Bañarnos juntas era un ritual al que ya me estaba empezando a acostumbrar.
Me encantaba eso de sentirme consentida, que me tallara con una esponja la espalda, me diera besitos en el cuello y lo mejor de todo cuando me desenreda el cabello con acondicionador, primero me pasa los dedos por el cabello y luego un peine.
Creo que la próxima cita con mi psicoanalista, va estar complicada, porque esto de alguna forma me acuerda a mi madre cuando me metía a la bañera. Seguro lo mencionare la próxima semana. En fin, mejor no nos metamos por ese camino.
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Nos quitamos el sudor y minerales de encima. Ella fue la primer en salir, se colocó una bata encima, se secó un poco el cabello y punto. Me dejo relajar unos minutos debajo de la regadera y me recibió con una bata igual a la suya y un delicioso beso.
Nos sentamos en una de las bancas de ejercicio frente a frente, me maquillo con mucho cuidado, usando un estilo fuerte y salvaje que iba dándole el tinte a sus intenciones.
- ¿Ahora si me vas a contar que apostaron?69Please respect copyright.PENANAmIy7KvdEwD
- Algo que le propuse hace un tiempo69Please respect copyright.PENANA7URww8aoaV
- Dame más --pedí enérgicamente con mis manos-- porque no entiendo nada69Please respect copyright.PENANAF23yHjbizI
- Le propuse que me disfrazaba de domina y él mi esclavo sexual69Please respect copyright.PENANAZRzqsgU5Cj
- Wow --mire hacia arriba pensativa-- ¿pero eso no tiene sentido?69Please respect copyright.PENANAdHLbnIRmfV
- ¿Por qué no?69Please respect copyright.PENANARHxTtV4M4D
- Pues, por lo poco que se de ustedes, él no se habría negado a juego "tan simple"
Tomo mi rostro entre sus manos y me miró con ternura.
- Porque quien se lo proponía era yo69Please respect copyright.PENANArnvR4zncUe
- ¿What? --arrugué toda mi cara-- ¿cómo así?69Please respect copyright.PENANArA5v11CC0T
- Si, porque como su esposa no lo haría completamente, los dos lo sabemos69Please respect copyright.PENANA0LPOYkQGcg
- ¿Por qué? ¿si es un juego?69Please respect copyright.PENANAMzp5wGNPqD
- Profe, ay juegos que para otros son demasiado reales
Volví a mirarla sin entender nada de lo que me estaba diciendo. Seguía sin tener sentido para mí.
- Ese es el más grande miedo de Iván, sentirse vulnerable y sometido por una mujer, el mío, que él se enamore de esa mujer
Soltó el nudo de mi bata, la abrió y dejó rodar por detrás de mis hombros hasta dejarme desnuda.
- Te elegimos porque nos superas, porque no eres una mujer a la que se le pueda poner un collar. Siempre vas a luchar por ser libre, tener el control y hacer lo que se te antoje
Sacó un corset de la bolsa, dio la vuelta colocándolo sobre mi torso, cubría únicamente mi cintura desde lo alto de mis caderas y quedaba justo por debajo de mis pechos.
- Te elegimos porque no queremos tener ni una pizca de control en tus decisiones, queremos que hagas todo lo que se te antoje. Yo no podría, porque sabemos que no sería capaz de que ese juego pase de ser simplemente un juego y convertirlo en algo real, porque no sería capaz de ser tan egoísta de solo satisfacer mi placer por encima de su sufrimiento.
Acercó su rostro detrás de mi cuello. Haló unas tiras de cuero y empezó a apretarlas para dejarlo bien ceñido a mi cuerpo.
- Te elegimos porque eres la mujer perfecta para encarnar ese papel
Sacó unas medias veladas en malla de su empaqué y se hizo de rodillas encargándose ella misma de subirlas hasta mis muslos y engancho los ligueros del corset haciendo que se notaran tensos encima de mis nalgas.
- Queremos darte poder y control total, para que hagas y deshagas, permiso total y exclusivo...
Botas de cuero altas y brillantes, que con delicadeza me ayudo a meter en los pies y subir los cierres por detrás, pasando su nariz fría por mis piernas llenándose con mi aroma.
- Que por una noche todo eso que hayas reprimido en tu vida, lo uses en nuestra contra...
Sacó un armes, que anudo por mi cintura apretando correas por cintura y muslos, dando unos cuantos jalones para asegurarse de que estuviera bien montado. Se hizo frente a mí, me entregó una fusta en una mano y un flogger en la otra.
- Queremos algo muy simple de ti
Me colocó una gargantilla con taches en el cuello, me dio un poderoso beso, maquilló mis labios con un labial negro y brillante como el petróleo. Me pellizco los senos hasta hacer que se excitaran y colgó de un aro del medio de la gargantilla un par de cadenitas que en cada punta tenían unas pinzas muy particulares que ajustó aprisionando mis pezones.
- Queremos que seas nuestra Domina y nos pongas a prueba
No me reconocía, no solo por fuera, sino por dentro, me estaba entregando demasiado poder y no sabía si iba a ser capaz de controlarlo o que me terminara consumiendo.
- Profe, ¡te lo ruego!
Ella desnuda, me hizo una reverencia, se puso de rodillas y se inclinó hacia adelante para alabarme, besando las puntas de las botas.
Atónita, me miraba en los espejos del gimnasio y algo hizo clic en mí, como si mi reflejo fuera otra realidad alterna, otra Liliana, muy diferente, una Liliana que idolatran y adoran.
Dejé caer mi mano sobre su espalda permitiendo que las tiritas de cuero del flogger la hicieran reaccionar a la verdad, que sintiera un poco de miedo y se arrepintiera, pero lo único que recibo fun un delicioso gemido.
- ¡Si profe, castígame!
Me incliné hacia adelante, con la punta de la fusta la hice levantar su rostro hasta verme directo a los ojos.
- No soy tu profe, no desde ahora, para ti soy tu reina y tu todo
Di un paso adelante, colocando la punta de la bota en su sexo y levanté el pie dejando apoyado únicamente el tacón.
- ¡Si mi ama! --contestó co propiedad--
Frotando su sexo como una perra en celo hasta dejar su marca húmeda en las botas nuevas. Di un paso hacia atrás y le señalé el desastre que había causado. Se inclinó hacia adelante, me miro a los ojos y lo limpió todo con su lengua de la forma más sensual e inimaginable.
No podía creer tener tanto control sobre ella, pero no se los niego, me gustaba esta nueva realidad, este aire de confianza, como podía someterlos a mis más oscuros deseos.
Levanté mi pierna en la silla de ejercicios y la hice a un lado, ella sin siquiera ordenárselo se lanzó de inmediato a mi sexo a darme placer, su lengua pasaba por la extensión, empujaba con fuerza separando mis labios externos y se detenía jugando en círculos con mi clitoris.
- Muy bien, veo que estas dispuesta a todo lo que te pida69Please respect copyright.PENANAtyj7yOxzRf
- Si mi ama, pídeme lo que quieras
La tomé de la mandibula, la levanté y saboreé mis fluidos en sus labios. Levanté una ceja y la miré desafiante. Traté de ser condescendiente, aún podíamos darle un giro diferente a esto y divertirnos.
- Erika, si de verdad quieren hacer esto, no hay términos medios69Please respect copyright.PENANA7UaBOjUHBy
- Lo sabemos
Se me quedo mirando a los ojos fijamente, sin pestañear o mostrar duda alguna. No había vuelta atrás.
- Muy bien esclava, llévame donde tu amado esposo, es hora darles una lección
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