-Luis quiere que seas su acompañante en la boda –mi padre me mira.
-Dile que no, que se busque a otra, yo estoy interesada en el no Danerys- Elizabeth se levanta y se acerca a nosotros.
-No pienso decirle eso, él quiere que tu hermana sea su acompañante y así será, hay muchos hombres aquí que pueden acompañarte hija. -Mi padre mira a mi hermana.
-Pero...-Iba a responderle, pero mi padre me interrumpe
-Nada de responder, ya mismo empezara la boda, empezar a arreglarse.
Mi padre sale de la habitación:
-Estarás contenta me has quitado a Luis cuando a ti ni si quiera te interesaba-Mi hermana me mira enfadada.
-Yo no quiero ser su acompañante, ni te he quitado nada, no me interesa, pero no puedo desobedecer a nuestro padre.
-Como siempre me quitas lo que deseo, no quiero que hoy me hables.
-Elizabeth-Ella sale del cuarto.
Miro por la ventana, las criadas preparaban todo para la boda, en ese instante llaman a la puerta:
-Adelante
Entra una criada:
-Con permiso alteza, venía a arreglarla.
-Vale.
La criada me ayudo a arreglarme, cuando estuve lista me mire en el espejo, estaba preciosa, ella hablo:
-Debo retirarme, todavía quedan cosas que preparar la boda, por cierto, estáis preciosa.
-Gracias, no te preocupes ve a preparar las cosas.
-Con permiso
La criada se retira, me pongo a pensar en Raúl, salgo de la habitación, empiezo a caminar, pero una voz me detiene:
- ¿No vas a esperar a tu acompañante?
Me doy la vuelta, es Luis:
-No me hace falta que nadie me acompañe y menos tu.
Se acerca a mí, me mira de arriba hacia abajo:
-Estas preciosa.
-Gracias.
- ¿No vas a decirme lo guapo que estoy?
-No me gusta decir mentiras.
-muy graciosa, es la hora
Me ofrece su brazo, lo acepto, empiezo a caminar, al cabo de unos minutos entramos en una sala, hay mucha gente, él va saludándolos, observo a mis padres de lejos hablando con una pareja, Elizabeth me mira con odio, también veo a Lucia agarrada del brazo de un hombre, están hablando, ella me saluda, se lo devuelvo, en ese instante, todo el mundo deja de hablar, el rey entra con una sonrisa ,se coloca dónde está el hombre que va a casarles ,a los pocos minutos entra María ,con una gran sonrisa ,se acerca hasta el rey ,el hombre empieza la boda:
-Bienvenidos todos, hoy es un día muy especial, nuestro rey se casará junto a una hermosa mujer, este reino tendrá de nuevo una reina, para mi es todo un honor casar, coronar a estas dos personas, reinaran lo mejor que sepan.
Mira al rey:
-Rey Felipe ¿Aceptáis a esta mujer como esposa, reina, hasta que la muerte os separe?
-Sí, acepto
-María ¿Aceptáis a este hombre como vuestro esposo, rey hasta que la muerte os separe?
-Claro que acepto
Le da un cuchillo:
-Haceros un corte en la palma de la mano cada uno y unid vuestras manos.
Se hacen un corte, unen sus manos, el hombre sigue hablando:
-Yo os declaro marido y mujer, llego el momento de la coronación, pero no seré yo quien lo haga, el rey me ha pedido que sea su hija quien lo haga.
Lucia se acerca hacia ellos, un niño tiene en un cojín las dos coronas, coge la del rey:
-Yo hija del rey, le coloco a mi padre su corona, para que siga gobernando lo mejor que sepa.
Le pone la corona a su padre, coge la de María, se acerca:
-Yo Lucia hija del rey y por petición de él, corono a esta mujer, para que sea nuestra reina, gobierne junto a mi padre, lo mejor que pueda, no estoy de acuerdo, pero bueno, es la orden del rey por lo tanto hay que hacerlo.
Se retira, el hombre habla:
-Pues todo listo, nuestro reino tiene nuevos reyes ¡Larga vida a los reyes!
