Hace unos meses encontré un libro que me interesó bastante llamado "Entre Fantasía & Realidad", pensaba que era el típico libro que cuenta una y otra vez las mismas historias y fetiches, pero cuando empecé a leerlo me sorprendió. No todas las historias fueron de mi gusto, pero igual las leí para darles la oportunidad e igual las disfrute.
Hay unas joyas que por la forma en que se relata me hicieron sentir como si fuera uno de sus protagonistas y terminar con los dedos húmedos, gimiendo en mi cama mientras me masturbaba. Que calor me da solo recordar lo caliente que me ponían. Me parecía increíble todo lo que despertaba en mí.
Una noche me entró la curiosidad y decidí escribirles a los autores con la intención inicial de darles las gracias por su trabajo y saber un poco más de ellos. No niego que estaba ilusionada con tener un poco de acción.
La verdad es que tenía una impresión de ellos un poco más, como lo dijera, no se... de ser más desinhibidos; pero me encontré con personas bastante precavidas y serias que se tomaron su tiempo hasta no saber con quién estaban hablando realmente. Nunca daban pie a tratar temas personales y menos sexuales.
Me ponía leer de nuevo las historias en la soledad de mi habitación y no podía dejar de pensar «¿será que si son los mismos?», no parecían serlo.
Aunque no tratábamos temas candentes, las conversaciones con ellos eran amenas y divertidas. Poco a poco empecé a hablar más con Ágata que era con la que me había entendido mejor porque era más relajada y directas, hasta que una noche que entramos en confianza decidimos hacer una llamada.
- Hola --dije con timidez--
- Hola ¿qué tal? ¿cómo va todo?
Contestó una mujer con tono paisa (colombiano) y una energía espectacular que rompió el hielo como si me conociera de toda la vida.
Hablamos un rato de nosotras, lo típico de trabajo, intereses y demás. Después de un rato la conversación se nos agotaba y tuvimos un silencio de esos incómodos en los que no sabes qué más preguntar, solo se escuchaban las respiraciones.
- ¿Puedo preguntar algo indecente?
- Claro --respondí--
- ¿Por qué nos escribiste?
- ¿Eso qué tiene de indecente?
- Nada, tu solo responde
- Intriga, no sé, quería conocerlos un poco más, no sé
- Uno siempre sabe --contestó desafiante--
- Este... --me reí y ya me temblaban las manos-- ...para saber cosas
- ¿Qué cosas? --preguntó--
- Cosas --me reí de forma coqueta--
- Puede que esta llamada no se repita, así que aprovecha
- ¿Esas historias son de verdad?
- Unas sí. La mayoría me las cuentan, las escribimos y le ponemos nuestro toque. Algunas otras no
- ¿Cuáles?
- Esa es la idea del libro... que quién lo lea decida si son Fantasía o Realidad
- Pero… ¿los relatos donde hablan de ustedes?
- Hay unos que sí, hay otros que hemos creado jugando con Alice, imaginando lo que nos queremos hacer cuando estemos juntos
- ¿El del hombre con las máscaras de cerdo?
- ¿Tu qué crees?
- No sé, ese es demasiado loco, pero no sé
- ¿Alguna vez te has masturbado cuando los lees?
Abrí los ojos y me senté recta en la cama. Se me aceleró el corazón y se me secó la boca. No me esperaba que fuera tan directa aún.
- Esteee… si
- ¿Y mientras lo hacías te preguntabas si eran verdad o no?
- No jajajaja en ese momento no me importaba
- Solo disfrutabas y los usabas para darte placer ¿cierto?
- Si, así es
- ¿Entonces por qué importa?
- Es que uno igual se pregunta si hay gente así
- ¿Así como? ¿rara? ¿morbosa? ¿loca? ¿atrevida? ¿bisexual? ¿abierta aprobar cosas nuevas? ¿poliamorosa?
- Si, así
- ¿Sabes qué? --hizo una larga pausa y chasqueó su lengua contra el paladar-- te sorprendería saber que somos más los "raros" que los "normales", solo que muchos escondemos esas facetas para evitar ser juzgados por gente que no las entiende
- Si, así me siento
- Ah ya --dijo entre risas-- al fin te dejaste ver como eres ¿y tú qué escondes?
- ¡¡¿Yoooo?!! jajajaja nada
- Nada de nada no creo, algo debe tener por contar la dueña de esa voz tan sexy
Se podía notar ya estaba cruzando una nueva frontera y su voz hacía estragos en mi cordura. Mi cuerpo no escondió su reacción y los pelitos del brazo se me erizaron.
