Me incliné hacia adelante, tomé el flogger le di unos cuantos azotes en las nalgas y me separé dejándola con la boca chorreando de saliva y ganas de más.
Me alejé con el tarro de lubricante, regrese la camara al trípode, pero lo gire hacia el sillón. Me sente en la mitad con las piernas separadas y masturbe el dildo guarramente con su saliva.
- Vamos a necesitar otro, tráelo
Ella de rodillas como una buena cachorra camino hasta el borde del colchón, lo agarró con la boca y vino moviendo las caderas de lado a lado. Le di unas palmaditas en la cabeza por portase bien, lo recibí y coloqué a un lado.
Esta vez, ella misma por iniciativa propia, se lo metió a la boca, me miraba a los ojos y me demostraba sus habilidades felatorias, luego fue más abajo, me hizo levantar una de las piernas y me demostró que sus habilidades con su lengua iban más allá dando placer en mi trasero, como si me quisiera dar una señal.
Yo aprovechaba para voltearlo a ver, no nos quitaba la mirada de encima, ni tampoco se le borraba esa mirada de rabia y celos, con mayor placer colocaba mi mano detrás de la cabeza de su esposa, le levantaba una ceja y mientras ella se tragaba el dildo como una espada volvía a repetirle: "mía, solo mía".
- Ven aca --palmeé mis muslos--
Ella se levantó feliz, se montó a horcajadas y se metió el dildo con un poco de esfuerzo, la verdad es que era un poco exagerado de ancho como de alto. La dejé libre que se moviera como más le provocara, yo únicamente disfrutaba verla cabalgarme y sus senos danzar al mismo ritmo.
Le daba nalgadas y besos, cuanto la veía muy excitada la tomaba de las caderas y la empujaba hacia abajo para que se metiera un poco más y más y más hasta que termino con el todo adentro, moviendo frenéticamente su pelvis a un ritmo que no todos los hombres aguantarían sin venirse.
- Ay jueputa, ay jueputa que grande, que ricoooo, ay jueputa me encanta
La hice dar la vuelta, quería exhibir las mismas caras de placer que me estaba mostrando para él. Lo miraba por encima del hombro y sonreía con maldad, mientras que acariciaba sus pechos, pellizcaba sus pezones o estrujaba su sexo con mis manos.
- Si, si, no pares, no pares79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡptNC8zozbh
- Te vas a venir para mi79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡVbEsSPOQX0
- Si MI ama, si, todita tuya ahhhhhh ahhhhhhh ahhh
Cuando dijo esas palabras yo no podía de la risa, Iván inútilmente volvía a luchar con sus amarres. Para que ella no lo notara demasiado la hice besarme, acariciaba su sexo, jugaba con sus fluidos, se los mostraba a él como premio y luego los saboreaba en mi boca.
- ¡MAS! ¡QUIERO MAS! ¡QUE ME COMAS TODITA!
Me levanté y la hice acomodar de lado, apoyando sus manos en el reposabrazos. Asi en cuatro la ensarté y me la empecé a comer suavecito. Se movía suntuosa y eróticamente, encorvaba su espalda y gemía cada que se lo metía hasta el fondo.
- Ay jueputa, que rico mamacita
Con el flogger empecé a azotar sus caderas y la parte baja de su espalda y con cada azote, ella empujaba hacia atrás haciendo que sus nalgas se movieran en ondas al chocar contra mi pelvis y sus senos rebotaban en movimientos pendulares para todos lados.
- Si MI ama, castígame, soy una niña mala
Girando en mi muñeca el flogger de un lado a otro, le di una tanda de golpes seguidos y cada que sentía el ardor su espalda se arqueaba, sus nalgas se apretaban y gritaba de placer.
- Eres mi dueña79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡPmTdwzezDG
- Eres mi ama
Noté que Iván comenzaba a perder la erección, no le estaba gustando para nada lo que escuchaba, para ella podía ser un juego, pero para él esas palabras retumbaban como una verdad gracias al dardo venenoso de mis palabras como una sentencia y un escalofrió recorría su cuerpo cada que las escuchaba.
- Cómeme, fóllame, castígame, hazme lo que quieras, pero no pares hijueputa no pares79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡBRnWPrdPxp
- ¿Eres mía?79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡH6sk7iTahF
- Si, MI ama79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡRIHAyifoFq
- ¿Toda mía?79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡBgyQjU7fr7
- Todita para ti
Me di cuenta que estaba a punto de tener otro orgasmo, se lo saqué, ella grito desconsolada, metió su rostro en la silla y grito dándole un puño al tapizado.
- Que mala --me miro agitada y con deseo--
Estaba tan enceguecida por la necesidad de tener un orgasmo que hasta se olvidó de su esposo. No iba a darle oportunidad de que lo hiciera. Me senté en el mueble y con una seña ella de inmediato atendió mi llamado.
Se montó a horcajadas, besándome con desespero y cabalgando como si estuviera poseída. Algo me estorbaba, me levanté un poco y al meter la mano me encontré con el otro dildo.
Al principio no se me ocurría que hacer con el, llegue a azotarle los senos, pero la verdad no es que la excitara mucho, se lo metí en la boca para que lo llenara de saliva y jugar con sus pezones, eso mejoro un poco, hasta que al fin descubrí que lo que la estaba excitando, era cerrar los ojos cuando se lo metía a la boca y simular que lo estaba mamando.
- No, no tienes permiso --le dije cuando vi sus ojos irse hacia atrás--79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡGbCroLdYSx
- Por favor, por favor MI ama, no ahhhhh ahhhh aguanto mas
La apreté de la cintura impidiendo todo tipo de movimientos, por un segundo pensé que no lo iba a lograr, todo su cuerpo temblaba, me abrazó metiéndome entre sus senos cortando mi respiración y podía sentir en mi cien los latidos acelerados de su corazón.
- ¡JUEPUUTTAAA! --golpeó con sus manos el respaldo con rabia-- ¿POR QUE?79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡ5FA0yBayZ9
- Te lo dije, yo decido cuando te vienes79Please respect copyright.ＰＥＮＡＮＡKZfPFHGeke
- MI ama no sea mala --trato de mover su caderas--
La empujé, sacándola del empalamiento de mala gana. Quedo tirada en el mueble con su cabello encima del rostro y su cuerpo cubierto en sudor, se apretaba con una mano su sexo para evitar venirse. Yo miraba su sexo húmedo y me moría de ganas por meter mi lengua y saborearlo.
Si hacía eso ella le iba ceder el control y no podía, no justo ahora que me había revelado su debilidad, no ahora que estaba a mis pies y le podía pedir lo que quisiera. Era hora de iniciar con la segunda parte de mi macabro plan.
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