamacita mia!
Me cargo para acomodarme en la posición normal de la cama, se hizo de rodillas y llevo mis piernas hasta su hombro izquierdo. Su otra mano se dedicó a usar la cabeza de su miembro para recorrer toda el exterior de mi húmeda vagina.
Siempre fue amable, lento y disfrutaba de cada uno de los rincones de mi vagina. Su mirada y la mía estaban enlazadas y no era necesario ver lo que placenteramente ocurría en otro lugar. Su cabeza se llenó de mis líquidos y aprovechó para jugar entre mi vagina y el ano, saltando de uno a otro, solo rozaba su cabeza contra mi cuerpo, era una placentera tortura, disfrutarlo tan cerca pero al mismo tiempo quererlo metido hasta el fondo.
Soltó mis piernas que cayeron en la cama y dejó caer el peso de su cuerpo sobre el mío. Me beso, corriéndome el cabello detrás de las orejas. No paraba de llenarme de halagos, repetir cuanto me amaba y lo feliz que era de haberme conocido.
Lo abrace muy muy fuerte, queriendo que nunca se separara de mí. En medio de besos la punta de su glande apenas si entraba y salía. Entrelazadas las manos, llevó una de ellas sobre mi cabeza, dando pie a que su miembro terminara de entrar por completo. Lo besaba sonriendo, entre cerrando los ojos, disfrutando como lo metía y sacaba con delicadeza. Hoy no necesitábamos nada fuerte, nada sexual, solo disfrutar cada centímetro, cada movimiento, cada curvatura, cada pliegue, cada vena, cada respiración.
La pasión estaba llena de movimientos lentos que nos hacía gemir. Nos llenábamos de besos apasionados, dejábamos nuestras lenguas libres dar y recibir placer bailando entre ellas. Podíamos sentir el latido de nuestros corazones piel con piel.
El tiempo se perdió y solo existíamos nosotros dos... mi útero comenzó a sentir esa presión que anuncia el orgasmo y la transmitía a hasta su pene haciendo contraer las paredes vaginales. Los movimientos eran igual de lentos, pero terminaban con más fuerza. Su cabeza cayó al lado de la mía contra la almohada dejando su boca justo en mi oído, regalándome sus deliciosos gemidos.
Sus movimientos comenzaron a ser un poco erráticos... me tomo fuerte de la cabeza se apoyo en sus brazos levantando su tronco, metiendo su pene tan al fondo como podía.
- ¡Te amo! ¡Te amo, amor mío!
Una de las mejores sensaciones de la vida nos invadió. Nos quedamos quietos sin poder respirar. Un orgasmo que ni planeado sale tan sincronizado nos llevó a abrazarnos fuertemente. Sentía cada ráfaga de semen atravesar todo mi cuerpo y llegar hasta mi cerebro, desde donde salían de vuelta los míos.
Nos quedamos así por unos minutos, mirándonos, besándonos y recuperando la respiración. Acariciando nuestro cuerpos desnudos lentamente.
- ¡Te amo! ¡Te amo mamacita!512Please respect copyright.PENANA9KJHb08QRd
- ¡Te amo mi amor! ¡Te amo como a nada en el mundo!
***
De pronto escuché a alguien llorando y recordé que Pilar estaba ahí. Volteamos a mirarla extrañados. Estaba ahí en el mueble abrazándose los como pies como una Magdalena. Cuando vio que la estábamos viendo, trataba de contener las lágrimas pero no podía.
Thomas se hizo al lado contrario de la cama y apoyó la palma en el colchón invitándola a estar con nosotros.
- Ven para acá ¿qué pasó?
Ella se abalanzó de inmediato, se acostó a mi lado. Clavándose en mi pecho término de soltarse en un llanto interminable. Yo la abracé y mi esposo le acariciaba el pelo y la espalda.
- Ya, ya corazón, cálmate. Cálmate.
Era como tener una niña desconsolada en brazos. Finalmente sus sollozos cesaron y se sentó en la cama, brotándole lágrimas que se quitaba con las manos, apenada por lo que estábamos presenciando.