- En serio nada, soy una mujer de lo más normal con una vida super aburrida
- Por cada diez personas que me responden eso, nueve han tenido al menos una historia interesante para contar y al menos una o dos han vivido experiencias únicas
- ¿Al menos una? --pregunté con intensión--
- Si, una o dos... y mi sexto sentido me dice que eres una de ellas
- Pues a todos nos pasan cosas ¿no?
- Si, pero no las mismas y la intriga me mata por saber que hay guardado en esa cabecita bajo llave
Me cogió el ataque de risa. Esta mujer era como una Adivina de feria que todo lo sabe no más entrar por la puerta de su tienda.
- ¿Si te cuento lo vas a publicar?
- Solo cuando nos dan permiso, lo hacemos
- No sé
- Hasta que no me digas que sí, va ser un secreto que me lleve a la tumba ¿me prestas la llave?
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Esa noche por primera vez en mi vida le confesé a alguien con quién fue mi primer beso.
- Belinda Smith
- ¿Una mujer?
- Si, una mujer
- ¿Te gustan?
- No me considero, no sé, lesbi. Me gustan más los hombres, pero hay mujeres que hmmmm ¡diioooos mioo!
- Sé de lo que hablas jajajaja
Tuvimos una nueva pausa de esas incómodas. Pensaba que la había decepcionado un poco.
- Oye, pero no creo que esa sea toda la historia
- Si eso es, la bese y... --no pude aguantarme la risa-- nada
- Lo sabía jajajaja vamos cuéntame --suplicó su tono melódico--
- Me da vergüenza
- Si tú me cuentas, yo te cuento algo mío ¿te parece?
Como no soy muy buena relatando historias, fui directo al grano y se volvió a reír de mí.
- A ver linda voz sexy al otro lado del teléfono. Hagamos una cosa... cierra los ojos
Me pidió que recordara ese momento y ella con sus preguntas, cual detective de criminalística, me empezó a sacar cada detalle con mayor precisión hurgando también en lo que había sentido.
Estaba super excitada, no sé si por el recuerdo o porque le estaba contando a una desconocida esa parte secreta de mi vida.
- Wow Candance ¿y así me decías que no tenías nada por contar?
- Candy, por favor
Le dije con tono amable y la voz quebrada por la falta de aliento y nervios. Esa mujer me intimida mucho.
- ¿Candy? ¿Cómo dulce en inglés?
- Si, así me llaman mis amigos cercanos
- Ojalá fuera más cercana y…
- ¿y qué? --pregunte intrigada–
- …y nada jajajaja
- Vamos dilo, cobarde
- ...y poder saborear las mieles de ese Candy
Se rio con mucha picardía y su respiración resonaba por la bocina.
- ¿Eso es lo que le dices a todas para que caigan?
- No, no a todas, solo a las que llaman mi atención
Mi mano se deslizo hacia mi sexo y empecé a acariciarme por encima de la ropa interior.
- Candy --seguida de una larga pausa– ¿estás excitada?
- Ujum mucho
Respondí presionando mi clítoris y tapándome la boca para que no me escuchara.
- ¿Quieres saber cómo fue mi primera vez con una mujer?
- Si, claro que si
- ¿Pero no te vas a tapar más la boca y me vas a dejar escucharte? ¿cierto?
Pero qué demonios, acaso tenía una camara en mi casa.
- Ujum --respondí casi gimiendo--
- Eso, si, así, me gusta escuchar para saber que tal lo estoy haciendo
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Lo siento por dejarlos con la intriga, pero esa historia le corresponde a Ágata decidir si se las cuenta o no. Yo solo les puedo decir que es una maldita y perfecta maravilla.
Contada por su melodiosa voz y esos deliciosos gemidos mientras se masturbaba, se metía por mis oídos y viajaba a toda velocidad para instalar en mi mente esas excitantes imágenes.
Mantenía los ojos cerrados mientras frotaba mi sexo y apretaba mis senos podía sentir cada gemido, olor y sabor de ese encuentro como si yo misma lo estuviera viviendo. Fue imposible no soñar con los movimientos que describía de la lengua de su amante y mi sexó sentía cada uno de ellos.
Estaba tan mojada que al meter y sacar los dedos de mi sexo se podía escuchar y asumir a la velocidad que lo estaba haciendo.
- ¿Me dejas escucharla?
Dijo en medio de gemidos y no pude más que complacerla colocando el teléfono en altavoz cerca de mi sexo mientras me metía y sacaba mis dedos.
- Ahhhhhhh ahhhhh oooh siiiii
Un delicioso gemido de placer se escuchó y al sentir que el mío llegaba como respuesta sonreí, cerré los ojos y toque con delicadeza mi clítoris pensando en su lengua y mmmm me alcanzo esa deliciosa sensación de bienestar.
