Me di la vuelta para dar una mirada más abierta del lugar y de repente noto que un hombre maduro, no me quitaba la mirada de encima mientras le daba un trago a su vaso.
Wow mi entrepierna se estremeció de inmediato y de la nada llego a mi mente un "Sí" ese hombre iba a ser un completo "Sí". Agache la mirada tratando de disimular mirando mi teléfono, pero igual sonreía como una idiota quinceañera.
No paraba de pensar en ese hombre que había agitado mis hormonas, levanté la mirada y aprovechando que estaba hablando con el barman le di una mirada más exhaustiva.
Cerca de sus cuarenta, con algunas canas en su barba la cual llevaba corta y perfectamente cuidad; espalda ancha y recta; traje fino, camisa con mancornas abierta en el cuello y su corbata, seguro que estaba en alguno de sus bolsillos cansado de ella por un largo día; un reloj enorme en su mano izquierda y su calzado reluciente casi como espejo.
Se me vino a la mente esa imagen cuando me miré al espejo, con la nueva ropa interior y no era capaz de dejar imaginar como esa delicia me quitaba el vestido y después me arrancaba con mucho deseo y pasión la ropa interior con los dientes.
Me acaloré demasiado y tuve que usar una de las revistas para darme un poco de aire. Maldita sea, esto del día del sí se estaba saliendo de control.
Miradas iban y venían, se me escapaba una risita de estúpida con la que caen todos, pensando que soy una mosquita muerta, pero que en realidad como una araña los atrae a su trampa sin que se den cuenta. Me encanta cuando me subvaloran.
Hasta que note un maldito y pequeño detalle que había pasado por alto, una argolla de su mano. Una lástima.
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Veo a Erika salir del baño, me hace una mueca a lo lejos. Se detiene en la barra, él se da la vuelta, separa sus piernas y abro los ojos sorprendida. Ella se mete en medio y se empina para darle un beso. Lo toma de la mano y cuando lo invita a venir con nosotras me quedo helada sin saber como reaccionar.
- Profe, le presento a mi Iván, mi esposo83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡaphDfrBPF0
- La famosa profe Liliana --estiró su mano-- al fin tengo el gusto --con una voz ronca y sensual--
Mientras apreté la mano, evite míralo a los ojos por la vergüenza que sentía de haber coqueteado de esa forma minutos antes y mejor volteé a mirarla a ella como excusa.
- ¿Famosa?83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡKXs0Afv7TS
- Claro --respondió Erika-- ya te lo dije, si no fuera por vos no pasaba esa materia, nunca de los nuncas83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡOkTsDqcY0p
- Eso no es del todo cierto83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡoFSSHWKlhS
- En todo caso --interrumpió él-- todo el semestre me contó de la forma tan particular con la que enseñas83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡvNYLdFlvmp
- Si --continuó Erika con emotividad-- es que ella enseña de una forma diferente y no usa esas metodologías retrógradas que tiene la universidad83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡvoDXcBqsXR
- Lo que trato de hacer es enseñar como me habría gustado que me enseñaran83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡPeqcVjMej9
- Ahí está la diferencia, entonces --dijo él tomando asiento, abriendo los botones de su saco-- te pones en el lugar de los demás83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡKCBQwmM8kt
- Exacto amor y no al contrario, como piensan esos dinosaurios que creen que enseñar es memorizar
Erika levantó su copa para brindar y cuando unimos las copas miro extrañada el vaso de su esposo.
- ¿Qué estás tomando? --haciendo mala cara--83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡz9p1Vqzm4n
- Soda michelada83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡoQuXz3As0b
- ¿Qué?83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡyMHrsq84al
- Si, vine en el carro, me toca hacer de conductor elegido83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡ6fOJm35GTR
- Pues pedimos conductor de la aseguradora, pide un trago de verdad83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡiXYxkWSpxV
- No, hoy no tengo muchas ganas de tomar83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡo4wgPp4SLP
- Bueno, ni modo, mejor, porque nosotras si para celebrar83Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡ1lFsybd9nX
- Perfecto yo me encargo de cuidarlas y de que lleguen sanas y salvas a casa
Chocamos nuestras copas, los dos me miraron fijamente y sonrieron, sentí un corrientazo extraño que recorrió todo mi cuerpo. Lo único que pude hacer fue corresponderles la sonrisa y tomar un buen trago de mi copa.
