Las citas con mi analista se convirtieron en rutina, cada 8 días sin falta tenía que estar en su consultorio a las 9 am y ese martes algo hizo clic en mi mente que lo cambió todo.
- Buenos días Liliana, por favor pasa --con un ademán que ya me conocía de memoria, dando paso al diván--124Please respect copyright.PENANAoHkO3E4uGU
- Buenos días, doctora Alejandra
Lo de doctora, no por la costumbre que tenemos a decirle a todos los que trabajan en medicina, sino porque en realidad tenía encima más de un doctorado y hasta un posdoctorado. Mis padres no habían escatimado en conseguir la mejor que hubieran podido pagar.
Por primera vez traté de no seguir solo lo que me pedían que hiciera, como un perrito entrenado, decidí seguir mi instinto. En vez de recostarme en el diván con ella a mis espaldas, me senté de lado, apoyando mis manos hacia atrás y mirando su gran escritorio y sus diplomas colgados en la pared.
- Doctora ¿Me tengo que recostar?124Please respect copyright.PENANATC1xfVwD8A
- Es lo ideal, pero no es necesario si no lo quieres124Please respect copyright.PENANAICUyFmYU2S
- No, no quiero124Please respect copyright.PENANAcF5BLYMJLe
- Perfecto, no tengo problema, ¿de qué quieres hablar hoy?124Please respect copyright.PENANAsWTHxUXjK9
- Diplomas -- señalé hacia su pared--124Please respect copyright.PENANAHSSVNl77w5
- Ya sabes que no hablamos de mí124Please respect copyright.PENANAScEFYOEcKf
- No lo hago, solo que me recordaron los míos, los cuales no me han servido para...
Ya iba a estallar en una crisis, pero lo bueno es que logre detectarla a tiempo y detener esa espiral de auto sabotaje. Voltee a mirarla, apretando mis labios y girando mi cuello un poco.
- Doctora, usted no es mi amiga, yo lo sé y no espero que lo sea ni mucho menos, pero hoy no quiero repetir este mismo ritual que hacemos semana tras semana, quiero intentar algo diferente, ¿podría sentarse en su escritorio?
La doctora lo dudo por un segundo, seguro que también sé salía del molde que sus estudios decían y recomendaban, pero se levantó, se sentó en su gran silla de cuero, apoyó sus codos y junto a sus dedos índice y pulgar lanzándome una mirada penetrante.
- Acá termina tu cita, pero eres libre de hablar lo que necesites124Please respect copyright.PENANAFwFuIjrbS8
- ¿A los cuantos años se graduó de su doctorado?124Please respect copyright.PENANAu1z29BCUVv
- Nunca hablamos de mí, esa regla no se rompe. Lo sabes124Please respect copyright.PENANAwiqtNgS06e
- No sé si estoy lista para la vida o no, ¿hay un diploma para eso?124Please respect copyright.PENANA2uxRkgA2bM
- Según lo que hemos hablado, ¿qué crees?124Please respect copyright.PENANAFFIjynMAQS
- Eso es lo que me desespera de venir acá, usted nunca me da una respuesta a nada
Hizo una mueca amable para tratar de darme tranquilidad, pero mi inconsciente lo que proyecto en mí fue una risita un tanto burlona y perversa. Algo que seguramente era lo que yo estaba haciendo.
Espere por unos segundos una respuesta y ella permanecía ahí, inmóvil y atenta a mis palabras.
- Sí, sí, ya sé, la respuesta está en mí, ¿cierto?
Suspiro profundo y miro su reloj de mano disimuladamente, estaba estresada porque esto parecía que iba a tardar más de lo que esperaba.
- ¿Su próxima cita?124Please respect copyright.PENANAoJekX2UPjP
- Puedes hablar tanto como necesites
Tratando de hacerme entender que ese era su problema y no el mío.
- El tiempo, el maldito tiempo. Vivimos en automático siguiendo su infinito tic-tac tic-tac tic-tac como si nos marcara el ritmo de la vida, el ritmo que me llevo a este lugar, ¿cierto?124Please respect copyright.PENANAOlCZW5OOXT
- ¿Tú qué crees Liliana?
Apreté mis puños con algo de rabia y frustración, tome mi bolso, me lo colgué en mi hombro y suspiré profundo antes de marcharme.
- Hoy no estoy para esto. Dejemos ahí124Please respect copyright.PENANA5Yp1Roo1kC
- ¿Es lo que quieres?124Please respect copyright.PENANAodFkIp2aZq
- No, es obvio que no124Please respect copyright.PENANANcVBoRQfzF
- ¿Entonces qué quieres?124Please respect copyright.PENANAO9SlpPDsG0
- Respuestas
Ella tras un incómodo silencio se atrevió a abrir la boca para responder, pero antes de que saliera la primera palabra, la callé con mi propia respuesta que seguro no se iba a alejar de la de ella.
- Si ya sé, ya sé que las respuestas no están en este consultorio, ni en usted, ni en sus diplomas. Las respuestas las tengo yo y usted solo es como un bastón para ciegos ¿cierto?
Sonrío dándome total razón, apoyando sus dedos índices en sus labios y sus pulgares en el mentón, una expresión clara para sellar su boca antes de decir algo inapropiado.
- Ay doctora --volví a apretar mis puños-- hoy no estoy para esto, mejor nos vemos la próxima cita124Please respect copyright.PENANARpmv9YIlNw
- Está bien, es TÚ decisión. Sabes que te espero dentro de ocho días para que hablemos y en caso de una emergencia me puedes llamar, si es que me necesitas124Please respect copyright.PENANAUS1c7deoA8
- Que tenga buen día, doctora
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