El lugar por dentro era de un lujo excesivo al que no estoy acostumbrada con sirvientes por todos lados atentos a la más mínima señal de atención.
Los chicos y chicas con los que entré tenían un comportamiento diferente al de la universidad, un poco más efusivos que lo de costumbre, y cuando una de ellas me ofreció acompañar mi trago con una pepita, entendí de lo que se trataba. No iba a ser muy buena idea que mezclara drogas, además de alcohol con mis medicamentos psiquiátricos y con un gesto afable, lo rechacé con una sonrisa y pasó de largo sin recriminármelo.
Estaba haciendo un esfuerzo extra por tratar de sentirme cómoda entre todos ellos, reír de sus chistes sin sentido y hasta tratar de disimular por entender de sus conversaciones banales sobre redes sociales, bailes de TikTok y un sin fin de estupideces a las cuales nunca les presto atención. Ellos podían tener la misma edad mía, pero yo me sentía totalmente fuera de lugar, como parte de otra generación.
Se levantaron a bailar y como es algo que no sé hacer, me levanté con mi copa cerca de una pared, para disimular que estaba ahí con ellos, pero sin involucrarme completamente. Afortunadamente, había otras chicas un poco más dispuestas a llamar la atención de los chicos y yo pasé a un segundo plano.
Ya estaba a punto de escabullirme, saqué mi teléfono para pedir un transporte e irme para la casa, cuando siento que me abrazan por detrás y me dan un pico en la mejilla.
- ¡Si viniste!
Me di la vuelta y me encontré con la hermosa y cálida sonrisa de Erika. Me levantó una mano por encima de la cabeza y me hizo dar una vuelta.
- Wow profe, me encanta tu nuevo look81Please respect copyright.PENANAX9exg8KVF1
- Hoy me dio por probar cosas nuevas y pues...81Please respect copyright.PENANAcX6Ep7b0yr
- Pues estás divina81Please respect copyright.PENANADvejH7ImwZ
- Gracias
Me tomó de la mano y me arrastró hacia una especie de sala abierta donde había varios segmentos, cada uno con poltronas de cuero y una mesa de centro, lejos del ruidoso salón de baile y mis oídos lo agradecieron de inmediato.
- Uff me salvaste, siquiera llegaste, pensé que no ibas a venir81Please respect copyright.PENANAZvhsgTkKWc
- Como no venir, si la respetadísima Doctora Liliana Espinoza era mi invitada --se rio con ironía-- de honor81Please respect copyright.PENANArolOPyY17g
- Te enteraste de...81Please respect copyright.PENANA7YzuTp2fzK
- Claro, la pobre Margarita por poco le da un infarto. Me disculpo por mi descuido, olvide por completo que tenía que mandar la reserva81Please respect copyright.PENANA8JRucN5vG5
- No hay problema, igual estamos acá y todo se pudo solucionar
Con ella las cosas eran completamente diferentes, nos sentamos a charlar y disfrutar de una copa de vino. Ella podía ser mucho mayor, tal vez llevarme 10 o 15 años de ventaja, pero al fin me sentía como con alguien de mi edad, al menos una de la misma edad mental.
Erika era una mujer muy interesante, elegante e inteligente, se me pasó el tiempo sin que siquiera me diera cuenta o que me entrará ese arrebato de siempre por irme a casa a meterme en mis libros, algo que por lo general no me sucede nunca.
Hablamos de todo tipo de temas y experiencias, sin la preocupación de sentir que estaba contando cosas demasiado íntimas a una desconocida, su autenticidad y naturalidad me hacían sentir en confianza.
- Voy al baño, ya regreso81Please respect copyright.PENANAndOWDT0dCx
- Claro que sí, dale
Aproveche para escribirle a mi mamá y contarle que todo estaba bien, algo que le alegró. Miré mi reflejo en uno de los ventanales y me sorprendió darme cuenta de cuán diferente me veía, con una gran sonrisa en el rostro. Está nueva yo que se arriesga a decir que sí, a hablar con desconocidos, a probar cosas nuevas, a conversar por horas y a disfrutar de la vida.
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