Todo el mundo dijo:
- ¡Larga vida!
María sonriendo, mira a la gente:
-Es hora de disfrutar de este día, vamos todos fuera
Salimos del castillo, fuera hay criadas, muchas mesas, música, una criada me ofrece una copa de vino, la acepto:
-Gracias
Luis me mira:
-Sentémonos al lado de mi hermana y su acompañante
-Vale
Empezamos a caminar, pero de pronto veo a Raúl de lejos, me detengo:
-Ve tú, vuelvo enseguida.
Me dirijo hacia donde esta él, llego, me mira de arriba abajo:
-Hola
-Alteza
Hace una reverencia, iba a hablar, pero él me interrumpe:
-Estáis preciosa
-Gracias ¿Cómo vas?
-Bien, vigilando que todo está bien y preparándome para el combate.
-No quiero que luches, podrían matarte
-Es orden de la reina, ella quiere que luche lo hare, no moriré si es lo que te preocupa.
Deja de mirarme, mira a otra persona, sigo su mirada, Luis nos observa a los dos.
-Deberías volver con él, no para de mirarnos
-Enseguida iré, no me gusta tampoco su compañía
-Lo sé, iré con los otros guerreros a prepararme
- ¿Quién luchara?
-Soldados del rey Felipe, de tu padre, de otros reinos también.
-Sí que tiene ganas la reina de esto
- Debo irme, divierte
-Ten cuidado
-Lo tendré, hasta luego
-Adiós
Empiezo a caminar, en ese instante Lucia se acerca:
-Hola
-Alteza, estáis radiante.
-Gracias, pero solo quiero que acabe esta boda.
-Lo entiendo, pero a vuestro padre se le ve feliz.
-Mi madre murió hace unos meses es increíble que ya se haya casado de nuevo, si me disculpáis debo de saludar a unos invitados.
-claro
Ella se va, camino hasta donde esta Luis, llego, me siento, él me mira:
-Te ha visto hablando con ese soldado
- ¿Y qué? Es un soldado de mi padre
-Pues para ser un soldado de tu padre te miraba con deseo.
En ese instante Lucrecia se sienta en nuestra mesa, al lado de Luis:
-Hola, es la única mesa libre que queda, las demás están todas ocupadas
Él la mira:
-Mi padre tiene muchos amigos, quería que estuvieran presente en este día tan importante.
-Os felicito por la boda de vuestro padre, se merece ser feliz
-Gracias
Los criados nos sirven la comida, empezamos a comer, en ese instante aparece Lucia junto con un hombre, se sientan, ninguno decimos nada, la veo preocupada:
-Lucia
- ¿Si?
- ¿Va todo bien?
-Si no te preocupes, gracias
Seguí comiendo, la gente hablaba, pero yo escuchaba, pero no hablaba, no me interesaba mucho, pero de repente María se levantó, miro a todos:
- ¡Por favor un poco de atención!
Todo el mundo la miramos:
-Primero quería agradeceros de que estéis todos aquí, el día más importante de mi vida, de este reino, que después estos meses si reina, al fin tiene una, a continuación, habrá batallas, hemos seleccionado a varios soldados, que lucharan entre ellos, quien pierda morirá, espero que lo disfrutes, que comience la pelea.
De pronto Raúl y otro hombre entraron armados, se colocaron para luchar, el rey dio la orden, empezaron a pelear, sus espadas chocaron, todo el mundo gritaba, yo no podía dejar de mirar, de repente el hombre golpeo a Raúl haciendo que caiga al suelo, el hombre le golpea, se retira, mira a todo el mundo:
- ¡Yo soy el campeón!
De repente él se levanta, le clava la espada en el estómago, cae al suelo gritando de dolor, el rey se levanta:
-Has ganado muchacho, ahora mátalo.
Coge su espada y le corta la cabeza, me quedo más tranquila ha ganado, me mira y asiente con la cabeza y se retira, es de noche la boda continua, pero yo estoy cansada, observo por la ventana, si a Raúl le hubiera pasado algo no podría soportarlo, acaso ¿Estoy enamorada de él?
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