- Eso fue...
No paraba de reírme, mientras escuchaba como ella recuperaba la respiración.
- ... una delicia
Ella seguía callada sin decir nada, solo escuchaba su respiración entrecortada.
- Me encantó, nunca había hecho algo así
- ¿Venirte? --dijo en tono burlón--
- No jajajaja tener sexo telefónico
- ¿Osea que se podría decir que soy tu primera vez?
- Mi primera vez por teléfono, si...
Me reí descargando mi cabeza en la cama y levantando las piernas contra la pared.
- ...porque mi primera vez fue mmmm --suspire profundo-- deliciosa
- Lo sabía, lo sabía. Sabía que tenías más historias para contar
- Unas cuantas jajajajaja
- Ahora se la respuesta
- ¿Respuesta a qué?
- ¿Al por qué nos hablaste?
- No sé, pero --me mordí los labios-- ya quiero saber
- Porque, aunque no lo sabías… lo que quieres en el fondo es que cuente tu historia ¿o me equivoco?
Me quedé en silencio un buen rato, no sabía si confirmar o no tal afirmación.
- Creo que ya es hora de despedirnos --respondí--
- No pensé que eras de las de ese tipo
- ¿De cuál?
- De las que huye
- No lo hago... solo que necesito tiempo para pensarlo
- Buenas noches dulce Candy. Espero tu respuesta, pero no tardes demasiado, no soy muy paciente que digamos.
- Buenas noches Ágata fue todo un placer
- El placer ha sido mío
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Tremenda revolcada me pego en la cabeza esa mujer, ya sabía la respuesta, pero también quería jugar un poco con ella.
Traté de que no se enfriaran demasiado las cosas. Estuvimos varios días en "negociaciones" húmedas vía telefónica.
Al final pude sacar un poco de ventaja y a cambio de dejarme "escucharlos" por una llamada tener sexo, le di el sí.
Decidimos publicar un par de historias cortas en su libro de relatos.
Me pidió que los revisara antes de publicarlos, pero no tenía demasiado para aportar. Siempre he sido mejor para hablar y leer que para plasmar lo mismo en una hoja.
- Aprobado
Segundos después cuando vi la notificación y caí en cuenta que cualquiera lo podía leer me llené de nervios. Me arrepentí y le pedí que mejor los eliminara, no sé porque me dio tanto susto.
- Relax Candy ¿cuál es el miedo? ¿ni siquiera estamos usando tu nombre real?
- Yo sé, pero igual hay muchos detalles que…
- Calma nena. A mí me pasó lo mismo ¿te sientes expuesta?
- Si, como una pesadilla en la que corres desnuda en el trabajo o en el estudio
- jajajajjajaa tal cual, no lo pudiste describir mejor
- Yo no soy así créeme, pero esto me tiene llena de nervios
- Hagamos una cosa, lo dejamos una semana y luego lo borramos ¿te parece?
Logró convencerme. Entraba leía mi relato y me parecía una historia demasiado normal a comparación de las otras que se publican. A nadie le iba a gustar.
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Toda la semana estuve hecha un manojo de ansiedad. Era poco lo que hablábamos porque había sido complicado coordinar horarios.
- Candy, te quiero mostrar algo
Me mando un pantallazo de las estadísticas y los mensajes privados. Los dos relatos habían sido todo un éxito, con muchas más visitas de las que tienen los otros relatos y varios mensajes pidiendo la continuación.
Nunca me había pegado tan fuerte la inseguridad y ver esos números y mensajes me recobró la confianza.
- Ya los borré
- ¡No! ¿por qué?
- Tú me dijiste que una semana no más
- No, ya no los puedes dejar
Esa mujer es astuta, no los había borrado, solo quería conocer mi reacción. Cosa que aprovechó para proponerme volver a escribir todo con más detalle y contarles un poco más de mi vida… pero en un libro aparte dedicado únicamente a mis historias.
«¿Cómo decir que no a eso ahora que sé la adrenalina que me produce?»
Terminé aceptando el trato.
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No sé de dónde vamos a sacar tiempo porque las dos tenemos una agenda bastante apretada pero seguro algo se nos va a ocurrir.
Es primera vez que hago algo así parecido, pero bueno, se aprende del proceso y seguro que con la ayuda de Ágata vamos a darles unas cuantas páginas llenas de historias.
Espero que las disfruten en compañía o en soledad… y ya saben: me gusta leer sus comentarios, así que no sean timidxs.
Besos… Candy
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A propósito, Ágata: la apuesta sigue en pie y soy de las que cumple su palabra.
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