- Nunca había visto algo como esto. Nunca he tenido algo siquiera cercano como esto
La tomé de la mano y mi esposo nos cubrió con la suya para darle fuerza.
- Hoy vi el amor de cerca, amor de verdad y me da miedo...
Un mar de lágrimas borraban su rostro. Nos sentamos mejor. La abrazamos y le dimos ánimos para continuar.
- ... me da miedo, me da miedo... solo ser un juego y no más. Ser la tercera, la muñequita sexual y no poder sentir, ni recibir ese mismo amor
La abrazamos muy muy duro, la llenamos de picos y besos por todos lados hasta que le sacamos una risita.
- Ya, no me hagan reír, -volvió a su cara de tristeza- es de verdad
Nos acomodamos de frente a ella.
- Nosotros como pareja lo hemos hablado cientos de veces, créeme que no es fácil, solo te puedo decir que los dos te queremos, ¡y mucho!, te queremos demasiado. El amor no se da de un día para otro, el amor el amor lo da el tiempo, lo dan las vivencias, el apoyo y ni te digo de la convivencia. Hoy nos acabas de regalar una muestra inolvidable de lo importante que somos en tu vida -por fin un destello de luz iluminó sus ojos- y nunca lo vamos a olvidar. El amor es un camino y no una palabra.
La tomé del rostro le di un beso que le arrancó una sonrisa, luego dio la vuelta a buscar a mi esposo que le pegó la frente a la de ella, mirándola a los ojos fijamente por un momento y le dio un beso con el mismo cariño.
La acostamos en el medio y la consentimos como una niña pequeña hasta que se quedó dormida, seguida por mi esposo que no tardó mucho en acompañarla.
***
A mí por el contrario el insomnio me capturó. Me fui para el kiosko con una manta y me acosté en una hamaca a ver caer la lluvia y pensar en Pilar, me encantaba y perturbaba esa sensación al conocer su corazón desnudo, lleno de sentimientos.
Me quede ahí recostada en una hamaca envuelta en una cobija, escuchando las gotas caer y chocar contra el agua de la piscina, chocar contras las tejas. Dejando que el sonido ensordecedor me arrullara, pero ni siquiera tan placentero sonido me hacía perder la conciencia.
En la madrugada, el cielo comenzó a pintarse de azul oscuro, los rayos y centellas no menguaban. Ese color me recordó el cabello oscuro de Alice, una persona nueva con la que había empezado a hablar en Twitter y que al igual que Luisa pertenecían al mundo BDSM.
Ella estuvo varios días muy atenta, dándome consejos y acompañándome en unas que otras dudas existenciales que tenía. Fue revelador, porque en vez de restringirme, me ayudo a abrir las alas y permitirme volar más alto.
Tomé mi móvil y se me ocurrió dedicaré unas cortas pero sentidas palabras.
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Pensando en ti:
Ver la lluvia, verla caer, verla como acaricia el tejado del frente, verte desnuda en la lluvia, tu cuerpo siendo acariciado por el agua.
Ver como cae hasta alcanzar tu sexo de donde fluyen orgasmos que hace que este aguacero se vea como una llovizna512Please respect copyright.PENANAnZDXiyigwv
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Espero le hayan gustado, así como me gustó masturbarme pensando en ella y en su cuerpo empapado por la lluvia.
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Todo esto fue muy cursi y sentimental, lo sé, pero es que de eso también se compone nuestras vidas, no solo de sexo. El corazón y la mente también necesitan ser alimentados por tan hermoso sentimiento: el amor.
A veces pensamos que no lo merecemos, que estamos demasiado rotos por el pasado para poder darnos la oportunidad de recibirlo. Solo hay que dejar las puertas abiertas y permitirle entrar.
Que cada quien lo viva y sienta como le plazca y no como lo impone la sociedad y las reglas.
¡Que viva el amor!
ns 15.158.61.8da2